La parresía de Sócrates: libertad de palabra, florecimiento anímico y poder

AutorIgnacio Marcio Cid
Cargo del AutorFacultat de Filosofia - Universitat de Barcelona
Páginas12-34
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CAPÍTULO 1
LA PARRESÍA DE SÓCRATES:
LIBERTAD DE PALABRA,
FLORECIMIENTO ANÍMICO Y PODER1
IGNACIO MARCIO CID
Facultat de Filosof‌ia
Universitat de Barcelona
1. INTRODUCCIÓN
Este trabajo pretende mostrar, siquiera en esbozo, 1) que la parresía
socrática, atópica, remite a una libertad de pensamiento y de palabra
singulares; 2) que constituye un mecanismo novedoso y de riesgo
porque está orientada a la transformación de la vida individual de
acuerdo con la excelencia intelecto-moral; 3) que, como tal, esta ac-
tividad ofrece una alternativa discrepante a los valores y prácticas
imperantes en la ; 4) que se da, en Sócrates, la trabazón entre
,  y ; 5) que esta franqueza se
presenta como herramienta de crítica racional a los rasgos populis-
tas-demagógicos de la democracia, no propiamente contra esta
forma política; 6) que esta libertad de palabra y pensamiento, ini-
cialmente un rasgo cívico, se mantiene como práctica filosófica
para la elevación anímica desde Sócrates hasta la época helenística.
Con el fin de corroborar estas hipótesis, la investigación bebe, metodo-
lógicamente, de la lengua griega clásica, de las evidencias textuales dis-
ponibles en las fuentes antiguas (Jenofonte y Platón especialmente),
pese a (re)conocer lo arduo del problema socrático; asimismo, toma en
1 Esta aportación está correlacionada como fruto y consecuencia con otra propia, “Sócrates
frente al poder de Atenas: estrategias y consecuencia de dialogar con libertad para la virtud”,
difundida en este mismo marco, a modo de trabajo independiente pero preparatorio del pre-
sente.

consideración, igualmente, estudios relevantes y actuales sobre estas
cuestiones.
En primer lugar, se problematiza el concepto mismo de ‘crítica franca’
y se investiga su naturaleza, su alcance y sus límites en la Atenas del
siglo V a. C., como característica intrínseca de la democracia antigua.
Seguidamente, se apuntan algunas actitudes o tesis atribuidas a Sócrates
que lo encauzan en la psicoterapia y lo enfrentan con las ambiciones
políticas atenienses. Después, se postula una relación conceptual rele-
vante, desde los vocablos griegos, entre la franqueza, la magnanimidad
y la grandilocuencia. Finalmente, a la vista de las evidencias textuales,
los argumentos y los datos eruditos aducidos, se presentan las conclu-
siones. Por lo demás, se alude muy someramente a la consideración no
antidemócrata ni elitista de Sócrates, así como al recorrido filosófico de
la parresía hasta el helenismo filosófico.
Sócrates se nos presenta en la tradición como el singularísimo filósofo,
escultor al inicio (cf. Luciano, Sueño, 12, 1988, p. 157), que, en suma,
no escribe y habla incesantemente sobre la virtud. Es, así, su palabra
hablada y dialogal aquello que lo significa. Encarna la libertad de pen-
samiento y de palabra hasta la misma muerte. Constituye un ,
como señala Hadot2 (cf. 1998, p. 42, 2008, p. 47); y anota el propio Pla-
tón (Teeteto, 149a8-9, 1992, p. 187): “[dicen] que soy absurdo
[] y dejo a los hombres perplejos []”. El llamado tá-
bano de Atenas está, si nos remitimos al texto recién citado, superlativa-
mente fuera de lugar, desubicado o, mejor, dislocado, porque saca las
cosas de quicio, tuerce los argumentos y hace perder el tino o la com-
postura a los conciudadanos. De hecho, su actividad conversadora con-
duce a quedar sin recurso ni medio intelectual, en un callejón sin salida,
porque causa, con palabras no sofísticas, un cerco que cierra el paso a la
mentira, a la irreflexión y al error argumentativo o conductual. Ya he-
mos señalado (cf. Marcio Cid, 2018, p. 135) el carácter urticante del
diálogo socrático en el marco de la ciudad antigua (cf. Fustel de Coulan-
ges, 1971, pp. 270-271) en que el estado influye en la enseñanza y en la
religión, que regula y supervisa para todos los ciudadanos. Entonces, se
2 Queremos dejar constancia aquí del centenario natalicio de Pierre Hadot en 2022.

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