El Aula del Futuro, una oportunidad para el desarrollo de la Competencia Digital Docente

AutorAlberto Alameda Villarrubia y Amelia R. Granda-Piñán
Páginas101-108
Investigación educativa e innovación docente desde una perspectiva internacional101
14
El Aula del Futuro, una oportunidad para el
desarrollo de la Competencia Digital
Docente
Alberto Alameda Villarrubia
Amelia R. Granda-Piñán
1. INTRODUCCIÓN
La Competencia Digital Docente (CDD en adelante), entendida como el conjunto de
conocimientos y estrategias que permiten al docente afrontar y resolver los retos de la sociedad
digital (Cabero et al., 2020), debe formar parte de la identidad profesional del docente del siglo
XXI. Una competencia que, más allá de la destreza en el uso de dispositivos y herramientas
tecnológicas, capacite al maestro/a para el diseño de escenarios de aprendizaje activos,
conectados, dinámicos y participativos desde una perspectiva de compromiso social (Castañeda
et al., 2018).
Para ello, desde diferentes instituciones, se promueven documentos oficiales, “marcos”, que
permiten dibujar y acotar el perfil competencial deseado: a nivel europeo tomamos como
referencia el DigCompEdu (Redecker, 2017) y a nivel nacional el Marco de Referencia de la
Competencia Digital Docente (INTEF, 2022). En base a ese perfil, y gracias al impulso de
diferentes políticas educativas, como por ejemplo el Digital Education Action Plan 2021-2027
(European Comission, 2020), se desarrollan una serie de acciones: formaciones, acreditaciones,
dotaciones tecnológicas, reformas en infraestructuras… cuyo fin último es el desarrollo de la
competencia digital del alumnado a nivel de aula.
Este nuevo camino de desarrollo profesional docente posibilita por un lado la apertura de
nuevos horizontes educativos: Inteligencia artificial, Big Data, Educación basada en
competencias… (Educause, 2022) y por otro lado a la consolidación de las llamadas New
Pedagogies o pedagogías emergentes (Selinger, 2011. Adell y Castañeda, 2012. Fullan y
Langworthy, 2014). Se transita, por tanto, hacia un modelo educativo basado en el aprendizaje
y centrado en el estudiante. Un modelo que demanda la redefinición de los espacios de
aprendizaje tradicionales hacia unos escenarios versátiles, flexibles, virtuales y que, en definitiva,
faciliten e impulsen la puesta en práctica de situaciones de aprendizaje activo (King et. al, 2015).
Es en ese camino donde el proyecto europeo Future Classroom Lab o Aula del Futuro (FCL
en adelante), cuyo objetivo principal es repensar el papel que juegan la pedagogía, la tecnología

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