El papel de las tecnologías en la consecución de los ods: innovación para un futuro mejor

AutorLorena Martín-Párraga
Páginas65-72
Intervención socioeducativa con TIC en la sociedad del conocimiento 65
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El papel de las tecnologías en la
consecución de los ODS: innovación para
un futuro mejor
Lorena Martín-Párraga
1. INTRODUCCIÓN
Desde hace décadas, la educación ha sido reconocida como un derecho fundamental y un
factor clave para el desarrollo humano y social, además de ser un motor para el progreso de las
personas y las sociedades, cumpliendo una función importante en la preservación del orden
social y en el impulso de la economía mundial, al promover el conocimiento y enriquecer la cultura
y los valores que nos definen como seres humanos. Sin embargo, en la actualidad, nos
enfrentamos a un desafío sin precedentes en la historia: la necesidad de seguir contribuyendo al
desarrollo humano y social en un mundo cada vez más complejo y cambiante (Moya- Otero y
Hernández- Ortega, 2020). Es por ello, que resulta esencial el seguir invirtiendo en educación
para garantizar un futuro mejor para todos, y abordar los desafíos y oportunidades que se
presentan en la sociedad actual.
Para hacer frente a las demandas expuestas, en el año 2000, la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) estableció los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que fueron
adoptados por 189 países comprometidos con la reducción de la pobreza, el hambre, las
enfermedades, la exclusión social y el acceso a la educación, entre otros desafíos globales
(Tallería, 2015). Esta iniciativa global incluyó metas e indicadores que permitieron medir el
progreso y cumplimiento de los objetivos, mejorando así la calidad de vida de los países
participantes. Los ODM fueron vistos como una herramienta universal capaz de establecer un
camino para el desarrollo de los países (Villareal-Peralta y Zayas-Pérez, 2021), ya que
establecieron una agenda común que buscó abordar los desafíos más urgentes a nivel global.
Tras la revisión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015, se concluyó que, aunque
hubo progreso en algunos aspectos, como la reducción de la pobreza y la mortalidad infantil, las
desigualdades persistían (Meirea- Cartea, 2015). Fue entonces cuando la ONU, tras finalizar la
Década de la Educación para el desarrollo humano sostenible y evaluar su impacto, propuso la
Agenda 2030 en ese mismo año. Esta agenda busca generar igualdad y dignidad para todas las
personas y promover un cambio en el estilo de desarrollo, con compromisos en temas
ambientales y una mayor conciencia del estado actual del planeta.

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