La práctica forense como instrumento docente en la enseñanza del Derecho Procesal
| Autor | Regina Garcimartín Montero - Mª Rosa Gutiérrez Sanz - Carmen Martínez Carnicer |
| Cargo del Autor | Profesoras Titulares de Derecho Procesal de la Universidad de Zaragoza. - Secretario Judicial. Profesora Asociada de Derecho Procesal de la Universidad de Zaragoza. |
| Páginas | 327-336 |
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Los nuevos planes de estudios recientemente implantados hacen especial hincapié en la importancia de proporcionar al estudiante una formación especialmente orientada a la práctica profesional, de manera que la adquisición de habilidades y competencias adquiere una vertiente práctica hasta ahora un minusvalorada en anteriores planes.
En este sentido, las materias cuya docencia corresponde al Área de conocimiento de derecho Procesal en general tienen una clara orientación práctica y en general, su ámbito profesional natural es la práctica forense de ahí que la observación y el uso de materiales procedentes de la práctica en los tribunales como apoyo para la realización de distintas actividades sea un apoyo de primer orden a la docencia procesal.
La observación de cómo se materializan algunas de las instituciones que han sido objeto de estudio (demanda, intento de conciliación, alegación de defectos formales en la audiencia previa o en la vista, etc ) puede ayudar a una mejor y mayor comprensión de las instituciones procesales, cuya función y relevancia procesal a veces no es fácil de entender aisladamente y adquieren su pleno sentido dentro del litigio.
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ciertamente, en la enseñanza universitaria, el análisis de los distintos trámites que se llevan a cabo en un proceso se suele realizar de forma fragmentada y aislada en el plano teórico y la percepción de un proceso en su totalidad permite comprender la relación de las distintas actuaciones. La importancia de presenciar actuaciones procesales reales no se reduce a la de los aspectos más procedimentales dentro de los contenidos de las asignaturas cuya docencia está encomendada al derecho Procesal, sino que también es un instrumento de primer orden para comprender la función en el proceso de nociones esenciales como son los principios informadores o los derechos fundamentales de contenido procesal.
Por otro lado, las actuaciones que son objeto de observación y análisis pueden servir como base para la realización de otras actividades de carácter más práctico tales como análisis de la actuación de los distintos sujetos procesales, o que sean los propios estudiantes los que diseñen la estrategia procesal a seguir en alguna de las instituciones analizadas.
Entendemos que la observación de la práctica ofrece unas ventajas que no pueden ser suplidas por actividades similares como dramatizaciones de juicios, juegos de rol, etc en la medida en que estas últimas, que sin duda cumplen su función en la docencia, carecen de la evidente espontaneidad que se da siempre en los litigios que provienen de la práctica real y que, en definitiva son más cercanas a lo que en un futuro puede ser el trabajo profesional del estudiante.
No conviene, no obstante, sobrevalorar la relevancia que puede tener el trabajo basado en la práctica judicial; la adquisición por parte del estudiante, de deter-minadas competencias en la enseñanza de grado necesariamente es diversa de la preparación para el ejercicio de profesiones tales como la de abogado, procurador, juez, secretario, etc tras la superación de las correspondientes pruebas en definitiva, el objetivo de estas actividades docentes no es tanto el de adquirir práctica profesional sino de facilitar la comprensión de los contenidos de la asignatura e introducir al alumno en las habilidades propias de la actuación en el proceso.
La importancia del contacto de los alumnos con la práctica forense y el uso extendido de este instrumento docente entre el profesorado contrasta con la falta de cobertura institucional para una actividad de este tipo el principal inconveniente con el que habitualmente se enfrenta el docente del derecho Procesal a la hora de procurar a sus alumnos el contacto con la práctica es que depende exclusivamente de esfuerzo personal y de la buena disposición del personal del juzgado para facilitarle su tarea el esfuerzo de los profesionales de la docencia y de la justicia normalmente basta para lograr los fines pretendidos en una actividad de este tipo; sin embargo, la falta de comunicación a nivel institucional para que los docentes estén informados de los señalamientos y se facilite su asistencia a las vistas así como la ausencia de
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una previsión del uso del material obrante en los autos con fines docentes merece una valoración negativa.
Por ello sería altamente deseable, aunque difícilmente realizable a corto plazo, que se flexibilizara la posibilidad de acceder al material de los distintos autos de los juzgados con fines docentes esta posibilidad está consolidada en otras macroáreas de conocimiento como pueden ser las referentes a las ciencias biomédicas, en las que el acceso y el uso de material de trabajo procedente de la práctica real está regulado y se lleva a cabo con absoluta normalidad.
A ello podemos añadir que, a pesar de la aparente flexibilidad de los actuales planes de estudios para llevar a cabo actividades docentes, lo cierto es que siguen subsistiendo dificultades; sin ir más lejos, podemos mencionar a modo de ejemplo un inconveniente tan práctico y cotidiano como limitador como es la difícil inclusión de la asistencia a los juicios en unos horarios académicos que siguen operando con una rigidez quizá excesiva.
Las autoras de este trabajo hemos utilizado como herramienta docente en diversas ocasiones el trabajo a partir de la experiencia práctica en los juzgados; esta herramienta se ha utilizado de dos formas distintas: por un lado acudiendo con los...
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