La carta foral de Peñafiel (S. X-XII): vindicación de un derecho de frontera castellano

AutorFélix Martínez Llorente/Francisco Trullén Galve
Cargo del AutorUniversidad de Valladolid/Universidad Católica de Ávila
Páginas389-434
LA CARTA FORAL DE PEÑAFIEL (S. X-XII):
VINDICACIÓN DE UN DERECHO
DE FRONTERA CASTELLANO
Félix Martínez Llorente
Universidad de Valladolid
Francisco Trullén Galve
Universidad Católica de Ávila
INTRODUCCIÓN: SU TRADICIÓN MANUSCRITA
La carta foral o fuero de Peñafiel ha venido siendo objeto, desde su primera
transcripción y edición en 19151, de serias y profundas controversias entre la
doctrina histórica general y la iushistórica en particular, debidas, principalmen-
te, al hecho de hallarse su texto incluido entre un preámbulo y un colofón o es-
catocolo flagrantemente apócrifos, que terminaron pesando decisivamente en
la adopción de un radical y categórico rechazo de la totalidad de su contenido,
al que se terminó calificando también, con igual contundencia, de espúreo.
Antes de la edición que llevó a cabo, en la fecha indicada, el P. Alfonso
Andrés, su descubridor y primer transcriptor, el P. Liciniano Sáez, propor-
cionó una escueta referencia de su contenido en su obra impresa que lleva-
ba por título «Demostración histórica del verdadero valor de todas las monedas que
corrían en Castilla durante el reynado del señor don Enrique III y de su corresponden-
cia con las del señor don Carlos IV», editada en Madrid en 1796, precisando que
se trataba de una traducción al castellano que se hallaba incluida en un «li-
bro de las Ordenanzas antiguas de aquella villa» -del que no disponemos de
más noticia que ésta- 2, y que no debemos confundir con la versión en latín,
que fue la que finalmente transcribió en su integridad.
1 ANDRÉS, Alfonso, «Peñafiel y su carta-puebla», en B.R.A.H., LXVI, cuaderno IV (abril 1915),
pp. 366-379. Deseamos manifestar a través de estas líneas al profesor e historiador Salvador Repiso
Cobo, generoso y buen amigo, nuestro más profundo agradecimiento por la inestimable ayuda presta-
da, como buen conocedor de las tierras de Peñafiel y Curiel, en la realización de este trabajo, sin la cual
no hubiera sido posible llevar a buen puerto su definitiva redacción.
2 Lo que recoge el autor en dicha obra es lo siguiente: «Con los fueros de Sepúlveda convienen
los que dio a la villa de Peñafiel el conde don Sancho, que se hallan traducidos al castellano en el libro
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La ingente obra de trascripción documental desarrollada, a lo largo de
su vida, por el P. Liciniano Sáez Hernando (1737-1809), la mayor parte de
ella como archivero del monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos), le
permitió tomar contacto con una copia en latín del texto foral de Peñafiel,
por él localizado «en la Brivia (sic) de San Esteban», según puso de manifiesto
en el encabezamiento de la transcripción que del mismo efectuó a continua-
ción3.
Sin proporcionarnos más información que la mencionada frase, el ilustre
benedictino acometió la transcripción del texto en dos folios de papel, a
renglón seguido, sin diferenciar preceptos, ni parte alguna del documento.
Por esas mismas fechas -ca. 1795-1796- el maestro de primeras letras pe-
ñafidelense Antonio de Matabades remitió al geógrafo real, Tomás López
y Vargas de Machuca, las respuestas que había elaborado, sobre la base de
un previo cuestionario de quince preguntas remitido por éste, sobre geo-
grafía, sociedad, historia y gobierno de la villa de Peñafiel, destinadas a la
confección de un «Diccionario Geográfico de España» que se estaba elabo-
rando4.
Al objeto de facilitar su cumplimentación, Matabades debió llevar a cabo
la previa redacción de un pequeño trabajo, de treinta y ocho folios, al que
en su primera parte otorgó el título de «Memorias de la villa de Peñafiel», y
que podemos datar en 17965.
En el mismo, en su punto 3º, el autor nos refiere como, a pesar de la
lamentable pérdida de documentación sufrida por la población a lo largo
de la historia, «permanece todavía una pequeña reliquia que tengo presente a la
vista». Se trataba de «un traslado de una escritura que se hallaba en el archivo
de la iglesia de S. Esteban…el cual fue sacado a pedimento de Alfonso Velázquez
de Villatoro, procurador de la villa» por el escribano público Pedro López de
Peñafiel, el 5 de septiembre de 1445. En la cubierta que tenía este traslado
notarial figuraba, a modo de título, «Traslado del privilegio antiguo», seguido
de la frase «Traslado autorizado de la población de la villa de Peñafiel, sacado de
la Biblia de S. Esteban»6.
de las Ordenanzas antiguas de aquella Villa, pues dicen: “en el nombre del Señor Maestro creante e reinante e
tracediente. Yo el conde don Sancho, a mí plogó facer la primera población daquel cabo del río de Duero, nombrada
Peñafiel, porque fuese madre e ensalzamiento en toda Extremadura, e gozó de los christianos e confusión de los pa-
ganos, yo do en ella tal fuero e tal ayuda a los omes e porque daquel Reyno vengan con toda la tierra de Náxera”»
(SÁEZ, Liciniano, «Demostración histórica del verdadero valor de todas las monedas que corrían en Castilla du-
rante el reynado del señor don Enrique III y de su correspondencia con las del señor don Carlos IV», Madrid, 1796,
Nota Undécima, p. 361).
3 Archivo del Monasterio de Santo Domingo de Silos, Fondo Liciniano Sáez, Ms. 1, fols. 12r-13r:
«Traslado del privilegio de la villa de Peñafiel, que estaba en la Brivia de San Esteban».
4 Biblioteca Nacional de España (B.N.E.), Mss/7310, H. 180r-198r.
5 El original manuscrito se encuentra en el Archivo del Convento de los Padres Pasionistas de
Peñafiel, antiguo convento de San Pablo. Ha sido objeto de reciente edición facsimilar y transcripción
por Jesús TEJERO ESTEBAN, con el título Memorias de la villa de Peñafiel y compendio histórico de la vida y
milagros del infante don Juan Manuel, del presbítero Antonio de las Nieves, 1796, Valladolid, 2015.
6 Memorias de la villa de Peñafiel (ed. TEJERO ESTEBAN), o.c., p. 11.
La carta foral de Peñafiel (s. X-XII) 391
Respecto de la naturaleza del códice en el que se encontraba el texto de
la carta foral de Peñafiel del que se efectúa en mencionado traslado, Mataba-
des precisa que se trata de un «libro o colección de escrituras de la iglesia de
San Esteban», lo que entra en contradicción con que se tratase de una «Bi-
blia», como afirman tanto la escritura notarial, como el P. Liciniano Sáez7.
Del documento trasladado nos informa Matabades que, su versión lati-
na, porta la data de «16 de las Calendas de Setiembre de la era DCCCCLXXXV»8,
encabezándose con la frase «In nomine Domini Ophicis creantis et regnantis»,
finalizando en su escatocolo con la fórmula «Regnante rex Ranemiro in Legione
et consulque eius Ferdinando Gundisalvo in Castella nec non et contestis Basilio»9.
Más adelante, Matabades nos ofrece la transcripción de una mínima par-
te de su protocolo documental -«Ego Santius, comite…placuit mihi facere tran-
sacto Duero, priman populationem prenominatam Pennafidelensi, ut esset mater et
exaltatio in Extrematuram et gaudium christianorum et confusio paganorum, et dono
in illa tali fuero et tali adjutorium hominibus»- a la par que informa que «después
de señalar los términos a que se extendía el fuero, en junto a los pueblos que debían
concurrir con gente en casos de guerra para su socorro y defensa», procedía «al se-
ñalamiento de distritos y términos desde aquellas palabras “Dono términos Pennafi-
deli…”»10.
Tanto el P. Liciniano Sáez como Antonio de Matabades tuvieron ante sus
ojos tanto la copia en latín incluida en un códice antiguo -al que el primero
califica como «Biblia» y el segundo como «Libro o colección de escrituras de la
iglesia de S. Esteban»-, como aquel traslado notarial de su tenor, de fecha 5 de
septiembre de 1445, que efectuara el escribano público de Peñafiel, Pedro
López de Peñafiel, a instancias del procurador urbano Alfonso Velázquez de
Villatoro.
Sin embargo, a la hora de acometer su transcripción Sáez se decantó por
la recogida en el traslado notarial de 1445, poniendo como encabezamiento
de la misma una frase semejante a la que presidía dicha escritura pública y
en la que se daba cuenta del lugar de donde se había tomado finalmente la
copia: «Traslado del privilegio de la villa de Peñafiel que estaba en la Brivia de San
Esteban».
Del tenor literal de que disponía la portada de la mencionada escritura
notarial nos ofrece información puntual el P. Matabase: «en esta escritura se
advierte tener en la cubierta del traslado estas palabras: “Traslado del privi-
legio antiguo” y más abajo “Traslado autorizado de la población de la villa de
Peñafiel, sacado de la Biblia de S. Esteban”».
7 Ibidem.
8 La fecha apócrifa que portaba la versión romance de la carta foral recogida en el «Libro de
las Ordenanzas antiguas» de Peñafiel -16 de las calendas de setiembre de la era DCCCCLXXXV, esto
es, 17 de agosto de 947- difiere de la del traslado del texto latino de la «Biblia» o «Libro de Escrituras»
llevada a cabo en el siglo XV, y proporcionada por Liciniano Sáez en su transcripción: «XVI kalendas
setembris, III feria, hora sexta, in era DCCCCLXXX», esto es, miércoles 17 de agosto de 942, a la hora
sexta (12 de la mañana).
9 Ibidem.
10 Ibidem, p. 12.

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