Capítulo 25. El estrés hídrico en el archipiélago de Chiloé (Chile): ¿un problema de cambio climático?
| Autor | Francisco José Vázquez Pinillos |
| Cargo del Autor | Universidad de Cádiz |
| Páginas | 436-459 |
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CAPÍTULO 25
EL ESTRÉS HÍDRICO EN EL ARCHIPIÉLAGO
DE CHILOÉ (CHILE):
¿UN PROBLEMA DE CAMBIO CLIMÁTICO?
FRANCISCO JOSÉ VÁZQUEZ PINILLOS
Universidad de Cádiz
1. INTRODUCCIÓN
1.1. ANTECEDENTES GENERALES SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO
El contexto global actual no puede definirse sin atender a una coyuntura
climática que afecta no solo a la dimensión ambiental, sino también a
las dinámicas políticas, sociales y económicas que rigen el devenir del
mundo (Le Roy, 2017). A esta realidad, contemporánea de otras trans-
formaciones sociales, se la ha identificado desde hace varias décadas
con la denominación de “cambio climático”. Sin embargo, ante la ur-
gencia de aplacar los efectos que ya se están manifestando, se ha comen-
zado a sustituir este término por otros conceptos, tales como “crisis cli-
mática” o “emergencia climática” (Fundéu, 2019). En cualquier caso, en
este trabajo se ha empleado la primera expresión mencionada por ser la
más conocida y utilizada en la literatura científica.
Esta nueva –aunque ya afianzada– realidad tiene su origen en la Primera
Revolución Industrial, justo en el momento en el que se inicia el deno-
minado Antropoceno, concepto propuesto por Crutzen y Stoemer
(2000), quienes consideraron que la magnitud de los impactos generados
por el ser humano en la Tierra ofrece motivos suficientemente consis-
tentes como para hablar de una nueva era geológica (Trischler, 2017).
De esta afirmación se deduce que el cambio de paradigma generado por
la expansión de las fábricas, el transporte y la quema de combustibles
fósiles fue el detonante del incremento del volumen de gases de efecto
invernadero en la atmósfera y, por extensión, del calentamiento global.
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Por tanto, se puede indicar que el fenómeno descrito es de naturaleza
antropogénica (Vázquez, 2019).
Frecuentemente, el concepto de cambio climático se utiliza indistinta-
mente para aludir tanto a las causas como a las consecuencias, es decir,
el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero y el
ascenso del nivel medio del mar –por ejemplo– se conciben como partes
integrantes de la misma idea. En definitiva, se trata de una realidad com-
pleja en la que los cambios producidos en los últimos decenios se gene-
ran a una velocidad preocupante. De aquí arranca el interés mediático y
científico, así como las reivindicaciones sociales en aras de combatir sus
efectos, ya sea a través de la aplicación de estrategias de mitigación di-
rigidas a amortiguar sus causas, o de adaptación, construidas para la re-
ducción de sus efectos (ONU, 2015).
Entre los impactos ambientales que genera el cambio climático, cabe
resaltar la intensificación de la desertificación, el incremento de la to-
rrencialidad de las precipitaciones, el recrudecimiento de los incendios
y la pérdida de cobertura forestal, la alteración de los ecosistemas, la
agudización de los eventos meteorológicos adversos, así como el au-
mento de la frecuencia, altura e intensidad de las marejadas (Karl, 2009;
Banholzer et al, 2014; Campos, 2016; Huaico et al, 2018). El cambio
climático influye igualmente en el incremento de la temperatura de los
océanos, donde también se advierte un proceso de acidificación. Dado
que esto provoca la disminución del carbonato cálcico del que se nutren
los organismos bivalvos para construir sus caparazones, se alteran algu-
nos de los componentes de los ecosistemas marinos, como sucede con
los arrecifes de coral. Por supuesto, a todas estas implicaciones se le
añade el ascenso del nivel medio del mar, producto de la descongelación
de los glaciares y la dilatación térmica del mar, con las consecuencias
que tiene en las áreas costeras (Karl, 2009). Todo ello repercute final-
mente en la economía y en la sociedad, aunque los efectos varían sus-
tancialmente dependiendo del lugar estudiado.
Partiendo de los registros existentes y con arreglo a las coyunturas ac-
tuales, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) ela-
boró cuatro escenarios correspondientes a las diferentes tendencias que
pueden producirse en relación con el ascenso de las emisiones de CO2,
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