Víctimas de la precariedad laboral
| Autor | Loreto Cuevas Escorza |
| Páginas | 99-119 |
VICTIMAS DE LA PRECARIEDAD LABORAL
Loreto Cuevas Escorza13
RESUMEN
Dada la precariedad laboral de nuestro Mercado de trabajo, ya no visto desde algo
coyuntural sino desde una realidad que ha venido para quedarse, donde la flexibilidad del
trabajo ha dado pie a una serie de cambios en cuanto a cómo es entendido el empleo, y las
consecuencias que de esto se derivan: inseguridad, realidad cambiante, menor salario, con
duración determinada a veces tan solo de días o semanas, etc.
¿Cómo acompañar a las personas en su adaptación a este mercado laboral en muchos casos
precario? Quizás sea necesario apostar por el desarrollo de competencias humanas como el
único pilar estable y seguro frente a una realidad cambiante que junto a la competencia
digital sean las nuevas habilidades transversales a la vez que se apuesta por la formación
continua como medio para estar al día y reciclarse dado que los conocimientos
/procedimientos en poco tiempo se van quedando obsoletos.
EVOLUCIÓN DEL MERCADO LABORAL
En los últimos 50 años, España ha sufrido un proceso de transformación en su tejido
productivo. Los acontecimientos históricos estancaron la evolución de la economía y, por
tanto, de los sectores productivos, hasta que, en los años 70, el ritmo que marcaban los
avances tecnológicos permitió la transición del sector primario al secundario, la industria,
que poco a poco fue ganando terreno. En la actualidad, el peso de la economía recae en el
sector servicios (ADECCO, 2016)
Las últimas crisis vividas han puesto de manif iesto que el “tener un empleo” ya no es un
seguro contra la pobreza y la exclusión. Es la precariedad laboral la demostración diaria de
que contar con un empleo ya no te saca de situaciones de pobreza y exclusión.
¿Cuántas personas tienen jornadas parciales, contratos discontinuos o intermitentes que no
les permiten llegar a fin de mes?
13 Psicóloga. Cáritas Diocesana de Sevilla.
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Víctimas sociales y víctimas de delitos
Aunque en el día a día utilizamos como sinónimos trabajo y empleo si es importante dejar
claro que el trabajo hace referencia a una actividad que se realiza para conseguir una
meta/objetivo, mientras que el empleo hace referencia específicamente a la realización de
un trabajo remunerado en base a un contrato formal entre trabajador y empresario. De
modo que, aunque quizás más adelante en algún momento se hable de “trabajo” en todo
momento se quiere hacer referencia al empleo.
Hasta no hace mucho se concebía el empleo como un pilar de integración, capaz de mantener
a la persona dentro del tejido social, capaz de sacar de la situación de exclusión o pobreza a
los individuos y sus familias. Quizás por ello, la mayoría de los usuarios atendidos en la
práctica profesional diaria ponen el acento en el empleo como el medio para resolver las
diferentes situaciones vitales estresantes en las que se encuentran inmersos.
Si se deja a un lado por un momento a la persona como
“trabajador”,
en sus habilidades
personales y competencias profesionales, y nos fijamos en el Mercado Laboral y lo que puede
ofrecer, se vislumbra con facilidad cómo hasta no hace mucho “
tener un empleo
” era
sinónimo de
“salir adelante”
, pues daba acceso y posibilitaba la cobertura de necesidades
del individuo y su familia.
Tener un empleo, hasta no hace mucho te permitía: disponer de una vivienda adecuada, el
pago de recibos, la alimentación, el vestido y calzado adecuados para ti y tu familia,
posibilitaba lo relacional, al poder realizar actividades de ocio y tiempo libre en familia y/o
con amigos evitando de este modo el sentirse solo, aislado ….(...)… y algo clave para la salud
mental del individuo: el
poder proyectar hacia el futuro
, saber que vas a poder comprar a
plazos esa lavadora que se te ha estropeado, esa mesa de estudio nueva para tu hijo/a que
entra en primaria,… Esto permitía vivir en un nivel de incertidumbre bajo, pues sabías que
al mes siguiente volvían a ingresarte la nómina porque
tenías un Empleo
.
Pero esto ya no es así, en palabras de Gorz (1995), se ha asistido a una “metamorfosis” de
las formas del trabajo, se han creado figuras más flexibles y adaptables a los intereses del
capital, debilitando al empleo como el principal mecanismo de integración y cohesión social.
¿Cómo plantearse tener hijos con la precariedad laboral que viven muchas familias, o el
independizarse en el caso de los jóvenes, con bajos salarios, en empleos tempora les, con la
dificultad que luego supone conciliar vida laboral y familiar si la jornada es a turnos o los
fines de semana?
El acceso al mercado laboral en condiciones precarias, constituye en muchos casos una de
las principales causas de pobreza. Desde hace años y quizás con mayor intensidad desde la
crisis del 2008, la clave ya no es tener o no tener empleo sino tener o no tener un
“buen
empleo”
. Porque el concepto de Precariedad Laboral llegó para quedarse, al menos de
100
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