Presentación

AutorJosé Chamizo de la Rubia
Páginas9-10
LAS VÍCTIMAS
Muchas páginas se han escrito sobre las causas y consecuencias de la violencia, as í como
sobre su origen. Se han celebrado multitud de congresos. Ha habido miles de manifesta-
ciones en contra de esa forma de entender la autoridad, la vida. Gandhi es, mundialmente,
el referente común por ofrecer alternativas a reivindicaciones justas desde una actitud
pacífica. Hay otros líderes, aunque el hindú se alza por encima de todos.
En ocasiones cuando hablamos de violencia olvidamos aquellos actos que tienen su raíz
básicamente, en los individuos que habitamos la tierra en este momento de la historia: las
causas personales, que no estructurales. Algunas razones ya son conocidas: sociedad com-
petitiva, inhumana, que lleva a un ser humano a expresarse violentamente, desde la baja
autoestima hasta la soberbia, vanidad, chulería, o razones de índole economica. Las esce-
nas cotidianas que, por serlo, no podemos tolerar, abarcan desde discusiones por el tráfico
rodado o la búsqueda de un aparcamiento, hasta puñaladas en zona de movida los fines de
semana, sin olvidar los ruidos que impiden dormir o peleas impregnadas de alcohol y co-
caína. Estas acciones, ¿son consecuencia de un ego que quiere imponerse a la fuerza igno-
rando las circunstancias de cada persona?
Existen aún expresiones más terribles de este mal contemporaneo. Sobre la violencia de
género, por ejemplo, poco hay que añadir a lo que ya sabemos: que son crímenes cuyos
autores se creen propietarios de las vidas ajenas. Pero hay otros tipos que son nuevos en
este triste panorama. Hablo de la violencia de algunos hijos contra sus padres. Hablo tam-
bién, de la crueldad con la que algunas familias tratan a sus mayores. Es curioso observar
cómo son edades contrapuestas: en una parte de la pirámide de edad estan los menores que
torturan a sus padres, y en la otra parte estan los mayores golpeados por sus familiares de
edad madura. Ante estos tipos de brutalidades no hay argumentos suficientes que sirvan
como base para una explicación coherente. Estas atrocidades se cometen casi porque sí.
Ya sé que en ocasiones hay adicciones, intereses de diversos tipos, historias del pa-
sadopero creo que esos argumentos palidecen ante el tremendo daño que ocasionan.
El repertorio de la violencia se amplia casi a diario:
Violencia de los mercados financieros que dejan sin techo, sin alimentos, sin lo bá-
sico, a muchas personas; que hunden a paises enteros, véase África.
Violencia contra los menores, tanto en el terreno del abuso sexual, como en el del
maltrato físico o psíquico.
Violencia contra las personas discapacitadas: barreras por todas partes.
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