Las personas con sufrimiento y malestar psíquico. Víctimas de un modelo biomédico hegemónico (MBH)
| Autor | Miguel Ángel Castejón Bellmunt |
| Páginas | 469-495 |
LAS PERSONAS CON SUFRIMIENTO Y MALESTAR PSÍQUICO
VÍCTIMAS DE UN MODELO BIOMÉDICO HEGEMÓNICO (MBH)
Miguel Ángel Castejón Bellmunt74
"
Cómo un saber tan escaso puede
arrastrar tanto poder
"
Michel Foucault (1975)
- MODELO MÉDICO INEFICAZ PARA AYUDAR A QUIEN SUFRE PSÍQUICAMENTE
En España, las personas con un trastorno mental son víctimas frecuentes de tratamientos
ineficaces que suelen generarles dependencia, acortar su vida en varios años y atentar
contra sus derechos. Que esto sea posible se explica por la hegemonía del modelo biomédico
que atiende a los problemas de salud mental como si se tratara de cualquier otra
enfermedad física. Con la atención a los malestares psicológicos que nuestra vida cotidiana
actual nos genera, ocurre algo parecido y la respuesta por parte del sistema público se
reduce prácticamente a la mera prescripción de fármacos. De tal forma que España se ha
convertido en el líder mundial de consumo de este tipo de sustancias psicotrópicas a la vez
que en uno de los países de Europa con peores números en recursos materiales y humanos
para atender la salud mental.
El hecho es que entender y tratar el sufrimiento psíquico desde el modelo biomédico, aunque
proporciona un alivio a corto plazo gracias al efecto sedante de la medicación, está muy lejos
de resolver los problemas del que sufre, pese a lo cual se impone como única opción y, muy
frecuentemente, contra la voluntad de las personas.
Asumir como algo incuestionable y fuera del debate que el origen de los trastornos mentales
es orgánico, genético e individual, está impidiendo que se puedan atender cuestiones
sociales y colectivas que ya se reconocen científicamente como determinantes de la salud
mental y cuyo abordaje permitiría evitar o reducir mucho dolor psíquico y humano.
La tesis que se presenta en este capítulo es que el modelo biomédico hegemónico (MBH)
tiene unas características y limitaciones que lo hacen inadecuado para atender a las
personas con sufrimiento psíquico. De forma que para mejorar la salud mental de la
74 Psicólogo.
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Víctimas sociales y víctimas de delitos
población será necesario contar con más servicios especializados, pero, imprescindible,
contar con profesionales que conciban el sufrimiento de otra manera y actúen, en
consecuencia, de forma diferente a como vienen haciéndolo mayoritariamente, desde el
MBH.
Se defenderá esta posición con el apoyo en el trabajo y los textos de expertos/as a quienes
debe agradecerse no solo su trabajo sino también su valor por enfrentarse al modelo
hegemónico. Ellos y otros/as muchos/as profesionales anónimos/as, que se atreven en su
práctica diaria a pensar y a trabajar de forma diferente, están permitiendo construir una
alternativa que lleva esperanza a quienes padecen o podamos llegar a padecer un trastorno
mental.
Al hablar de MBH, no se identifica con la práctica de una única profesión pues, si bien, son
los/as psiquiatras quienes asumen mayores responsabilidades y presiones en su trabajo, no
son los/as únicos/as que lo representan. Muchas otras profesiones, especialmente la
psicología clínica, ha abrazado mayoritaria e incondicionalmente los presupuestos del MBH
y comete, por tanto y desde este punto de vista, los mismos errores.
- EL AUGE DEL MODELO BIOMÉDICO EN LA SALUD MENTAL
Se sigue en este punto, y se volverá a tenerlo en cuenta en otros momentos de este capítulo,
el trabajo del periodista científico estadounidense Robert Whitaker en su obra "Anatomía
de una Epidemia", donde resume los años de esplendor de la medicina biológica que la
llevaron a convertirse en el modelo hegemónico a la hora de atender cualquier problema de
salud que pudiéramos tener.
"A principios de los años 50 la medicina ya había cosechado importantes éxitos.
Los médicos disponían ya de antibióticos de amplio espectro capaces de vencer a
enfermedades que habían sido el azote de la humanidad desde hacía siglos. La
neumonía, la escarlatina, la difteria, la tuberculosis y una larga lista de
enfermedades infecciosas disponían ya antibióticos que podían vencerlas. Pero
no solo se había vencido a los microbios sin que los laboratorios farmacéuticos ya
eran capaces de sintetizar sustancias químicas (sedantes, antihistaminas,
anticonvulsivos y anestésicos) que actuaban sobre el sistema nervioso central de
forma beneficiosa. Y el científico británico Herry Dale echaba, con razón, las
campanas al vuelo en una carta al British Medical Journal: ´Quienes hemos visto
cómo se inició este gran movimiento podemos sentirnos satisfechos y orgullosos
de haber vivido un periodo como ese y confiar en que quienes vivan en el medio
siglo que ahora se inicia verán un avance más amplio y grandioso´. Cuando,
después de la Segunda Guerra Mundial, los dirigentes de Estados Unidos
buscaron un campo de la medicina que se hubiera quedado rezagado, la
psiquiatría destacó por encima de todos los demás"
(Whitaker, 2015: 54).
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