Víctimas de errores médicos-sanitarios

AutorFrancisco Javier Tena Hernández
Páginas175-192
VICTIMAS DE ERRORES MÉDICOS-SANITARIOS
Francisco Javier Tena Hernández28
LA DELGADA LÍNEA ROJA
Siempre me gustó esta denominación aplicada a multitud de circunstancias vitales desde
que vi la interesante y nominadísima película bélica de 1998 donde en el trasfondo de la
misma dejaban en evidencia dilemas éticos y morales de algunos de sus protagonistas.
Incluso lo he usado como herramienta en algunas de las formaciones con compañeros
profesionales que nos ha llevado a intensos debates sobre ética deontológica, sobre la visión
de las cosas, sobre lo acertado y lo erróneo.
Y es que resulta en muchas ocasiones compleja la toma de decisiones, y mucho más aún
cuando tratamos con la salud de las personas, y no solo físicas sino también con las
repercusiones emocionales implicadas en esos momentos. Resulta sorprendente la poca
dedicación y formación que en las facultades se ofrece a los alumnos al respecto, máxime
cuando intervenciones profesionales pueden llegar a tener graves repercusiones en la salud
de las personas que se atiende, algo que por cierto es destacado por todos los profesionales
de las diversas ramas de salud. Y no nos olvidemos, repercus iones también en los
profesionales.
Incluso la propia legislación, que podría decirse que son los textos o referencias más claras
y nítidas respecto a hechos concretos, queda a veces difusa ya que es imposible que en la
normativa vigente queden recogidas cada una de las circunstancias vitales que se nos
pueden dar en nuestras ocupaciones. Añadido a lo anterior se encuentra además la gran
dificultad para establecer claramente la relación clara, causa-efecto entre hecho
(acción/omisión) y repercusión.
Así pues, no resulta tan claro observar, delimitar o evidenciar una conducta clínica
claramente errónea salvo que ésta sea manifiestamente evidente como venimos indicando,
28 Psicólogo
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Víctimas sociales y víctimas de delitos
la mayoría de ellas suelen encontrarse en un espectro bastante difuso y difícil de delimitar.
El máximo ejemplo de ello es que existe un elevado número de denuncias sobre errores
médicos o clínicos que son archivadas tras la investigación (administrativa o penal), según
diferentes estudios no bajan del 70 % de archivos de las diligencias iniciales. Porque no solo
se encuentra el error clínico en sí mismo, hay que evidenciar la relación causa-efecto entre
el error y las repercusiones que haya podido provocar en el paciente de forma clara y
determinante en un paciente cuya salud ya se encuentra mediatizada por multitud de
factores físicos y emocionales que pueden alterar el estado de equilibrio psicofísico. Parece
corroborado este dato por algún otro estudio como el realizado hace unos años por el
Instituto de medicina Forense de Málaga que evidenciaba que más del 80 % de los informes
periciales que se le encargaban por presuntos errores médicos no podían ser achacables a
supuestos actos negligentes por parte del clínico sino a otros motivos que influían
igualmente.
Lo anterior ha llevado que cualquier profesional dentro del ámbito sanitario para el ejercicio
de su profesión deba estar amparado, protegido, por un seguro de responsabilidad
profesional que de una u otra forma lo cubra en caso de error por acción u omisión en el
ejercicio de su trabajo, y créanme, todos los profesionales sanitarios al menos en una ocasión
a lo largo de nuestra vida profesional hemos estado y vamos a estar expuestos a denuncias
de nuestros usuarios/pacientes por nuestro trabajo clínico profesional. Y créanme de nuevo,
yo he sido testigo de esa delgada línea roja donde, a pesar de estar convencido firmemente
de mi buen hacer profesional, aún lo estoy, se ponía en cuestión muchas de las decisiones
que se tomaron en su momento u opiniones emitidas en un documento clínico-pericial e
incluso recogidas las conclusiones en una sentencia judicial.
Las denuncias por errores médicos han estado focalizadas hasta no hace muchos años en la
figura del profesional médico, no obstante, el espectro de profesionales sanitarios es muy
amplio y la propia administración ha tenido que hacer un esfuerzo por regular todas y cada
una de las especialidades dentro del campo sanitario; enfermería, fisioterapia, psicología
clínica, podología, nutrición, etc. Los propios colegios profesionales en los últimos años han
tenido que hacer igualmente un importante esfuerzo para dar respuesta a esa labor
adjudicada que tienen como entes público-privados para reforzar los Códigos deontológicos,
los comités de deontología y las recomendaciones a sus colegiados aclarando dudas
profesionales al respecto.
Como punto de partida vamos a utilizar un pequeño esquema que resume los principales
errores médicos que actualmente son los más denunciados y a la vez los más reconocidos
por los tribunales mediante una indemnización previo señalamiento de responsabilidad y
que nos servirá como punto de partida para este capítulo que vamos a abordar:
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