Los hijos del rencor. Verdugos y víctimas

AutorCristina Jiménez Cortes, María del Valle López Amodeo, Ana Sánchez Barrio
Páginas305-323
LOS HIJOS DEL RENCOR:
VERDUGOS Y VÍCTIMAS
Cristina Jiménez Cortés50
Mª. del Valle López Amodeo51
Ana Sánchez Barrio52
INTRODUCCIÓN
En nuestro trabajo como psicólogas de los Equipos Técnicos de Apoyo a la Administración
de Justicia nos encontramos con una frecuencia creciente con casos en los que un progenitor
denuncia al otro o a la pareja del mismo por maltrato a los hijos, ya sea por agresiones
físicas, negligencia o cualquier otra conducta nociva para los menores, incluido el abuso
sexual. Sin embargo, hay ocasiones en las que en el transcurso de la exploración las
sospechas que surgen en nuestro equipo están más próximas a una disposición negativa
(aversión, desprecio, miedo, desafecto...) inducida en el menor que con la existencia de las
situaciones que se denuncian.
Este capítulo está dedicado a los menores que habiendo sido objeto de manipulación por
parte de un progenitor en contra del otro por diferentes motivos (envidia, celos,
resentimiento, litigios por la custodia, intereses económicos, etc.), hostigan, desprecian,
censuran, odian o sencillamente rechazan a este último, sirviendo de artillería al progenitor
malicioso hasta el punto que pueden proporcionar a éste los elementos que necesita para
formular una denuncia contra el otro. De este modo, el hijo manipulado se convierte en el
instrumento de castigo que utiliza progenitor malicioso, pero es precisamente esta
instrumentalización del menor la que al convertirlo en verdugo del progenitor hostigado,
también lo convierte en víctima del hostigador y como un martillo que estuviera hecho de
un material maleable, a cada golpe que da, d aña al progenitor hostigado, pero también se
daña y se deforma él mismo.
En este capítulo vamos a tratar algunas de las estrategias que los progenitores maliciosos
despliegan sobre los hijos, el mecanismo de acción de dichas estrategias sobre ellos, su efecto
50 Psicóloga. Equipos Técnicos de Apoyo a la Administración de Justicia. Instituto de Medicina Legal. Sevilla
51 Psicóloga. Equipos Técnicos de Apoyo a la Administración de Justicia. Instituto de Medicina Legal. Sevilla
52 Psicóloga. Equipos Técnicos de Apoyo a la Administración de Justicia. Instituto de Medicina Legal. Sevilla
305
Víctimas sociales y víctimas de delitos
en la relación entre estos y el progenitor acosado y las consecuencias a medio y largo plazo
en el desarrollo emocional y la socialización de los hijos instrumentalizados a lo largo de su
desarrollo hasta que se convierten en adultos.
LAS ESTRATEGIAS
El progenitor malicioso puede ser cualquiera de los dos progenitores; tanto el padre como la
madre y tanto el custodio como el no custodio. Aunque pasar mucho tiempo con el menor
facilita la instrumentalización del menor, lo que es realmente decisivo es la voluntad de
hacerlo, ya que sólo quienes hayan tomado la determinación, por venganza, rencor o
conveniencia, de volver a su hijo en contra del otro progenitor, va a desplegar estrategias
orientadas a ello. Las estrategias utilizadas por el progenitor malicioso sobre el menor para
hostigar al otro progenitor son muy variadas y su finalidad es la destrucción de la relación
entre éste y el hijo de ambos. En este cometido el tiempo es un elemento importante y las
distintas estrategias se solapan, ya que se trata de una programación en el menor y eso es
un proceso lento y complejo que requiere dedicación y constancia para tener éxito en la
tarea, ya que hay que ir desviando progresivamente la percepción, la valoración, el afecto y
las actitudes del hijo hacia el progenitor hostigado hasta conseguir que el menor interiorice
el enfoque del hostigador y genere por sí mismo las valoraciones, juicios y consideraciones,
afectos, actitudes y conductas que éste le ha ido induciendo, de tal forma que el menor
llegará a proseguir de forma autónoma la tarea del progenitor malicioso al hacer suyos los
postulados del mismo, aunque pueda creer que su pensamiento, actitudes, afectos y
decisiones están libres de influencias externas.
La dedicación del progenitor malicioso a este cometido, el tiempo transcurrido, el
adoctrinamiento, el uso en contra del otro progenitor de cualquier descuido, error, o
sencillamente de cualquier conducta que pueda molestar o desagradar al menor aunque sea
en beneficio del mismo (medidas disciplinarias, prohibiciones, responsabilidades u
obligaciones), junto con la utilización en interés propio de los puntos débiles y defectos del
propio menor (intolerancia a la frustración, caprichos, arrogancia, egoísmo, celos, desidia,
etc.), potenciándolos y saboteando los esfuerzos educativos del progenitor hostigado, que
queda progresivamente desautorizado, censurado y rechazado. Esto, junto con las propias
contribuciones del meno r, bien mediante “comprobaciones” que refuerzan los postulados y
las insinuaciones del progenitor malicioso, o bien buscando beneficios inmediatos, ganar un
pulso al otro progenitor o conseguir privilegios, facilitan el éxito de esta empresa. Asimismo,
se hace necesario crear un contexto y unas condiciones que faciliten la consecución de la
meta, que como ya hemos indicado no es otra que la destrucción del vínculo afectivo del hijo
con el progenitor acosado, mediante el despliegue de diferentes estrategias:
306

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR