El teletrabajo como reinvención personal. El punto de inflexión entre lo personal y lo profesional.
| Autor | Laura Robles Ortega |
| Páginas | 205-220 |
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Laura Robles Ortega31
En España no estamos o al menos no estábamos acostumbrados a tener un horario distinto, un modo de
trabajo europeo, adaptado a nuestras necesidades y menos aún adaptado a la conciliación familiar. Quizá
el teletrabajo mixto, es decir, el acudir a la oficina a veces y teletrabajar desde casa a veces por necesidad
sea el futuro o de hecho ya es el presente. Teletrabajar te hace conocerte más como persona, te ayuda a
saber cuándo necesitas un respiro, también a saber hasta dónde debemos poner punto, hasta dónde
llegamos y cuándo merecemos un descanso. El teletrabajo para un profesional de la comunicación no es
en sí un problema, al revés, es todo un privilegio, pero cuando hay sobrecarga de trabajo no todo es de
color de rosas.
En mi trabajo habitual solíamos tener jornadas de teletrabajo, especialmente en verano, o cuando quizá
las necesitábamos para acudir al médico o para cualquier cita que requiriese el estar en casa al menos
unas horas. Pero para nada tiene que ver ese teletrabajo que yo vivía con lo que yo he vivido durante los
tres meses de confinamiento. Más proyectos, más carga de trabajo, más horas, mucho estrés y más
descoordinación. He de decir que no me ha supuesto un gran esfuerzo el adaptarme a un nuevo
escritorio/oficina porque me suelo adaptar fácilmente al medio, pero cuando lo que hay a tu alrededor se
tuerce y no gira como gira siempre, toca ponerse la pilas. A los profesionales de la comunicación que me
están leyendo, bravo por vosotros, por nosotros y por todo lo que hemos hecho, difundido y comunicado,
que no es poco.
31 Periodista especializada en comunicación corporativa y marketing digital.
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El
término teletrabajo fue acuñado por primera vez por el físico estadounidense Jack Nilles
en 1973, en
plena crisis del petróleo de los 70. Jack buscaba una solución para reducir el consumo de combustible
producido en los traslados desde el hogar al lugar de trabajo y viceversa. Su propuesta fue «llevar el
trabajo al trabajador y no el trabajador al trabajo».
Lógicamente, a mediados de los 70. la tecnología necesaria para ello aún no existía o no estaba lo
suficientemente extendida. Internet, por ejemplo, estaba aún en pañales. De hecho, tal como la conocemos
no existió hasta 1990, cuando el CERN de Ginebra creó el lenguaje HTML y el primer cliente web.
En cuanto a los ordenadores personales, no fue hasta los 80 que empezaron a extenderse. Para que os
hagáis una idea, el Apple II data de 1977, mientras que
el primer PC de IBM es de 1981
Fue con la expansión de internet y de los ordenadores personales en los 90 cuando el teletrabajo empezó
a ser factible tecnológicamente, sobre todo en Estados Unidos, y muchas empresas comenzaron a
utilizarlo. Incluso las autoridades empezaron a promoverlo.
Trabajar en el ámbito de la comunicación no es trabajo fácil, pero no por la dificultad que conlleve el
realizar ciertas tareas, que puede que también, sino porque ya seas periodista, comunicólogo, reportero o
como si diriges el departamento de comunicación de una institución o empresa privada, siempre tienes
que buscarte las salidas para conservar tu presente y futuro profesional. En este mundo, o estás despierto
o tienes muchísima competencia, y por suerte o por desgracia en el periodismo y en la comunicación se
trabaja así.
Durante la pandemia provocada por la Covid-19 del pasado año 2020, todos hemos tenido que reorganizar
nuestros trabajos, adaptarnos al teletrabajo, ser más profesionales que nunca, adaptarnos al momento e
intentar conservar nuestros puestos, aunque muchos no dependieran de las decisiones de nosotros.
Personalmente, y gracias también a mi profesión, mi trabajo se puede realizar desde cualquier parte del
mundo, simplemente con un portátil, un ratón, un móvil y conexión a Internet puedes hacer todo. Con el
móvil puedes entrevistar, llamar por teléfono, hacer videollamadas, publicar en redes sociales, etc. Con
el ordenador puedes hacer lo mismo y también editar o diseñar creatividades para tus publicaciones. Y la
conexión a Internet, con buena cobertura, es fundamental.
Como estrategias fundamentales para mi comodidad durante el teletrabajo en casa y con el fin de que
pudiera ser productiva, digamos que los métodos o estrategias que he utilizado para desempeñar mi
trabajo han sido los normales que hubiera utilizado en una oficina físicamente. Mi trabajo, al no requerir
de esfuerzo físico o de estar en un almacén o algo por el estilo, podía desempeñarlo con total normalidad
desde cualquier parte, como he comentado antes. Quizá, y con el ob jetiv o tamb ién d e que n o se me cans ara
la vista y no estuviera tan enfocada siempre en un proyecto, optaba por darme un paseo de cinco minutos
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