La enfermera hospitalaria en tiempos de pandemia. El Covid-19
| Autor | M.ª Auxiliadora Gallego Espina, Ana Jiménez Granados, Ana Eva Granados Matute |
| Páginas | 42-57 |
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M.ª Auxiliadora Gallego Espina5
Ana Jiménez Granados6
Ana Eva Granados Matute7
La enfermería es una profesión de servicios y ayuda al ser humano mediante resolución de
problemas que exigen habilidades cognitivas y técnicas dirigidas a cubrir las necesidades del
individuo, familia o comunidad. La ciencia enfermera promueve unos cuidados humanísticos,
centrados en unos objetivos (resultados) y pone en marcha una serie de intervenciones de las
que emanan actividades personalizadas para tratar de resolver los problemas de salud de la
población a la que presta sus servicios. Mediante un enfoque holístico, amplio, que valora el
cuerpo, la mente y el espíritu, el profesional de enfermería pretende potenciar al máximo la
capacidad de las personas para hacer actividades que para ellas son importantes. Analiza las
respuestas humanas y considera principalmente, como se ven afectadas las personas por los
problemas de funcionamiento de los órganos y sistemas.
El acto diferenciador de la profesión enfermera es el cuidado, entendiendo éste como lo hace
una de las personas que sentó las bases de la enfermería actual, Virginia Henderson: “Es la
capacidad de asistir al individuo, enfermo o sano en la realización de actividades que
contribuyen a su salud o a su recuperación y que él realizaría sin ayuda si dispusiera de la
fuerza, voluntad o conocimientos necesarios, de tal forma que le ayude a ser independiente lo
antes posible”. El cuidado que promueve el autocuidado. (Bonill de las Nieves, Amezcua, 2014).
Para prestar unos cuidados de calidad la enfermera dispone de una serie de acciones o
herramientas como la escucha activa, esa forma de comunicar para que el otro sepa que le
5 Diplomada en enfermería. Enfermera de la Unidad de Lesionados Medulares del Hospital Universitario Virgen del
Rocío de Sevilla. Responsable de la Unidad de Estrategia de Cuidados del Centro.
6 Graduada en enfermería por la Universidad de Sevilla. Enfermera de Cuidados Intensivos con Contrato Covid en el
Hospital de San Cecilio de Granada.
7 Diplomada en enfermería. Licenciada en Antropología Social y Cultural por la Universidad de Sevilla. Supervi sora
de enfermería de la Unidad de Lesionados Medulares del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Ho spital
Universitario Virgen del Rocío de Sevilla
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hemos comprendido; la empatía, la capacidad de percibir lo que el otro está experimentando;
el respeto, apreciando y valorando sus cualidades y el contacto físico, un factor clave en la
mejora del bienestar del paciente y que tanto se ha echado en falta en esta pandemia.
Parece que fue ayer cuando nos encontrábamos viviendo un inicio de año como otro cualquiera,
unos primeros meses de 2020 en los que podíamos estar tranquilamente visitando a nuestras
familias, organizando algún viaje con amigos o incluso regresando de uno, disfrutando de una
libertad sin horarios, de un simple paseo o de un “voy a salir a correr”. Las preocupaciones de
entonces ahora parecen triviales. En definitiva, viviendo sin más y viviendo con esa palabra
tan repetida durante todos estos meses, viviendo con normalidad, con esa anhelada normalidad
a la que deseamos volver cada día. Y sí, parece mentira, pero ya hace más de un año que nos
vimos inmersos en esta pandemia, que fue declarada por la Organización Mundial de la Salud
el día 11 de marzo de 2020 y que, hasta unos días después, con la declaración del estado de
alarma en nuestro país, no descubrimos en toda su magnitud. Nos encontramos de golpe con
el silencio de las calles vacías, un silencio ensordecedor que nos atemorizaba con solo sentirlo
a través de las pantallas de nuestras televisiones. Nos vimos inmersos en esa sensación de
vivir una guerra, una guerra en la que el enemigo era invisible y para la que disponíamos de
pocas armas. Descubrimos nuevas expresiones como
confinamientos, cierres perimetrales o
incidencia acumulada
, así como palabras habituales dentro de nuestro ámbito profesional, pero
que parecían nuevas, como
EPIs, PCR, antígenos
… La nueva realidad iba apareciendo como
un sueño o, más bien, una pesadilla de la que no conseguimos despertar.
Hemos cumplido un año ya de esta pandemia, una pandemia que nunca pensamos que
fuéramos a vivir. Una pandemia de la que seríamos los actores protagonistas; actores de una
película en la que nos tocó ser los ya famosos “héroes sin capa”, otra de las expresiones que
infinidad de veces hemos escuchado durante este 2020. Numerosos fueron los reconocimientos
a todos los sanitarios, desde los aplausos que diariamente la sociedad nos regalaba desde sus
balcones durante los duros meses del confinamiento, hasta la entrega del prestigioso Premio
Pri nce sa d e Ast uri as de la C onco rdi a, ot org ado e n el mes d e oc tubr e. I nclu so, el c onoc ido a rti sta
callejero Bansky, nos rindió su particular homenaje con su famoso grafiti “Cambio de juego”.
Este artista nos retrató como a “superhéroes” del momento, dándonos más visibilidad. En su
dibujo, plasmado sobre la pared de un hospital británico, se veía a un niño que tiraba a la
papelera a sus superhéroes favoritos, como Batman y Spiderman, para sustituirlos por una
enfermera que llevaba una mascarilla y una bata como único traje de protección o superpoder.
Esta fue, sin duda, la mejor metáfora de lo que nos estaba sucediendo.
Numerosos fueron y son los agradecimientos por nuestro valor, perseverancia, entrega y
dedicación ante este virus invisible del que tanto desconocíamos y aún desconocemos, en los
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