Símbolos y neutralidad institucional

AutorJosu de Miguel Bárcena
Páginas199-227
199
LA NEUTRALIDAD EN EL ESTADO CONSTITUCIONAL
CAPÍTULO 6
JOSU DE MIGUEL BÁRCENA
Profesor de derecho constitucional
Universidad de Cantabria
Símbolos y neutralidad institucional
1. Introducción
Las últimas décadas han sido especialmente conf‌lictivas en materia de
símbolos en nuestro país. Son diversos motivos los que explican esta conf‌licti-
vidad: en primer lugar, la nación española, reconocida como sujeto político en
el art. 2 CE, es ampliamente discutida por los nacionalismos periféricos. Estos
nacionalismos no se han contentado con tener un reconocimiento jurídico cons-
titucional y estatutario de sus propios símbolos, sino que han puesto en cuestión
los símbolos comunes en sus propios territorios, lo que ha llevado, sobre todo tras
la puesta en marcha de los ciclos soberanistas, a tensiones de gran alcance con
amplio ref‌lejo en la jurisdicción ordinaria1.
1 Estas, y otras cuestiones, desde una perspectiva histórica, en MORENO LUZÓN, J. y NUÑEZ
SEIXAS, X.M., Los colores de la patria. Símbolos nacionales en la España contemporánea,
SUMARIO
1. Introducción. 2. El símbolo como concepto jurídico y como meca-
nismo de integración constitucional. 3. Los símbolos en el espacio
y tiempo públicos: delimitación jurídica. 4. Breve excurso: los dere-
chos fundamentales en la praxis simbólica. 5. Conf‌lictos jurídicos
en torno al uso de banderas y otros símbolos en el espacio público
e institucional. 5.1. La obligación de utilizar la bandera de España
en edif‌icios y actos públicos y sus incumplimientos. 5.2. Instalación
de banderas y otros símbolos autonómicos en otras Comunidades
Autónomas. 5.3. La exhibición en edif‌icios públicos de banderas y
símbolos partidistas. 6. La neutralidad institucional y las manifesta-
ciones simbólicas en el espacio público. 7. Conclusiones.
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Josu de Miguel Bárcena
LA NEUTRALIDAD EN EL ESTADO CONSTITUCIONAL
Algo, no mucho, hablaremos sobre esta cuestión en el presente trabajo.
Por otro lado, estamos ante una gran repolitización de la esfera pública y
de la vida institucional. La democracia que emergió tras la II Guerra Mundial des-
conf‌iaba mucho de la soberanía y de la propia política, lo que condujo a un refor-
zamiento del Estado de Derecho y a la construcción de consensos conservadores
en torno a la redistribución y los servicios públicos2. A comienzos de la década de
1970, generalizada la crisis económica, en Estados Unidos y en Europa se ponen
en entredicho los modelos contramayoritarios y la democracia se reconvierte en
una lucha agonista de grupos minoritarios por ver reconocidos sus derechos3.
La proliferación de procesos identitarios de autodeterminación personal –conse-
cuencia, precisamente, del retorno de la soberanía como concepto operativo– y
la recuperación de la fuerza moral de la mayoría, también se expresan a través
de un combate semiótico de gran relevancia4.
Este combate, con amplios ref‌lejos jurídicos, tiene sentido, precisamente,
en el contexto de una forma política sentimental que ha recuperado las ideas que
caracterizan al ser humano como animal simbólico: en la sociedad tecnológica
la imagen parece haber sustituido a la palabra en la formación de una opinión
pública que dé sentido a los procesos democráticos5. Los nuevos movimientos
sociales y políticos no han descreído, como a veces se piensa, de las instituciones
formales: conocen perfectamente su prestigio democrático y pretenden utilizar
su soporte legitimador para hacer llegar sus reivindicaciones a la mayoría de la
población6. En tal sentido, las reformas legislativas o reglamentarias suelen ve-
nir precedidas de una praxis simbólica que ha pretendido desnivelar la balanza
Tecnos, Madrid, 2017.
2 JUDT, T., Posguerra. Una historia de Europa desde 1945, Taurus, Madrid, 2006.
3 LEVITSKY, S. y ZIBLATT, D., Cómo mueren las democracias, Ariel, Barcelona, 2021.
4 La aplicación del principio de soberanía a la esfera individual no solo ha tenido ref‌lejo en el
ámbito económico –neoliberalismo– sino en la proliferación de la cultura narcisista; al respecto,
ver LASCH, C., La cultura del narcisismo, Neri Pozza, Vicenza, 2020. Sobre el combate semió-
tico de nuestro tiempo, ver ABAD DOMÍNGUEZ, F.B., La guerra simbólica. Hacia una semiótica
para la emancipación, Ediciones Bellaterra, Manresa, 2000.
5 ARIAS MALDONADO, M., La democracia sentimental. Política y emociones en el siglo XXI, Pá-
gina indómita, Barcelona, 2016 y, por supuesto, McLUHAN, M., La galaxia Gutenberg, Galaxia
Gutenberg-Círculo de lectores, Madrid, 2015.
6 VILLAVERDE, I., «¿Tienen opinión las instituciones políticas?», Instituto de Derecho Público.
Blog Observatorio de Derecho Público, 18 de junio de 2018, disponible en: http://idpbarcelona.
net/tienen-opinion-las-instituciones-politicas.

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