Intervención multidisciplinar con personas extranjeras en España

AutorClara Mairén Pérez, Ana Núñez Remesal y Victoria Fernández Vidal
Cargo del AutorTrabajadora social / Psicóloga / Abogada
Páginas539-558
CASO 1. INTERVENCÓ MULTIDISCIPLINAR CON PERSONAS EXTRANJERAS EN
ESPAÑA. MUTILACIÓN GENITAL
Clara Mairen Pérez203
Ana Mª Núñez Remesal204
Mª Victoria F. Vidal205
Lamine nació en Mali, en un barrio de la capital, Bamako, en el seno de una familia de la etnia
Bambara. Era el mayor de tres hermanos, después de él nacieron en su familia una niña y un
niño. Lamine no sabía leer ni escribir, nunca fue a la escuela; era de una familia muy pobre.
La situación en el país es muy inestable desde el año 2012, cuando se levantan grupos
insurgentes en el norte del país; desde entonces la situación es muy inestable. Cuando tenía 15
años, en 2011, decide venir a España para, trabajando aquí, enviar dinero a su familia y así
ayudarla. No deja muy claro si fue una decisión propia o de su padre, pero en ningún caso él se
opuso. En África no se le lleva la contraria a los mayores; nunca, aunque no estés de acuerdo con
lo que deciden.
Durante dos años recorre Argelia y Marruecos y en 2013, por fin, llega a España en patera. En
esta fecha aún no había cumplido los 18 años, pero nunca reclamó ser considerado menor de
edad. Lo tenía bien aprendido:
“si en España dices que eres menor no te dejan trabajar”
; y él
venía aquí para eso, a trabajar. Siempre fue tratado como mayor de edad.
Lamine, es derivado a un centro de ayuda humanitaria en Córdoba, donde le aconsejan solicitar
protección internacional, porque la situación en su país es muy inestable.
Con esa solicitud de protección internacional se le deriva a un recurso del sistema de acogida e
integración de beneficiarios y solicitantes de asilo, programa financiado por el Ministerio de
Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Desde aquí se le da una atención integral:
alojamiento, manutención, gastos económicos derivados de ayudas de vestuario, socio sanitarias,
educativas, así como clases de español, talleres de habilidades socio-laborales, etc. En este
sentido, Lamine contaba con equipo interdisciplinar que lo apoyó y guía en su itinerario de
inserción socio-laboral en España: profesionales de la abogacía, del trabajo social, de la
educación social, psicología y mediación.
Pese a haber estado un año en ese centro, se detecta que no ha sido suficiente; es un cambio
demasiado drástico y él es demasiado joven para asimilarlo en tan poco tiempo. Se acaba el plazo
203 Trabajadora social
204 Psicóloga
205 Abogada
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de estancia en el recurso sin haber alcanzado una autonomía y/o dependencia, ya que Lamine
no ha encontrado trabajo y se queda en situación de calle.
Son meses duros, pasa hambre, frío y sobre todo miedo. No tiene quien le ayude. Alguien le
recomienda que acuda a una entidad de la Iglesia Católica, que allí lo van a ayudar.
Efectivamente, lo alojan y lo derivan a otra ONGD que tiene servicio de empleo. Como sigue
renovando su documento de solicitante de protección internacional206, tiene un permiso de
trabajo provisional en España. En esta ONGD, llamada EQUIDAH, lo atiende Paloma que es
orientadora laboral, que le busca una plaza para realizar un curso de ayudante de cocina.
Lamine aprueba la parte teórica e inicia las prácticas. Paloma, le anima y le comenta que, si
trabaja duro, cuando termine su periodo de prácticas puede tener posibilidades de contratación.
Es lo que él quería desde que empezó su viaje, un trabajo con un sueldo con el que ayudar a su
familia. Por tanto, Lamine se esfuerza al máximo, friega platos como nadie lo hace; y el jefe se
fija en él y le ofrece un contrato al terminar las prácticas.
En este primer momento, Lamine ha conseguido su objetivo, ya tiene trabajo y un sueldo.
Sin embargo, cuando todo parecía estar encajando, llega la resolución de su solicitud de
protección internacional y le deniegan el asilo. En este sentido, la Oficina de Asilo y Refugio
entiende, aunque unos años después cambiará el criterio, que Mali es un país seguro y que no
hay peligro en que vuelva a su país. Por tanto, no tiene derecho de asilo en España y no se le
concede un permiso de residencia.
Lamine se queda “sin papeles” en España. Después de tanto esfuerzo, no ha servido para nada.
Justo en el momento en el que Lamine había empezado a ganar su propio dinero, que ya no vivía
de las ayudas de la Iglesia o de ONGDs y que había pagado sus primeros impuestos, pudiéndole
así devolver a la sociedad española lo que había hecho por él (tantos recursos, tantos
profesionales que lo habían ayudado).
En ese momento, Paloma lo lleva a ver a otra compañera suya, una abogada. De nuevo le cuenta
su historia. En ese tiempo ya cumple los requisitos para solicitar un permiso de residencia en
España por arraigo social: lleva tres años en el país y en el mismo restaurante donde estaba
trabajando le ofrecen hacerle un contrato de trabajo.
Parece fácil, pero no lo es: primero hay que renovar el pasaporte de Mali, lo que le cuesta
bastante dinero y tiene que viajar a Madrid. También tiene que presentar un certificado de que
en su país no tiene antecedentes penales y traducir y legalizar ese certificado. Todo esto cuesta
mucho dinero y tiempo. Además, en estas circunstancias no puede trabajar legalmente puesto
que no tiene permiso de trabajo.
Para el arraigo social la abogada también le pide los documentos contables a la empresa: si
genera suficiente dinero para contratarlo, si tiene beneficios, si el negocio funciona, si paga a
206 La tarjeta roja
Soluciones prácticas a controversias de la vida diaria
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