Gresca en el gobierno

AutorJulio Picatoste
Cargo del AutorMagistrado (jubilado) - Académico de número de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación
Páginas328-329
GRESCA EN EL GOBIERNO 103
Lo que ha ocurrido en el seno del Gobierno en torno a la llamada –en
forma abreviada– Ley de Libertad Sexual es un auténtico cisco. Y me temo
que no va a ser el único. Nada de sorprendente tiene esta refriega interminis-
terial, inevitable en una coalición entre dos partidos de metas similares, pero
de métodos diversos. Es el acoplamiento entre dos naves con dos capitanes,
y esto, quiérase o no, con insomnio o sin él, se nota. Es más, siempre hay
alguien deseoso de que se note.
Según la información de prensa, un sector del ejecutivo, del que forman
parte ministros que provienen de la Carrera Judicial, entre ellos el de Justicia,
llama la atención sobre errores de bulto y graves defectos de técnica jurídica
y legislativa en el texto presentado por el Ministerio de Igualdad.
No parece desacertada la inconformidad de parte del Gobierno. La lec-
tura del informe técnico, cuidadosamente elaborado por juristas expertos,
en el que se hacen objeciones y observaciones al texto del anteproyecto de
ley, pone de maniesto deciencias de índole diversa; no son pocas ni de
poco calado. Entre otras de signo menor, se detectan en el borrador del Mi-
nisterio de Igualdad: preceptos que, en rigor, no lo son porque carecen de
contenido normativo; se trata, en realidad, de proposiciones descriptivas o
desiderativas que tendrían su espacio propio en una Exposición de Motivos,
pero no en el articulado de la ley; contradicciones internas en el propio texto;
duplicidad normativa, al no tener en cuenta que la misma materia ya está
regulada en otras leyes, vicio que acarrea una indeseada complejidad; falta
de previsión de mecanismos que garanticen la aplicación de algunas normas;
deniciones que no se acomodan al Convenio de Estambul de 2011, cuyo
objetivo es, precisamente, la lucha contra la violencia sobre la mujer. Y no
sigo, pero otras observaciones atañen a la redacción de los tipos penales, que
aquí no abordo por su carácter especialmente técnico jurídico.
Los temores que anunciaba en mi anterior artículo, a propósito de las
prisas en la tarea de legislar, estaban justicados. Recelaba de ese afán por
llegar al 8 de marzo abanderando la iniciativa de la reforma. De todo punto
103 Faro de Vigo, 8 de marzo de 2020.

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