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Legisla, que algo queda

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Vincent
AutorJulio Picatoste
Cargo del AutorMagistrado (jubilado) - Académico de número de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación
Páginas309-311
LEGISLA, QUE ALGO QUEDA 95
Fue el scal alemán Von Kirchmann quien, en un discurso pronunciado
en Berlín en 1847, dijo que “tres palabras recticadoras del legislador con-
vierten bibliotecas enteras en basura”; se refería, claro está, a las bibliotecas
jurídicas. Es decir, que una simple página del BOE es capaz de dar al traste
con estanterías y estanterías de ciencia jurídica, si es que el Derecho es, en
verdad, una ciencia.
Si con tan poco se convulsiona tanto, imagínense lo que ocurre cuando
al legislador se le va la mano en un alborotado y desaforado n de esta de
legislatura como el que hemos vivido; entonces lo que tenemos es un tsu-
nami con capacidad para hacer añicos hasta una biblioteca de dimensiones
alejandrinas.
Desde hace tiempo, diría que desde Carl Schmitt, se habla de un proceso
de “motorización legislativa”. Y, entre nosotros, García de Enterría se refería
en el título de un opúsculo suyo a este nuestro “mundo de leyes desbocadas”.
Lejos están los tiempos del legislador pausado y sereno, consciente de
que sus dictados rigen millones de vidas humanas, leyes elaboradas con tem-
planza artesanal y palabras meditadas, que expresan la quintaesencia del sa-
ber jurídico de siglos, que es garantía de perdurabilidad. Ahora, sin embargo,
la legislación es de producción y dimensiones industriales, y la acción del
legislador, agitada, con frecuencia interina, de revisión constante, de vida y
vuelo cortos, nacida en no pocas ocasiones con la urgencia de una entrada
en vigor inmediata o con una vacatio legis brevísima.
Tantas son las reformas legales y tan próximas están a veces unas de
otras, que se atropellan. Y ese “atropellarse efímeras las leyes” es, según diag-
nosticó en verso Leandro Fernández de Moratín, uno de los síntomas pro-
pios de la decadencia. El colmo de este desafuero se dio con la Ley del Jurado,
que fue modicada dos veces ¡antes de entrar en vigor!
Siempre fue seña de identidad de las leyes su estabilidad y jeza, que es
justamente de lo que ahora carecen. Es cierto que los tiempos han cambiado
95 Faro de Vigo, 31 de diciembre de 2015.

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