En torno al funcionamiento del escritorio jurídico Alfonsí
| Autor | Julián Gómez de Maya |
| Cargo del Autor | Profesor Asociado de Historia del Derecho, Universidad de Murcia |
| Páginas | 189-222 |
EN TORNO AL FUNCIONAMIENTO DEL ESCRITORIO
JURÍDICO ALFONSÍ
J G M
Profesor Asociado de Historia del Derecho
Universidad de Murcia
DOI: 10.14679/1673
SUMARIO. I. Planteamiento. II. Los otros talleres: lírica, traducción, ciencia e histo-
riografía: 1. Las Cantigas.- 2. Traducciones cientí cas.- 3. El taller historiográ co. III.
El obrador nomográ co: 1. Nobleza y lealtad.- 2. El Fuero real.- 3. El Espéculo.- 4. Las
Partidas.- 5. El Setenario.- 6. El Ordenamiento de las tafurerías. IV.-Recapitulación.
Del escritorio u obrador jurídico que asistiera a Alfonso X de Castilla en sus
proyectos legislativos salieron las Partidas, el Fuero real, el Espéculo, el Setenario, el
Ordenamiento de las tafurerías, los Privilegios de la caballería villana, unas Leyes de la
Mesta, etcétera1… Aparte de que tal vez Alfonso no sería tan sabio si no llevase anejo
a su nombre aquel primer código, dentro del acuñado concepto de corte intelectual
alfonsí, una especi cidad distingue de entrada esta sección respecto al resto de talleres
que le procuraron tal apelativo: frente a esa dimensión más ajustada a lo cultural de
las escuelas traductológicas, cientí cas o historiográ cas, el escritorio jurídico se
nos presenta íntimamente vinculado con las responsabilidades y prerrogativas del
gobierno regio, radicalmente conexo –como no podía ser de otra manera– con la
cancillería real y los cometidos que le son propios. Pero quizás no se agote en esta el
cupo de peculiaridades si llegaran a comprobarse ciertas dinámicas diferenciadoras
en su metodología de trabajo…
I. PLANTEAMIENTO
En general, a la hora de enfrentarse a la producción bibliográ ca que corre bajo
rma de Alfonso X, sigue resultando ineludible tomar pie, según usanza, del conocido
pasaje de la Grande e general estoria donde se nos elucida cómo
1 Amplíese, v. gr., en Antonio PÉREZ MARTÍN, «La obra legislativa alfonsina y puesto que en ella
ocupan las Siete Partidas», Glossae: Revista de Historia del De recho Europeo 3 (1992), pp. 56-60.
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[…] el rey faze un libro non por quel él escriva con sus manos, mas porque
compone las razones d’él e las emienda e yegua e endereça e muestra la manera de
cómo se deven fazer, e desí escrívelas qui él manda, peró dezimos por esta razón
que el rey faze el libro. Otrossí cuando dezimos el rey faze un palacio o alguna
obra non es dicho porque lo él ziesse con sus manos, mas porquel mandó fazer
e dio las cosas que fueron mester pora ello; e qui esto cumple aquel á nombre que
faze la obra, e nós assí veo que usamos de lo dezir2.
No solo los mandó fazer, sino que mostró la manera de cómo se deven fazer y tam-
bién dio las cosas que fueron mester para semejantes negocios; pero es que, de más a más,
tampoco para ahí su implicación, porque, sobre procurarlas, todavía previamente las
ha escogido por sí, sin desentenderse, con ándolo a los expertos, del proceso selectivo
de materiales; antes bien, […] después que ove fecho ayuntar muchos escritos e muchas
estorias de los fechos antiguos escogí d’ellos los más verdaderos e los mejores que ý sope
e z ende fazer este libro»3, según nos lo anuncia en su arranque esa misma obra. Asi-
mismo, luminoso se revela otro prefacio concomitante, el del Libro de la ochava esfera,
el cual […] lo endreçó et lo mandó componer este rey sobredicho, et tolló las razones
que entendió eran sobejanas, et dobladas et que non eran en castellano drecho, et puso
las otras que entendió que complian; et cuanto en el lenguage endereçólo él por sise»4.
Y prosiguen entonces las palabras liminares del tratado astronómico desvelando –al
margen de la técnica discursiva y redactora, de la composición de las razones– a qué
maestres «[…] en los otros saberes hobo por ayuntadores» para el suministro material,
pudiera decirse, de dichas razones.
El sobrino del monarca, don Juan Manuel, al encarar su Crónica abreviada a partir
de «[…] las crónicas que el conpuso e mando conponer», se complacía encareciendo
con cuánto entendimiento y talante de acrescentar el saber, a tal n, entre «[…] los
grandes fechos que pasaron», selectivamente calibrados, «[…] zo ayuntar los que
fallo que cunplian para los contar», los ordenó y «[…] puso todo conplido e por muy
apuestas razones e en·las menos palabras que se podía poner», del mismo modo «[…]
que·en todas las ciencias zo muchos libros e todos muy buenos», como «[…] que auia
en su corte muchos maestros de·las ciencias e de·los saberes a·los quales el fazia mucho
bien» en pago de su letrado auxilio; dentro de lo permitido por las urgencias del trono
en relación con estas otras iniciativas de su genio, «[…] morava en algunos logares vn
2 ALFONSO X EL SABIO, General estoria, ed. Pedro Sánchez-Prieto Borja, Fundación José Antonio
Castro, Madrid, 2009, 1ª prt., t. II, p. 393. A este respecto, v. gr., acúdase a Antonio GARCÍA SOLALINDE,
«Intervención de Alfonso X en la redacción de sus obras», Revista de Filología Española 2 (1915), pp.
283-288; Jesús MONTOYA MARTÍNEZ, «El concepto de “autor” en Alfonso X», en Antonio Gallego
Morell et al. (recolecs.), Nicolás Marín y Agustín de la Granja (coords.), Estudios sobre la literatura y arte
dedicados al profesor Emilio Orozco Díaz, Universidad de Granada, Granada, 1979, v. 2, pp. 455-462; o
Francisco MÁRQUEZ VILLANUEVA, El concepto cultural alfonsí, Mapfre, Madrid, 1994, pp. 119-126.
3 ALFONSO X EL SABIO, General estoria, 1ª prt., t. I, p. 6.
4 ALFONSO X, «Ochava esfera», Antología, selec. Alejandro Bermúdez Vivas, Orbis, Barcelona,
1983, p. 263. Véase Anthony J. CÁRDENASROTUNNO, «Alfonso X nunca escribió castellano drecho»,
en Antonio Vilanova Andreu (coord.), Actas del X Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas,
Promociones y Publicaciones Universitarias, Barcelona, 1992, v. I, pp. 151-160.
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anno e dos e mas, e avn, segunt dizen los que viuian a·la su merced, que fablauan con·el
los que querían e quando el quería, e ansi auia espacio de estudiar en·lo quel quería
fazer para si mismo, e avn para veer e esterminar las cosas de·los saberes quel mandaua
ordenar a·los maestros e a·los sabios que traya para esto en su corte»5, con lo cual se
recrea en retratarnos ese ambiente cortesano cultivado y presidido tan nuclear como
activamente por su edi cante tío, al paso que nos entera además de unos distintos
grados de intervención real: lo quel quería fazer para si mismo y lo quel mandaua
ordenar a·los maestros e a·los sabios, lo que conpuso y lo que mando conponer…: no en
toda ocasión se procedía bajo idénticas pautas de trabajo, no todas las disciplinas del
saber se prestaban a un inmutable patrón sistemático, pues. Aquí nos interesa indagar
en el modus operandi atingente al ramo jurídico: de él solo nos resalta don Juan Manuel
que «[…] otrosi romanço todos los derechos ecclesiasticos et seglares»6, pero acaso
incorpore esta consagración alguna otra particularidad o marca distintiva del resto de
saberes transitados.
A la vista de tales desvelaciones, de momento y como bien explana Jesús Montoya,
en el suprascrito pasaje «Alfonso X […] pone el ejemplo […] de creación literaria que él
está empleando. Componer las razones, enmendarlas, igualarlas y enderezarlas, mostrar
la manera cómo se han de llevar a la práctica y designar, nalmente, quien las redacte.
Es la descripción de cómo se trabaja en su Scriptorium» y es o entraña, a la par, «[…] el
concepto de autor que el propio Alfonso X tenía, […] dentro de su contexto sociológico
[…]»7 –en una línea preferente de dirección y corrección8, aunque de suyo expansiva–
y no, por supuesto, la noción de autor que manejamos o tenemos interiorizada en la
actualidad. Cabría añadir o matizar, con don Juan Manuel, que tal ejemplo de creación
literaria no reviste caracteres rígidos, monopólicos, sino que invita a tomarlo como
adaptable sin desmentido de esas líneas maestras, regulable ante una diversidad de
circunstancias e iniciativas.
II. LOS OTROS TALLERES: LÍRICA, TRADUCCIÓN, CIENCIA E HISTORIO
GRAFÍA
Craso error fuera revolver lo disímil y perseguir conclusiones genéricamente
extensibles allá donde no se deja ver unidad ni en las motivaciones ni en los medios ni
en las metas, de tal suerte que parece lo más conveniente discriminar en cuanto a los
varios vectores de propulsión de un scriptorium alfonsí que mejor habría que tratar
como scriptoria, de acuerdo con aquellas heterogeneidades que los varios objetos de
atención o cuidado real comportan.
5 DON JUAN MANUEL, «Crónica abreviada», Obras completas, ed. José Manuel Blecua, Gredos,
Madrid, 1982/1983, t, II, pp. 575-576.
6 DON JUAN MANUEL, «Libro de la caza», Obras…, t, I, p. 520.
7 MONTOYA MARTÍNEZ, «El concepto…», pp. 457, 461, siguiendo la línea expositiva de GARCÍA
SOLALINDE, «Intervención…», pp. 286-287.
8 GARCÍA SOLALINDE, «Intervención…», pp. 287-288; concorde, Robert A. MACDONALD,
«Problemas políticos y derecho alfonsino considerados desde tres puntos de vista», Anuario de Historia
del Derecho Español 34 (1984), p. 26.
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