Diferencias en el neurodesarrollo entre menores con Cardiopatías Congénitas y prematuros con Cardiopatías Congénitas

AutorMª del Rosario Mendoza y Belén Sáenz-Rico
Páginas93-101
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Diferencias en el neurodesarrollo
entre menores con Cardiopatías Congénitas
y prematuros con Cardiopatías Congénitas
Mª del Rosario Mendoza y Belén Sáenz-Rico
El capítulo que se presenta a continuación forma parte de una investigación más
amplia como es la tesis doctoral, la cual se está realizando en Facultad de Educación
perteneciente a la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y cuyo título versa
sobre la “detección, despistaje e intervención de alteraciones del neurodesarrollo de
menores con cardiopatías congénitas al nacimiento”. En este capítulo se realiza una
comparativa, a través de un análisis descriptivo, del neurodesarrollo de los menores
con cardiopatías congénitas con aquellos que presentan la misma patología y, ade-
más, son prematuros a fin de conocer si existen o no diferencias en el mismo.
CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS
El desarrollo embrionario del corazón se produce entre la tercera y la décima
semana de gestación. Primero se crea una estructura tubular, la cual se dobla sobre sí
misma; seguidamente, se forman los tabiques en su interior que lo dividen en dos par-
tes, derecho e izquierdo, y, p or último, se crean las válvulas (García, 2006, pp.70-71).
Este órgano está formado por cavidades, las cuales se conocen como aurículas
–izquierda (AI) y derecha (AD)– y ventrículos –izquierdo (VI) y derecho (VD)–.
Estos últimos se manifiestan a través del miocardio, impulsando la sangre hacía
el pulmón a través del VD o hacía todo el cuerpo mediante VI, con gran presión.
Ambas cavidades se encuentran diferenciadas por las válvulas auriculoventriculares
–la tricúspide en el lado derecho y la mitral en el izquierdo–, para impedir que la san-
gre de los ventrículos retroceda a las aurículas cuando se contraigan y éstos, a su vez,
se encuentran separados por los grandes vasos, la arteria pulmonar (AP) y la aorta.
Estas divisiones permiten que la sangre sin oxígeno no se mezcle con la oxigenada.

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