El delito sexual en los círculos de confianza

AutorMiguel Fernández Mañas
Páginas304-356
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El delito sexual en los círculos de conf‌ianza
FERNÁNDEZ MAÑAS, MIGUEL
D-ECO19/20
LISTA DE ABREVIATURAS
AP: Audiencia Provincial
ATS: Auto del Tribunal Supremo
AVD: Agresores de víctima desconocida
CENDOJ: Centro de Documentación Judicial
INE: Instituto Nacional de Estadística
L.O: Ley Orgánica
RAE: Real Academia Española
SAP de Almería: Sentencia de la Audiencia Provincial de Almeria
SAP de Badajoz: Sentencia de la Audiencia Provincial de Badajoz
SAP de Barcelona: Sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona
SAP de Cantabria: Sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria
SAP de Castellón: Sentencia de la Audiencia Provincial de Castellón
SAP de las Islas Baleares: Sentencia de la Audiencia Provincial de las Islas Baleares
SAP de Madrid: Sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid
SAP de Navarra: Sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra
SAP de Zaragoza: Sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza
STC: Sentencia del Tribunal Constitucional
STS: Sentencia del Tribunal Supremo
STSJ de Andalucía: Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía
STSJ de Cantabria: Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria
STSJ de Castilla y León Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León
STSJ de Cataluña: Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña
STSJ de Galicia: Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia
STSJ de las Islas Canarias: Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de las Islas Canarias
STSJ de Madrid: Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid
STSJ del País Vasco: Sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco
304El sistema de justicia ante la victimización sexual
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El delito sexual en los círculos de conf‌ianzaF M, M
TC: Tribunal Constitucional
TS: Tribual Supremo
TSJ: Tribunales Superiores de Justicia
1. INTRODUCCIÓN
El presente estudio trata de indagar en la realidad de la violencia sexual que sufre nuestra
sociedad, y tratar de descubrir o clarif‌icar cual es el verdadero problema al que nos enfrentamos,
dejando fuera el sensacionalismo con el que muchas veces se trata este tema, desde los medios de
comunicación hasta los partidos políticos.
Estando radicalmente en contra de la instauración de nuevas medidas penales, como son
la prisión permanente revisable (en realidad, una especie de cadena perpetua), que son ensalzadas
y reclamadas por diversos partidos políticos en claro ejercicio del llamado “populismo punitivo”,
este TFG tratará de dar luz sobre la realidad de los delitos sexuales que se producen en España,
partiendo de la hipótesis de que el mayor problema de esta índole se encuentra dentro en el ám-
bito de conf‌ianza de la víctimas, y no fuera, en los llamados “violadores callejeros”; y por tanto,
fuera del ámbito punitivo que recoge está medida, y otras propuestas, que parecen más centradas
en castigar casos mediáticos, que en paliar o atajar el gran problema de la violencia sexual.
Una Caperucita en cada generación (Trujillo, 2019) es el artículo a partir del cual comencé
a interesarme por estudiar y analizar este tema. En él, basándose en estudios de diversas expertas,
se expone como parece que los casos más atroces ocurridos contra la libertad sexual de las mu-
jeres son tratados por los medios de comunicación de una forma peculiar. Se da a entender a las
mujeres que ciertos comportamientos normales, como salir sola, o volver a casa de noche, pue-
den traer consecuencias devastadoras. Parece, por tanto, que se les culpa a ellas por las agresiones
sufridas, por no ir con cuidado, cuando en realidad son ellas las víctimas, y sus compañeros
hombres podemos ir libremente por la calle, es decir, el mito del autor desconocido.
Esta sensación, o este miedo (real o infundido), ha tenido impacto en el actual movimien-
to feminista y en sus reivindicaciones, como se puede extraer de la campaña llevada a cabo por
el Ministerio de Igualdad, de cara a la aprobación de la Ley de Libertad Sexual, donde podemos
encontrar la reivindicación: “Sola y borracha, quiero llegar a casa” (“Sola y borracha, quiero lle-
gar a casa”: el lema que enfurece a la oposición, 2020).
Pero ¿hay en realidad en España una cantidad signif‌icativa de casos como para crear esta
alarma social?, o ¿por el contrario son casos poco frecuentes en comparación con el total de
delitos sexuales cometidos? Para tratar de contestar esta pregunta, dejando fuera las causas so-
ciológicas y/o periodísticas, que no son objeto de este trabajo, me parece interesante estudiar en
este TFG si este terror que se infunde sobre las mujeres tiene realmente una fundamentación
empírica, o no; y si además nuestro sistema jurídico responde a la realidad de la situación, en lo
que se ref‌iere a la tipología de delitos, y a como se castigan.
Para contextualizar el planteamiento anterior, cabe mencionar un hecho relevante que nos
debe hacer ref‌lexionar sobre el trato y la situación de la violencia sexual en España.
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Así, mientras que el movimiento feminista en otras partes del mundo, sobre todo en
Estados Unidos, se ha centrado en denunciar y perseguir el acoso sexual que sufren las mujeres
(también algunos hombres), en su ámbito laboral (sobre todo en el mundo de la industria cine-
matográf‌ica) (Bastardo, Fernández, & Vizcaya, 2018); en España, la corriente feminista se ha
centrado en denunciar los casos de acoso, y los abusos y agresiones sexuales cometidas contra las
mujeres en el ámbito del ocio, la mayoría de veces perpetradaos por personas desconocidas (sin
querer olvidar las reivindicaciones de este movimiento en violencia de género).
De esta situación hay que destacar la diferencia importante que se ve, ya que, mientras el
movimiento que se ha dado en EE. UU se ha centrado en delitos sexuales cometidos por cono-
cidos de las víctimas (en este caso, en el ámbito laboral), y se ha tratado de alertar a la sociedad
sobre la situación de debilidad e indefensión que sufren muchas mujeres ante las actitudes de
sus jefes y mentores; en España la respuesta feminista se ha centrado en denunciar casos de
delitos sexuales cometidos por desconocidos, ya que la víctima no conoce al agresor la mayoría
de las veces.
Podemos diferenciar estos dos movimientos, por tanto, en uno americano centrado en
reivindicar que las mujeres no son objetos sexuales, y en otro español, centrado en reivindicar
que no se debe tener miedo, que las mujeres no están solas, y que hay que perseguir y castigar a
los “desconocidos” que las pueden dañar, para que no sucedan más casos tan infames como los
de Laura Luelmo, La Manada de Pamplona o Diana Quer
Mirando la violencia sexual desde otra perspectiva no menos preocupante, hay que men-
cionar también los casos conocidos en las últimas décadas de abusos sexuales a menores, cometi-
dos en gran parte y durante décadas en centros de enseñanza regentados por la Iglesia Católica,
así como de los casos de abusos contra menores acaecidos en multitud de centros de toda índole,
como los deportivos; donde en todos los casos los agresores eran personas de conf‌ianza de las
víctimas. Estos casos, a pesar de ser mucho más numerosos, parecen haber tenido una respuesta,
tanto mediática como jurídica, mucho más débil que casos puntuales y mediáticos como los
mencionados anteriormente.
Hay que señalar, que mientras en otros países como Países Bajos y Australia las institucio-
nes han tomado medidas para investigar los casos de abusos sistemáticos a menores cometidos
dentro del seno de la Iglesia, en España no se han tomado medidas de investigación suf‌icientes
para esclarecer lo ocurrido y poder indemnizar a las víctimas, tal y como alertaba la Fiscalía Ge-
neral del Estado a mediados de 2019, y la persecución de estos delitos se ha dejado en manos de
las víctimas, que deben ir individualmente a denunciar en busca de justicia, rechazando tanto la
Conferencia Episcopal como el Estado la apertura de una causa general de clarif‌icación y perse-
cución de los mismos. (Domínguez & Romero, 2019).
Al señalar estos casos menos atendidos política y mediáticamente, no se pretende, ni
mucho menos, quitar importancia en este trabajo a la alarmante y preocupante situación que
se denuncia mayoritariamente en el movimiento feminista y en los medios de comunicación,
ni negar que se deba dar una respuesta tanto social como jurídica a la problemática; sino que se
trata de dimensionar, con las cifras de las que disponemos, el problema de los delitos sexuales
en la sociedad, y compararlo con los delitos sexuales que comenten conocidos, para poder ver la
problemática real que suponen esta clase de delitos, y poder tomar decisiones para atajarlos, no
solo centrándonos en una parte de ellos, que ya veremos si es la más común o no.
El delito sexual en los círculos de conf‌ianzaF M, M

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