La adopción por el BCE del securities markets programme

AutorJuan Calvo Vérgez
Cargo del AutorProfesor Titular de Derecho Financiero y Tributario. Universidad de Extremadura
Páginas137-148

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Como seguramente se recordará con fecha de 2 de diciembre de 2010 el Banco Central Europeo garantizó proporcionar a los bancos comerciales de la Zona Euro toda la liquidez que necesitasen hasta finales de junio del año 2011 mediante la puesta en marcha del Securities Markets Programme, previéndose que la cuantía de las adquisiciones realizadas resultase acorde al mal funcionamiento que mostraba el mercado. Sin embargo la adopción de la citada medida no fue acompañada por otro tipo de medidas

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extraordinarias esperadas por el mercado como, por ejemplo, la ampliación de la compra de deuda pública de países de la Eurozona con problemas de financiación en los mercados, como España.

Una semana después, esto es, con fecha de 9 de diciembre de 2010, en su "Informe sobre Estabilidad Financiera", el BCE procedió a cuantificar los compromisos de deuda que debían afrontar las entidades financieras integradas en la Eurozona dentro de los próximos dos años, ascendiendo dicha cantidad, aproximadamente, a un billón de euros, esto es, prácticamente el equivalente al PIB español,123señalándose en dicho Informe que "El incremento de las dificultades para acceder a la financiación refleja el impacto directo de la crisis de la deuda soberana en la liquidez de los mercados financieros y la relación entre la posición global de los gobiernos y la salud de sus respectivos bancos nacionales". En el citado Informe quedó asimismo puesto de manifiesto que, a pesar de que las emisiones repuntaron de manera considerable en el mes de septiembre de 2010,124el importe colocado durante los diez primeros meses del citado año fue un 10% inferior respecto al mismo período de un año antes.

Sin lugar a dudas en este marco el conjunto de los bancos comerciales tenían, ante sí, el desafío de alcanzar una refinanciación a lo largo de los próximos años, dado que en la actualidad se encuentran compitiendo por los fondos con el Sector público, pudiendo incluso llegar a encarar riesgos de refinanciación en el supuesto de que no lograsen emitir la misma deuda que les vaya venciendo.125En resumen, a través del citado Informe el BCE solicitó a las entidades financieras la consecución de una mayor transparencia sobre su exposición a la deuda pública, poniéndose igualmente de manifiesto en el mismo que

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el incremento del fondo de rescate previsto para los países de la Zona Euro podría contribuir a mejorar la actual crisis padecida por la deuda soberana.126Por aquel entonces venía desatándose una verdadera "guerra" entre las distintas entidades financieras por los fondos del cliente motivada, en buena medida, por el conjunto de tensiones existentes en los mercados de financiación mayorista. Se trataba, además, de una estrategia que podía llegar a incidir sobre los márgenes y la rentabilidad del sector. De este modo, al haberse visto afectado en determinados países (caso, por ejemplo, de España) el acceso de la banca a la financiación mayorista, el tipo de interés de los depósitos resultó incrementado de manera significativa, en contraste con la evolución de carácter lineal experimentada en países con una situación más sólida.127

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Dada esta situación apuntó el BCE en su Informe de Estabilidad Financiera de 9 de diciembre de 2010 que "En el futuro, algunas entidades podrían seguir sufriendo una presión al alza en sus costes de financiación como consecuencia de mayores tipos de interés en los depósitos a partir de ahora, en caso de que el coste y acceso a los mercados mayoristas no mejore significativamente". Dicha circunstancia provocó además que la citada institución optase por prolongar la refinanciación de la deuda a medio y largo plazo a través de subastas, prolongando la denominada "barra libre" de liquidez (liquidez ilimitada) de las subastas a una semana hasta, al menos, el 12 de abril de 2011 y a uno y tres meses hasta, al menos, finales del primer trimestre de 2011, celebrándose tres subastas a tres meses en 2011 (los días 26 de enero, 23 de febrero y 30 de marzo de 2011), igualmente con liquidez ilimitada, como consecuencia de las agudas tensiones existentes en la actualidad en los mercados financieros.

El BCE rechazó ya desde un primer momento adoptar una actuación de Quantitative Easing similar a la llevada a cabo por la FED y consistente en la imprenta masiva de billetes, optando en cambio por aquella otra estrategia consistente en la adquisición inesperada frente a los especuladores de paquetes de bonos de países de la Eurozona que se hallen en riesgo, con la finalidad de coger a aquéllos a contracorriente en la operación cuando se posicionan "en corto", esto es, cuando apuestan por una bajada del mercado.128Estimaba así la citada institución comunitaria que no era necesario realizar una compra multimillonaria de bonos con la finalidad de lograr su objetivo de aplacar la tensión en los mercados de bonos, siendo en definitiva el objetivo último mantener controlada la inflación en niveles cercanos por debajo del 2%, mejorándose así el mecanismo de transmisión de la política monetaria. Todo ello sin perjuicio de la necesidad de poner en marcha en el ámbito de la Eurozona y en el medio plazo planes de consolidación fiscal.129

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De cualquier manera parecía claro que, con independencia de que el BCE pudiera llegar a "rebajar" el pánico del inversor, debían ser los Gobiernos de la UE los encargados de tomar las medidas necesarias para convencerles de que redujesen el déficit público. Dicho de otro modo, el BCE no debía asumir el papel de "soportar" a los países de la periferia. Debían ser los Gobiernos los encargados de tomar las medidas oportunas para hacer frente a los retos que encaraba la Eurozona. Y dichas medidas habían de ser aquellas necesarias para que los objetivos fiscales fijados resultasen creíbles.

Dentro del ámbito comunitario, a lo largo de la tercera semana del mes de febrero de 2011 el Banco Central Europeo destinó 369 millones de euros a la adquisición de bonos de los países de la Eurozona, un 48% menos que en los siete días anteriores. Como ya se ha señalado la citada institución comunitaria inició el pasado 10 de mayo de 2010 la compra de bonos gubernamentales con la adquisición de 16.500 millones de deuda pública en los mercados secundarios, cantidad que redujo progresivamente hasta prácticamente cero en el mes de octubre de 2010, si bien dicha cantidad resultó reactivada con posterioridad ante el recrudecimiento de la crisis de la deuda soberana de la periferia del euro.

Durante el mes de febrero de 2011 el BCE optó por continuar aplazando los cambios que podrían provocar las crecientes tensiones inflacionistas. Los tipos de interés se mantuvieron en el 1%, con los mercados pendientes de hipotéticas futuras subidas de tipos, las cuales podrían verse condicionadas por el hecho de que el Índice de Precios al Consumo (IPC) de la Zona Euro supere el objetivo ‘límite’ del 2%.

Lo cierto es que el recurso de la banca española a las medidas extraordinarias de liquidez del Banco Central Europeo bajó con fuerza en enero de 2011. Concretamente, y según información facilitada por el organismo emisor a dicha fecha, los bancos y cajas solicitaron 53.120 millones de euros en el primer mes de 2011, un 20% menos que en diciembre de 2010, lo que...

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