Principales consecuencias derivadas de la adquisición de deuda soberana de los países periféricos por el BCE

AutorJuan Calvo Vérgez
Cargo del AutorProfesor Titular de Derecho Financiero y Tributario. Universidad de Extremadura
Páginas148-153

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Tal y como se ha venido señalando, desde que se inició la actual crisis de deuda el Banco Central Europeo ha comprado bonos de los países con problemas, y no sólo de los rescatados, sino también (con efectos desde el

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pasado mes de agosto) de países como España e Italia. Su intervención no ha estado exenta de críticas, a pesar de que las compras se han producido en cantidades muy moderadas y han sido posteriormente "esterilizadas", al retirarse del mercado una cantidad igual de dinero.

¿Cuáles serían los principales efectos negativos a los que podría conducir una intervención ilimitada del BCE? En primer lugar, la no intervención del BCE en la quita del sector privado en Grecia mandaría un mensaje negativo al mercado, hasta el punto de que dicha decisión podría ser inter-pretada en el sentido de que, a la hora de cobrar, los títulos del organismo tienen preferencia frente a los de los tenedores privados. Recuérdese a este respecto que en Grecia el BCE no ha aceptado acudir al programa de reestructuración de inversores privados. Pues bien los inversores podrían pensar que dicha situación podría volver a plantearse en el futuro, desincentivándose así su apuesta por la deuda pública. Y ello especialmente si se tiene presente que los reguladores están solicitando en la actualidad a los bancos que actualicen sus exposiciones a los bonos soberanos a valor de mercado. De este modo, en el supuesto de que los mismos se deteriorasen ello generaría un gran desincentivo para que los bancos mantengan grandes inventarios de deuda en su cartera de negociación.

En segundo término el desarrollo de una constante política de estímulos podría terminar provocando que el BCE perdiese apoyos entre los Estados de la Zona Euro más críticos con la monetización de la deuda y con el consecuente riesgo de una inflación disparada. Tal y como se ha puesto de manifiesto desde el propio Bundesbank, la monetización de la deuda no es una opción para salir de la crisis, lo que representa una forma de descartar la opción de comprar cantidades ilimitadas de bonos. Ello podría conducir a que, finalmente, los precios se desbocasen cuando, como es sabido, el control de la inflación constituye el principal cometido del BCE. Inicialmente la inflación interanual en la Zona Euro se mantuvo en octubre de 2011 en el 3%, la misma cifra que en septiembre de ese año, aunque estaba por encima del objetivo del 2% marcado por el organismo.

Por otro lado cabe plantearse hasta qué punto una intervención ilimitada del BCE podría llegar a implicar que los Estados no cumplieran con sus responsabilidades porque el BCE...

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