Teorias metaéticas. Realismo y antirrealismo. Las tesis del antirrealismo no-sofisticado
| Autor | Hernán G. Bouvier |
| Páginas | 67-114 |
CAPÍTULO II
TEORIAS METAÉTICAS. REALISMO
Y ANTIRREALISMO
LAS TESIS DEL ANTIRREALISMO
NO-SOFISTICADO
1. INTRODUCCIÓN
mundo evaluativo. El status de esa relación depende de qué posición se
asuma con respecto a una discusión metaética ulterior, la discusión entre
realismo y antirrealismo. En este capítulo me propongo introducir parte
de tal debate y centrarme en las tesis de un grupo de autores antirrealistas.
En especial trataré de mostrar cómo algunas de sus tesis no se sostienen y
cómo una forma de antirrealismo no es una posición plausible en absoluto.
Esto restringirá el número de opciones posibles. En el próximo capítulo,
en cambio, me dedicaré a analizar lo que podría llamarse el antirrealismo
razones.
En primer lugar, la conjunción entre el universalismo y la aceptación del
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tentan los Principios Generales (PG). Dicho de otra manera, los elementos
una posición realista. Si el particularismo pretende tener éxito al objetar que
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existen PG válidos y no triviales, debe poder objetar todas las concepciones
acerca de la estructura y referencia de los PG.
En segundo lugar porque de hecho los autores particularistas más impor-
tantes (MCDO W E L L , DA N C Y y MCNA U G H T O N ) se presentan a sí mismos como
realistas. Algunas de las razones que se darán aquí en contra del antirrea-
lismo servirán entonces para introducir y explicar algunas de las ideas que
subyacen al particularismo. Esto permitirá pensar una cuestión ulterior que
será tratada en el capítulo V, a saber: si la conexión entre teorías realistas y
particularismo es necesaria (conceptual) o contingente.
En tercer lugar, el debate realismo/antirrealismo es importante porque
las teorías antirrealistas están íntimamente vinculadas con algunas teorías
del derecho o, más bien, con alguna reconstrucción plausible de la idea se-
gún la cual existen normas o reglas creadas por personas.
Antes de ingresar en el análisis pormenorizado de las diferentes escuelas
conviene aclarar lo siguiente: la discusión a nivel metaético entre realismo
y antirrealismo se basa en el problema de si los Principios Generales (PG) o
lo que sigue en este capítulo, salvo aclaración en contrario, me referiré a am-
bos como «enunciados prácticos» (EP). La referencia indistinta a EP servirá
para analizar conjuntamente las teorías realistas o antirrealistas con inde-
pendencia de la posición ulterior acerca de si existen PG. Con esto pretendo
de la relación entre particularismo/universalismo y realismo/antirrealismo.
2. ANTIRREALISMO
Como se anticipó en el capítulo I, las teorías antirrealistas comparten el
siguiente núcleo: los valores o deberes existen en el sentido de que dependen
de los deseos o actitudes (aprobación, rechazo, etc.) de los individuos. Bajo
esta presentación básica, no tiene sentido decir que existe un deber o valor
pero nadie lo desea o aprueba. Existen bajo este rótulo múltiples teorías (el
emotivismo, el expresivismo, el prescriptivismo y el cuasirrealismo). En ge-
neral estas concepciones suelen ser agrupadas también bajo el rótulo de no-
cognitivismo. La razón es que comparten un núcleo común según el cual los
en el mundo para ser conocidas por los individuos sino que pertenecen, bá-
sicamente, al orden de lo no-cognitivo (pasional, emotivo, etc.). Se trataría
Utilizando una metáfora usual, puede decirse que para estas teorías los pre-
TEORÍAS METAÉTICAS. REALISMO Y ANTIRREALISMO... 69
forman parte del mobiliario, estructura, o tejido del mundo. Una ilustración
básica de aquello que caracteriza al antirrealismo y la noción no-cognitivista
del ámbito práctico se ilustra con las siguientes citas.
Simon BL A C K B U R N sostiene:
someone with [moral] realist sentiments makes the world rich and the inter-
preting mind lazy; someone with opposite instincts makes the world poor, and
the interpreting mind busy 1.
Esto quiere decir, para la presente cuestión, que no hay valores o deberes
en el mundo, sino que ellos constituyen formas de ver el mundo generadas
por la mente o los sujetos que miran al mundo.
Por su parte, John MCDO W E L L dice:
Non-cognitivists hold that ascriptions of value should not be conceived
as propositions of the sort whose correctness, or acceptability, consists in
their being true descriptions of the world; and, correlatively, that values are
not found in the world, as genuine properties of things are 2.
Estas citas son importantes porque ilustran no sólo acerca de aquello que
subyace al debate sino también acerca de la terminología. Durante mucho
tiempo se entendió al antirrealismo y al no-cognitivismo como sinónimos.
Resultaba plausible sostener que el rótulo «no-cognitivismo» era intercam-
biable con el rótulo «antirrealismo» 3. En los últimos años, si entiendo bien,
se ha comenzado a distinguir entre no-cognitivismo y antirrealismo. Se sos-
tiene que todo no-cognitivista es antirrealista, pero que no todo antirrealista
es no-cognitivista. El no-cognitivismo sería una subclase del antirrealismo.
Esto querría decir que el rótulo antirrealismo cognitivista no constituye una
contradicción en los términos. Para que esta distinción funcione, debe ser
posible o bien conocer algo que no es real,
para conocer en el ámbito en cuestión, pero que los EP expresan creencias u
opiniones acerca de un mundo que no existe (i. e. el moral). Esto constituye
una forma bastante frontal de poner las cosas, pero creo que capta el núcleo
de lo que piensan los antirrealistas cognitivistas. Ellos parecen decir que si
1 BLA C K B U R N , 1981: 181.
2 MCDOW E L L , 1998b: 141.
3 Los textos antes citados, por ejemplo, forman parte de una discusión de los años ochenta
entre MCDO W E L L y BL A C K B U R N . MCDOWELL escribe un texto criticando las posiciones no-cogniti-
vistas (con el título «Non cognitivism and Rule Following») y BLA C K B U R N responde defendiendo
el no-cognitivismo contraponiéndolo a las tesis realistas («Rule Following and Moral Realism»).
No obstante, el desarrollo de las discusiones metaéticas ha llevado a que la sinonimia entre no-
cognitivismo y antirrealismo sea disputada. Sobre esto véase más adelante.
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