Conclusiones
| Autor | Hernán G. Bouvier |
| Páginas | 359-377 |
CAPÍTULO X
CONCLUSIONES
En este trabajo se ha explorado un debate complejo que, partiendo de
es comenzar con la tríada universalismo-esceptismo-particularismo y ver
cuáles son sus proyecciones sobre una tríada semejante en el ámbito de las
teorías del derecho. He intentado mostrar por qué considero que hay una
variante del particularismo (meta)ético que se sostiene, por qué el realismo
jurídico no es una mala objeción al universalismo jurídico, y por qué debe
asumirse cierta precaución si se quiere proyectar las discusiones (meta)éti-
cas al análisis del derecho.
I
En el primer capítulo se ha proporcionado un análisis del univer-
salismo.
términos prácticos en una situación, debe contar como tal en cualquier si-
tuación relevantemente similar. De tal manera que es posible formular Prin-
cipios Generales (PG). Tal tesis es implicada por el principio de la univer-
salizabilidad propuesto por HA R E . Según la universalizabilidad, si una cierta
propiedad cuenta en términos morales de una determinada forma, compro-
mete -
temente similar. Esto implica la tesis del universalismo pero la inversa no
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vale. Es fácil ver que existe una cierta asimetría entre sostener que si algo
cuenta como X en una situación, debe contar como tal en cualquiera similar,
compromete con rea-
La tesis central del universalismo en este debate no debe ser confundida
con otras nociones de universalismo que proponen una cierta tesis de relevan-
cia (v. g. igualdad de raza, credo o religión), i. e., una que propone la propie-
dad relevante frente a la cual dos casos deben ser tratados de igual manera.
Ciertamente, la posibilidad de formular un PG es una condición necesaria
sustanciales.
Un PG tiene características conceptuales precisas: vincula un orden físi-
co con uno evaluativo y se expresa mediante la introducción de un condicio-
modus ponens y el refuerzo
del antecedente. La idea general que se encuentra tras el universalismo tam-
bién puede llamarse la «suposición de constancia» o «la tesis de la ubicui-
dad». De acuerdo con estas tesis, lo que hace una diferencia práctica en una
situación, la hace en cualquier otra similar.
Sostener que existe una relación constante entre el mundo físico y el
evaluativo todavía no deja en claro en qué consiste esta relación. Pueden
aquí proponerse dos tesis compatibles con la existencia de un PG. O bien la
relación entre el antecedente y consecuente es independiente de las creen-
cias, deseos o actitudes de los individuos, o bien tal relación es creada por
los individuos (i. e. depende de las creencias, deseos y actitudes). Se deno-
mina al primero realismo metaético, al segundo antirrealismo.
Bajo este esquema puede proponerse que existen dos tipos de Princi-
pios. Principios Generales Deliberativos (PGD) y Principios Generales de
Acción (PGA). Los primeros indican cómo deliberar frente a x, los segun-
dos qué hacer frente a x. Esta distinción puede hacerse colapsar utilizando
la idea de que el segundo implica al primero o son equivalentes (después de
todo deliberar es también una acción).
Si se mantiene la distinción intuitiva, se puede distinguir entre tres tipos
de universalismos. universalismo débil, limitado y fuerte (o absolutismo).
una conclusión que se apoya (como máximo) de manera débil en las premi-
sas. De manera alternativa puede denominarse a esta posición universalismo
deliberativo.
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