La gestión de desastres
| Autor | Jesús Ignacio Martínez Paricio |
| Cargo del Autor | Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid |
| Páginas | 87-114 |
CAPÍTULO 4
LA GESTIÓN DE DESASTRES
J I M P
Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid
DOI: 10.14679/1801
RESUMEN
Toda sociedad, cualquier sociedad y en cualquier momento puede verse afectada
por una situación crítica provocada por un acontecimiento o por un proceso
que termina produciendo cambios fundamentales en su organización y en el
comportamiento de sus habitantes. En esta ocasión, se da cuenta de los desastres
considerados como causa y consecuencia de la crisis a la que debe hacer frente
la sociedad. La sociedad tiene que asumir que la posibilidad más remota tiene
una probabilidad nita de que se produzca un desastre. Para hacer frente a esa
situación, procura disponer de recursos, legislación, normas y habilidades pro-
pias, contando con la solidaridad de los otros para prevenir el desastre, actuar
de manera adecuada reduciendo los efectos negativos que tienen los desastres
en las personas y sus propiedades y, tras el desastre, recuperar el orden de las
cosas que se han visto afectadas.
PALABRAS CLAVE: Desastres. Recursos. Capacidades. Prevención. Gestión.
ABSTRACT
Any society, whoever society, at any time can be affected by a critical situation
caused by an event or a process that ends up producing fundamental changes
in its organisation and in the behaviour of its inhabitants. On this occasion, an
account is given of disasters that are considered to be both a cause and a conse-
quence of the crisis that society has to face. Society has to assume that the most
remote possibility has a nite probability of a disaster occurring. To cope with
such a situation, it seeks to have its own resources, legislation, rules and skills,
relying on the solidarity of others to prevent the disaster, to act appropriately by
reducing the negative effects that disasters have on people and their property
and, after the disaster, to restore order to the things that have been affected.
KEYWORDS: Disasters. Resources. Capacities. Prevention. Management.
Jesús Ignacio Martínez Paricio
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1. CONSIDERACIONES PREVIAS
Una crisis puede desencadenar un desastre y un desastre termina produciendo
una crisis. Crisis y desastre son causa y consecuencia al mismo tiempo. La gestión de
desastres pretende evitar lo primero, y que lo segundo tenga los menores efectos
negativos para la población. Ante las crisis causadas por los desastres debe tenerse
en cuenta el principio donde se reconoce que toda posibilidad, por remota y poco
deseable que pueda parecer, tiene una probabilidad nita de que se cumpla. Los
ejemplos son evidentes y de actualidad. Aunque existieron las señales de emer-
gencia, por la extensión posible y probable de una epidemia que surgía en un país
remoto, en unos casos los avisos no fueron bien interpretados por los que debían,
o no fueron aceptados por los responsables que tenían que poner en marcha las
señales de alerta temprana. El resultado fue que en sus comienzos no se imagina-
ron los efectos demoledores de lo que terminó convirtiéndose en una pandemia
que todavía continúa manifestándose. Tampoco cabía imaginar el desencadena-
miento de una guerra convencional entre los ejércitos de dos Estados europeos y
desarrollados. También se tuvo constancia de las primeras señales de actividad de
un volcán dormido durante décadas, pero no se anticiparon, por los que debían
tomar decisiones, las consecuencias con las que se manifestó la erupción violenta
y continuada a lo largo de semanas.
Los desastres afectan a todos los países y sociedades. Incluso las más avanzadas,
con recursos y medios su cientes, mantienen la incertidumbre ante el riesgo de un
desastre. El progreso, los avances en el conocimiento y contar con recursos cada vez
más precisos acortan los espacios donde se plantean las dudas, pero las dudas no
desaparecen. Es más, con el progreso económico y los avances tecnológicos surgen
nuevos escenarios de riesgos y amenazas donde lo desconocido sigue presente,
incluso aumenta. En los desastres, la incertidumbre sigue siendo una de las variables
fundamentales a tratar de resolver en las sociedades avanzadas, también en las que
progresan y, por supuesto, en las que quedan estancadas.
Tampoco habrá que olvidar la conclusión a la que llegó Newton al comprobar
su fracaso personal y especulativo ante las inversiones que le auguraban grandes
bene cios económicos sin apenas realizar esfuerzo alguno. La conclusión a la que
llegó cientí co tan principal sirve para prevenir el desastre antrópico, el provocado
por el hombre. Al comprobar sus pérdidas económicas se comenta que dijo que
“podía predecir el movimiento de los astros, pero no la locura de los hombres”.
No cabe discutir la importancia y el provecho de la razón en todas las ocasiones y
situaciones a las que se enfrenta la sociedad, más aún ante las emergencias. No hay
que olvidar que la razón descontrolada produce monstruos y comportamientos que
no se podían imaginar, ocasionando el sufrimiento de los ciudadanos.
Los procesos geológicos y meteorológicos no son lineales, son cíclicos. Por eso
mismo, los desastres de la naturaleza y en la naturaleza terminan por ser repetiti-
vos. Mantienen una periodicidad que, esta vez sí, resulta aproximada cuando no
desconocida. En la naturaleza no se puede predecir el momento en el que se va a
desencadenar el desastre. Hay que asumir que la amenaza, la emergencia y el de-
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