La gestión de crisis en el marco de la OTAN
| Autor | Alfredo Sanz y Calabria |
| Cargo del Autor | General de división del Ejército de Tierra (Reserva) |
| Páginas | 143-167 |
CAPÍTULO 6
LA GESTIÓN DE CRISIS EN EL MARCO DE LA OTAN
A S C
General de división del Ejército de Tierra (Reserva)
DOI: 10.14679/1803
RESUMEN
La Organización del Tratado del Atlántico Norte es una Alianza defensiva de
carácter político-militar con una larga historia. Fruto de esta historia y de la
experiencia acumulada, la OTAN dispone de un mecanismo de gestión de crisis
muy so sticado, cuya última revisión se produjo tras la aprobación del Concepto
Estratégico de 2010.
Enfrentada a los desafíos que se produjeron en 2014 como consecuencia de la
proclamación del califato; de la ilegal anexión de Crimea, y del apoyo ruso a
la autoproclamada independencia de Luhansk y Donetsk; de la aparición de
China como un actor internacional de primer orden; y del reconocimiento por
la propia Alianza de los dominios ciber y espacial, parece evidente la necesidad
de preguntarse si el modelo existente ha llegado a sus límites.
El Concepto Estratégico aprobado en Madrid en 2022, pese a no ser una ruptura
con el anterior, sí introduce cambios profundos que deberían re ejarse en una
revisión funcional de parte de los procesos implicados en en la gestión de crisis
y de la organización que los soporta.
PALABRAS CLAVE: Crisis, Gestión de Crisis, OTAN, Tratado de Washington,
Concepto Estratégico.
ABSTRACT
The North Atlantic Treaty Organization is a political-military defensive Alliance.
Over the years and because of its long history and the cumulative experience,
NATO developed a very sophisticated and complex crisis management
mechanism. The last review of this mechanism happened after the NATO
Strategic Concept 2010 approval.
Challenged in 2014 by the Caliphate, the illegal annexation of Crimea and
Russian support to the self-proclaimed independence by Luhansk and Donetsk,
the rise of China as a global power, and the reconnaissance of Cyber and Space
as new operational domains by NATO, it is time to question if the existing model
has reached its limits.
Alfredo Sanz y Calabria
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NATO Strategic Concept 2022, approved in Madrid is not a clear breakaway
from the former document; however, it comes with deep changes that should
trigger a functional review of crisis management processes and the supporting
organization.
KEYWORDS: Crisis, Crisis Management, NATO, Washington Treaty, NATO
Strategic Concept.
1. INTRODUCCIÓN
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es uno de los princi-
pales, si no el más importante, proveedor de seguridad en el espacio euroatlántico.
Fue creada al acabar la Segunda Guerra Mundial, al amparo de la Carta de las
Naciones Unidas, con la nalidad de “salvaguardar la paz, la herencia común y la
civilización de sus gentes; basada en los principios de democracia, libertad indivi-
dual y el imperio de la Ley, buscando la promoción de la estabilidad y el bienestar
en la zona euroatlántica” (OTAN, 1949).
La carta fundacional de la OTAN es el Tratado de Washington, rmado el 4 de
abril de 1949 en un contexto geopolítico muy determinado cuando, tras la derrota
de las potencias del Eje, empezó a percibirse al comunismo como el mayor enemigo
de las democracias liberales. Inicialmente sólo doce países formaban parte de la
misma, pero en el momento de escribir estas líneas ya son treinta los socios del club
y, previsiblemente, en los próximos meses llegarán a treinta y dos, una vez nalice
el proceso de adhesión de Suecia y Finlandia.
La diferencia fundamental entre la OTAN y cualquier otra organización de se-
guridad es la existencia de la estructura de mandos, que es un conjunto de Cuarteles
Generales permanentes que proporcionan una capacidad de mando y control muy
superior a la que podría permitirse cada uno de los países por separado.
Además, y pese a lo que pudiera parecer, dado el diferente potencial de las
naciones que forman parte de la Alianza, todas las decisiones de la OTAN se toman
por consenso, lo que puede alargar los plazos en algunos casos, pero las dota de
una legitimidad difícilmente alcanzable por otros medios.
La OTAN siempre ha sido y es una organización defensiva. Comenzó teniendo
un carácter fuertemente militar, pero, tras la caída del muro de Berlín, ha ido
evolucionando hacia una Alianza mucho más política, y un enfoque radicalmente
distinto de la seguridad al que existía durante la guerra fría.
Esta orientación hizo que las capacidades, que se habían diseñado y entrenado
para responder en un tiempo récord a la amenaza que suponía el Pacto de Varsovia,
pudieran emplearse de una manera muy sencilla para dar respuesta a los proble-
mas de seguridad que se generaron como consecuencia de su disolución, y que se
extendieron por el globo en el periodo inmediatamente posterior.
El carácter defensivo de la Alianza implica que, en caso de con icto, no puede
tomar la iniciativa. Esta circunstancia condiciona –y mucho–, la mentalidad, la
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