Una experiencia docente en entorno simulado: investigación en la escena del crimen
| Autor | Janire Rámila Díaz |
| Cargo del Autor | Universidad Europea de Madrid |
| Páginas | 689-711 |
Capítulo XXXVI
UNA EXPERIENCIA DOCENTE EN ENTORNO SIMULADO:
INVESTIGACIÓN EN LA ESCENA DEL CRIMEN
Janire Rámila Díaz
Universidad Europea de Madrid
Este artículo ha sido realizado dentro del grupo de investigación de la
Universidad Europea “Manifestaciones jurídicas a través de recursos
audiovisuales y otros recursos de ficción”.
1. LOS ESTUDIOS DE CRIMINOLOGÍA EN ESPAÑA
Pese a que el estudio del delincuente y del delito haya disfrutado
de una larga tradición en España, con personalidades tan conocidas
como el teólogo y jurista Alfonso de Castro (1495-1558), quien ya
esgrimía la idea de que el castigo debe servir para reformar al
delincuente; el también jurista Manuel de Lardizábal y Uribe (1739-
1820), defensor de que la pena se adecúe al bien jurídico vulnerado; o
el catedrático de Derecho Penal y de Criminología Constancio Bernaldo
de Quirós (1873-1959) y los penalistas Mariano Ruíz-Funes (1889-
1953) y Federico Castejón y Martínez de Arizala (1888-1972), por citar
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algunos nombres de diferentes épocas, la Criminología, como
enseñanza reglada, tardó en llegar a la universidad española.
En 1903 se fundó en España, por el Real Decreto del 13 de marzo
de 1903, creando en la Prisión Celular de Madrid una Escuela especial
de Criminología, un centro de estudios pionero en España enfocado,
como señala el propio Real Decreto, a ofrecer estudios criminológicos
“al personal de la Sección directiva del Cuerpo de Prisiones de la
Dirección general de este ramo y de los establecimientos de educación
correccional que se instituyan”. También permitía ofertar estos
conocimientos “como ampliación y complemento de las enseñanzas
de otras Facultades y carreras en que se conceptúe necesario la
especialización de los conocimientos criminológicos”.
Estudios que fueron ampliándose poco a poco hasta llegar al gran
público, auspiciados por el desarrollo de las ciencias sociales en
España, la mejora económica y el avance de la alfabetización
experimentados profusamente en los años 60-70. Así fue cómo se
propició la fundación de las primeras escuelas e institutos en esta
materia, casi siempre adscritas a facultades de Derecho. Fue el caso de
dos de los institutos más antiguos del país: el Instituto de la
Universidad de Valencia, fundado en 1968, y el Instituto Vasco de
Criminología, creado por Antonio Beristain en 1978.
Sin embargo, no sería hasta la publicación del Real Decreto
858/2003 de 4 de julio cuando se creara el título oficial de Licenciado
en Criminología, como una respuesta a la necesidad social de
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