Compromisos pedagógicos del profesorado universitario con los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Hacia una educación superior en clave de justicia y solidaridad
| Autor | Dra. María José Alcalá del Olmo |
| Cargo del Autor | Universidad de Málaga |
| Páginas | 321-339 |
ISBN: 978-84-1122-579-3
Página 321
Capítulo 15. Compromisos pedagógicos del
profesorado universitario con los Objetivos de
Desarrollo Sostenible: Hacia una educación superior
en clave de justicia y solidaridad
Dra. María José Alcalá del Olmo
Universidad de Málaga
I. Introducción
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (en adelante ODS) generan un
importante arraigo en los centros universitarios, atendiendo al compromiso
que representan en la formación de ciudadanos y ciudadanas en
competencias clave para abordar cada uno de ellos (ONU, 2021).
Constituyen el reflejo de la responsabilidad educativa actual con la
transformación mundial, en la que la atención a la dimensión cognitiva,
socioemocional y conductual adquieren verdadero protagonismo en los
diseños curriculares (Daub et al., 2020). Se trata, ante todo, de formar
personas críticas, solidarias y comprometidas con los retos de una sociedad
cada vez más compleja y plural, cuyas situaciones de especial vulnerabilidad
precisan educar en términos de resiliencia, inclusión y sostenibilidad.
Como institución con clara responsabilidad social, la universidad del siglo
XXI desempeña un rol esencial en el logro de los ODS (Cebrián et al., 2019;
Valderrama et al., 2020), a partir de la generación y la difusión del
conocimiento en coherencia con la transformación de la sociedad, de la
misma forma que estos Objetivos representan un punto de inflexión para
valorar la importancia de introducir cambios pedagógicos significativos en
aspectos relativos a la docencia, la gestión, la investigación y la participación
comunitaria en la educación superior.
En el año 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con el firme propósito de llevar
a la humanidad a la asunción de estilos de vida solidarios y sostenibles, en
coherencia con las directrices establecidas en la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río +20), celebrada en el
año 2012. En el centro de la mencionada Agenda figuran los 17 ODS,
Derecho, legislación y políticas públicas en el marco de los ODS
Torres Fernández, C., Jerez Rivero, W., De la Serna Tuya, J.M. y Gordillo Bogotá, H. (Eds.)
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orientados a cuidar y preservar el planeta para ofrecer lo mejor del mismo a
las generaciones venideras. Asimismo, estos objetivos tratan de atender a
necesidades sociales tan apremiantes como la salud, el empleo, la
educación, la pobreza extrema y el cambio climático, situando la mirada en
la supervivencia de la humanidad (Unesco, 2017).
La educación superior se identifica de forma explícita con el Objetivo número
4 de la Agenda 2030 (Unesco, 2015), en tanto que permite trabajar de forma
transversal el resto de los objetivos y sitúa a la universidad ante el
compromiso de hacer realidad una educación de corte sostenible e inclusivo,
en aras de dar respuesta a situaciones de especial vulnerabilidad (Alcalá del
Olmo et al., 2021). Asimismo, la Unesco pondría de manifiesto en la
Declaración de Aichi-Nagoya sobre la Educación para el Desarrollo
Sostenible, celebrada en el año 2014, que las universidades deben
encargarse de incluir la sostenibilidad en todos sus marcos de actuación, de
forma que impregnen aspectos relativos a la gestión, la docencia y la
investigación al objeto de contribuir de forma decidida a la construcción de
sociedades resilientes, sostenibles e inclusivas.
ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, expone en su
Preámbulo que la formación superior debe ir destinada a dotar a los
estudiantes de aquellas herramientas que le permitan ejercer una
ciudadanía y un ejercicio profesional solidario, ético y responsable,
constituyendo, la protección medioambiental, un ingrediente clave para
lograr estas pretensiones (Bautista y Díaz, 2017).
En el año 2005, con una revisión posterior en el año 2011, la Conferencia
de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), se encargaría de
aprobar las Directrices para la Sostenibilidad Curricular, lo que representó
un ingente esfuerzo por parte de este Organismo en la delimitación de
criterios destinados a facilitar la inclusión de los ODS en los tejidos
curriculares universitarios, subrayando que esta cuestión afecta a todos los
campos y áreas de conocimiento, cuyo abordaje debe realizarse desde un
planteamiento transversal e interdisciplinar (Aznar et al., 2019). En el año
2018, la citada Conferencia trazaría un Plan de Acción en el que quedarían
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