Capítulo 24. Dirección y planificación estratégica: diferencias y similitudes en el contexto de la ética y la responsabilidad social
| Autor | Patricia Huerta-Riveros y Carolina Leyton-Pavez |
| Cargo del Autor | Departamento de Administración y Auditoria, Universidad del Bío-Bío / Departamento de Gestión Empresarial, Universidad del Bío-Bío |
| Páginas | 506-521 |
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CAPÍTULO 24
DIRECCIÓN Y PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA:
DIFERENCIAS Y SIMILITUDES EN EL CONTEXTO
DE LA ÉTICA Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
PATRICIA HUERTA-RIVEROS
Departamento de Administración y Auditoria, Universidad del Bío-Bío
CAROLINA LEYTON-PAVEZ
Departamento de Gestión Empresarial, Universidad del Bío-Bío
1. INTRODUCCIÓN
En el estudio del proceso de gestión de las organizaciones se suele ana-
lizar el concepto de dirección estratégica y el de planificación estraté-
gica, los cuales son tópicos diferentes pero complementarios, que com-
parten similitudes en común, pero que también presentan grandes dife-
rencias, que es necesario considerar cuando se estudia y aplica en las
instituciones.
En efecto, “según Hernández et al (2017, p.16) la planificación y la di-
rección estratégica son enfoques que presentan variedad de opciones o
esquemas, siendo la dirección un concepto más general que puede abar-
car al primero” (Bryson et al, 2009; Huerta et al, 2020, p. 84). Esta afir-
mación permite apreciar la relación entre ambos conceptos, porque uno
de ellos contiene al otro, aunque siguen siendo diferentes.
De hecho, “la dirección estratégica es un proceso que se orienta a la toma
de decisiones encaminadas a formular e implantar la estrategia, lo que
implica la movilización de los recursos de una organización para el logro
de los objetivos globales” (Cuervo, 1996; Bryson et al, 2009; Huerta et
al, 2020, p. 84). Por lo tanto, este concepto está más vinculado a aquellas
decisiones estratégicas que permiten orientar el camino de la institución
y sirve de guía a los stakeholders que se relacionan con la empresa a lo
largo de su existencia.
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En cambio, “la planificación estratégica puede proporcionar una forma
de conocimiento útil para los tomadores de decisiones” (Bryson et al,
2009; Huerta et al, 2020, p. 84). Definición similar a la anterior, pero en
ella se percibe que es necesaria su formulación, es decir, el documento
escrito para constituirse realmente en una forma de conocimiento útil.
Además, es necesario considerar que “la planificación se aplica a todo
tipo de organización y debido a su importancia han surgido diversos mo-
delos que permiten llevar adelante su implementación” (Huerta et al,
2020, p. 254). En definitiva, la planificación, al igual que la dirección
estratégica, es necesaria en todo tipo de organización, y, por ello, existen
en la literatura diferentes esquemas que representan los elementos fun-
damentales que cada uno de ellos debe considerar.
Por lo tanto, la dirección estratégica es una disciplina que contiene a la
planificación estratégica y que se representa a través de un proceso, al
igual que la planificación, disciplina que posee diversos elementos, he-
rramientas o instrumentos, al igual que reúne estrategias y lineamientos,
que reflejan el estilo de gestión de quienes lideran, gestionan y guían a
la organización.
Sin embargo, aunque el proceso de dirección reúne una diversidad de
elementos y etapas, no es aplicada y/o explicitada por completo en la
planificación estratégica que desarrollan las organizaciones, porque, en
la planificación, se debe decidir qué elementos se van a incluir o no, y,
además, existen elementos intangibles presentes en la dirección estraté-
gica que es difícil materializar a priori en un documento escrito, como
es el estilo de liderazgo, el carisma, la imagen y/o prestigio de quien
dirige la institución, lo cual también orienta el camino de la organiza-
ción. Por ello, es necesario analizar las características que posee cada
uno de estos procesos y vislumbrar sus similitudes y diferencias, para
tratar de contribuir a su comprensión e implementación en la organiza-
ción.
Lo anterior, en el contexto de la ética y responsabilidad social que todas
las organizaciones deben incluir, por ser elementos fundamentales y trans-
versales que poseen y que deben aplicar ambos procesos estratégicos.
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