Abogacía y diccionario de la RAE
Autor | Julio Picatoste |
Cargo del Autor | Magistrado (jubilado) - Académico de número de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación |
Páginas | 249-250 |
ABOGACÍA Y DICCIONARIO DE LA RAE 76
“Ahora Abogacía” es un movimiento promovido por abogadosque se
plantea el logro de encomiables propósitos, entre ellos, dignicar tan noble
profesión y recuperar el liderazgo que a la abogacía debe corresponder en la
sociedad actual.
En esa línea, una de las iniciativas planteadas ha sido la de solicitar al
presidente de la Real Academia de la Lengua Española, Santiago Muñoz Ma-
chado, que es también reputado jurista, la supresión de la tercera acepción del
sustantivo «abogado/a» que actualmente gura en el diccionario de la RAE, se-
gún la cual aquella palabra signica también “persona habladora, enredadora,
parlanchina”. Entiende la agrupación citada que esa signicación es “peyora-
tiva dado que menosprecia la dignidad del abogado como parte esencial de la
defensa de las garantías de los ciudadanos”, denigra la profesión y los valores de
los que la integran, y no dene correctamente al abogado como actor jurídico
esencial para la defensa de las garantías de los ciudadanos.
No deja de sorprender que esta agrupación de profesionales, descono-
ciendo el papel de la Academia de la Lengua, haga una petición de ese alcance.
La Academia no crea palabras, ni las quita o pone a su antojo en el diccionario,
ni decide sobre acepciones. Se limita a levantar acta de la lengua hablada, lle-
vando a cabo una función notarial del lenguaje vivo. Mientras las palabras sean
usadas y, por tanto, tengan vida en el habla del pueblo, tendrán presencia en el
diccionario. El día en que la institución constata el uso regular y arraigado de
un término, lo registra, lo incorpora al diccionario, que hace entonces función
de Registro Civil del idioma. Cuando el pueblo deja caer en desuso un vocablo,
este entra en estado comatoso y nalmente muere porque los hablantes lo olvi-
dan; es la prescripción por silencio; su acta de defunción se materializa enton-
ces con su desaparición del diccionario. Acontece en ocasiones que la palabra,
llegada al ocaso de su vida, enmudece porque deja de ser útil para el habla de
la comunidad, mas comoquiera que aparece documentada en textos literarios
de algún clásico, se mantiene en el diccionario, si bien con la indicación de ser
término en desuso en el lenguaje actual.
76 Faro de Vigo, 28 de mayo de 2022.
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