La sobrerrepresentación del extranjero en el sistema de justicia penal español: algunas recomendaciones
Autor | Esther Montero Pérez De Tudela |
Cargo del Autor | Colaboradora de la Universidad Loyola Andalucía Jurista de Instituciones Penitenciarias |
Páginas | 472-493 |
CAPÍTULO 22
LA SOBRERREPRESENTACIÓN DEL EXTRANJERO EN
EL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL ESPAÑOL:
ALGUNAS RECOMENDACIONES
ESTHER MONTERO PÉREZ DE TUDELA
Colaboradora de la Universidad Loyola Andalucía
Jurista de Instituciones Penitenciarias
1. INTRODUCCIÓN: LA INMIGRACIÓN EN EUROPA Y
ESPAÑA
Si bien el fenómeno de la inmigración es uno de los más difíciles de
analizar, es evidente que la movilidad de los seres humanos ha aumen-
tado en las últimas décadas.
En 2018, el informe de la Organización Internacional para las Migra-
ciones (OIM) señalaba la existencia en 2015 de 244 millones de mi-
grantes internacionales en el mundo. Esta cifra ascendió en 2020 a 281
millones (OIM, 2022)677.
En general, y especialmente en el caso que nos ocupa, en Europa, se ha
producido un aumento de la llegada de inmigrantes. Según las estadís-
ticas de la Unión Europea (UE), Eurostat678, en 2020, 1,9 millones de
inmigrantes entraron en la UE procedentes de países terceros y aproxi-
madamente 23,7 millones de personas (5,3 %) de los 447,2 millones de
personas que vivían en la UE en esas fechas no eran ciudadanos comu-
nitarios (pertenecientes a un Estado miembro de la UE).
Entre las diversas causas que propician la inmigración destacan aque-
llas relacionadas con factores socio-económicos. La gran mayoría de
los desplazamientos migratorios responden a motivos económicos, a
aspiraciones de adquirir un mejor nivel de vida (Guisández Gómez,
677 Disponible en: https://bit.ly/3Dyz8QF
678 Véase: https://bit.ly/3UgapXZ
2002); a sensu contrario, la población tiende a no desplazarse o incluso
regresar al país de origen si la ecuación coste-beneficio cambia
(Castles, 2004). Muchos movimientos migratorios tienen su origen en
situaciones de conflicto o en situaciones de desamparo y de extrema
pobreza, lo que provoca que frecuentemente el inmigrante que llega al
país de acogida lo hace en una situación socio-económica desfavore-
cida, con objeto de encontrar un empleo u optar a un mejor salario (Ce-
brián, 2009). Es importante hacer alusión a estas causas porque influyen
en las características socio-demográficas del inmigrantes. En el caso
español, destaca precisamente el alza de flujos migratorios que provie-
nen de países del Magreb y de América Latina (Ospina, 2015; Muñoz
de Bustillo y Antón, 2010), normalmente en condiciones socio-econó-
micas más desfavorables que la población autóctona. Según el mencio-
nado informe sobre las migraciones de 2022 de la OIM, dentro de Eu-
ropa, el crecimiento migratorio más grande correspondió a España y
Portugal (OIM, 2022, p. 30).
En España, la tasa de inmigrantes por cada mil habitantes era en 2019
de 12’90679. Las estadísticas de la ONU (de 2020), registraban la pre-
sencia en la Unión Europea de 37 millones de inmigrantes extranjeros,
señalando que la mayoría de ellos (20,7 millones) se concentraban en
Francia, Italia y España. Estos datos sitúan a España entre los países
con mas inmigración de la UE, recibiendo grandes oleadas de inmigran-
tes especialmente desde finales de la década de los años 90. Según los
datos estadísticos proporcionados por las estadísticas de la UE (Euros-
tat), en 2019 en España, Reino Unido y Alemania se registró el mayor
saldo migratorio positivo, con más de 300.000 personas más que entra-
ron en sus fronteras frente a las que salieron.
Según los datos provistos por el Instituto Nacional de Estadística (INE),
la población en España asciende ya a 47.435.597 habitantes, de las cua-
les, el 11’6 % son de nacionalidad extranjera (Instituto Nacional de Es-
tadística, 2022a). En general, durante el año 2021 el número neto de
españoles se ha reducido en 21.920 personas (un –0,1%), mientras que
el de extranjeros ha aumentado en 72.410 (un 1,3%). Entre estos
679 Según las estadísticas de la UE, Eurostat.
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