Prólogo

AutorIgnacio González-Varas Ibáñez
Cargo del AutorCatedrático de Estética y Composición / Universidad de Castilla La-Mancha
Páginas13-19
PRÓLOGO
IGNACIO GONZÁLEZ-VARAS IBÁÑEZ
Catedrático de Estética y Composición
Universidad de Castilla La-Mancha
La voluntad de proteger, conservar y transmitir aquello que denomi-
namos patrimonio cultural responde a motivaciones complejas. En este
propósito encontramos profundas razones de índole cultural que nos
llevan a valorar a determinados objetos o a ciertas costumbres, creen-
cias y tradiciones como parte sustancial de nuestra identidad individual
o colectiva. Su detrimento, menoscabo o pérdida nos provocaría un
inevitable sentimiento de desarraigo. La presencia del patrimonio cul-
tural nos otorga una conciencia precisa de nuestra temporalidad y nos
posibilita el mantenimiento de nuestra identidad histórica, bien como
individuos o bien como parte de una comunidad humana. Pero hemos
de añadir que en la invocación pública acerca de la necesidad de con-
servar nuestro patrimonio también se entrecruzan otras valoraciones
de carácter social e incluso político –no olvidemos las controvertidas
leyes de memoria histórica– junto a consideraciones de signo ético o
religioso –derivadas de la necesidad de propiciar la continuidad de
determinadas prácticas o creencias– además del irremplazable papel
que el patrimonio cultural desempeña como fuente de conocimiento
–en tanto en cuanto nos permite conocernos a nosotros y también a los
otros– y todo ello por no mencionar las cada vez más frecuentes reivin-
dicaciones que reclaman el poderoso papel económico desempeñado
por el patrimonio como base de la llamada industria cultural –a través
del desarrollo del turismo y la celebración de los numerosos actos y

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