Epílogo

AutorDaniel González Lagier
Páginas169-174
EPÍLOGO
1. En las páginas anteriores he procurado llevar a cabo una introduc-
ción a la teoría de la acción humana, a la vez que tomar postura ante algunas
dif‌icultades que plantea la reconstrucción de este concepto. Comencé pre-
sentando algunas aparentes contradicciones entre determinadas af‌irmacio-
nes sobre las acciones que, sin embargo, tratadas individualmente, parecen
intuitivamente aceptables. He llamado a esta tensión entre la plausibilidad
de estas af‌irmaciones y su inconsistencia mutua las «paradojas de la acción».
He sugerido una manera muy común en la f‌ilosofía analítica de disolver esta
inconsistencia (aunque suele considerarse frustrante desde otras posturas):
mostrar que las af‌irmaciones no hacen referencia a un único concepto de
acción, sino que esta palabra adquiere sentidos distintos según en qué af‌ir-
mación se incardine. ¿Qué sentidos son éstos? Me parece que la respuesta se
obtiene si se repasan tres «frentes» de discusión sobre el concepto de acción
(o en cuyo trasfondo aparece este concepto): la f‌ilosofía analítica de la ac-
ción en sentido estricto, la dogmática jurídico-penal y la teoría de los actos
de habla. Hemos visto cómo en todos ellos reaparece la tensión entre (dicho
a grandes rasgos) las acciones entendidas como movimientos corporales o
—en el caso de los actos de habla— como un sustrato básico; las acciones
entendidas como el sentido intencional de lo que el agente ha hecho; y las
acciones entendidas como el sentido social, dependiente de reglas sociales,
de la conducta del agente. Y, si se tiene en cuenta esta ambigüedad del tér-
mino «acción», la inconsistencia que daba lugar a las paradojas desaparece.
No obstante, no se trata sólo de tres sentidos de una misma palabra, sino que
parece que todos ellos apuntan a una dimensión relevante para entender las
acciones. Quienes ponen el acento en los movimientos corporales, por ejem-
plo, no niegan la importancia de las descripciones de acciones, y quienes
ponen el acento en la intención o las reglas sociales como elemento esencial

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