Delirium agitado y tasers

AutorFernando Martín Cazorla/Leticia Rubio Lamia
Páginas91-102
CAPÍTULO 8
91
DELIRIUM AGITADO Y TASERS
FERNANDO MARTÍN CAZORLA | LETICIA RUBIO LAMIA
Las armas eléctricas se introdujeron como una alternativa a las armas
de fuego en la policía, aunque también están siendo utilizadas fuera del
marco de la ley. Mediante las descargas eléctricas que producen, se inmovi-
liza a la víctima como consecuencia de una contracción muscular tetánica
dolorosa. La utilización de armas eléctricas como mecanismo policial de in-
movilización temporal es muy controvertida, ya que se han atribuido muer-
tes en custodia o también denominadas «muertes en privación de libertad»
como consecuencia de su uso.1
Podemos diferenciar dos tipos de armas eléctricas: dispositivos de
descarga por contacto (DCC) entre las que se incluirían las porras eléc-
tricas, y dispositivo conductor de energía (CED) que producen la des-
carga eléctrica a distancia y cuyo mayor exponente son las denominadas
Taser®.1
La porra eléctrica consiste en un dispositivo con un extremo de me-
tal compuesto por dos electrodos conectados a una batería que incluye el
dispositivo. El otro extremo del eje se compone por un mango y un inte-
rruptor. En algunos casos este dispositivo se camua en paraguas, teléfo-
nos móviles o estilográcas. A veces dispone de una opción de arco vol-
taico visible y ruidoso que sirve para advertir al contrario. Generalmente
necesita del contacto con el adversario para producir efecto. Al contrario
que ocurre con los dispositivos conductores de energía de los que forman
parte los Taser®, son escasos o prácticamente nulos los estudios que pode-
mos encontrar en la literatura cientíca que analicen efectos y consecuen-
cias de la porra eléctrica.

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