Conclusiones

AutorJesús Mora
Páginas255-264
CONCLUSIONES
Esta obra presenta una propuesta sobre cómo articular la igualdad
distributiva y la igualdad relacional como estados de cosas deseables para
las concepciones igualitaristas de la justicia. Esa propuesta se apoya en los
fundamentos teóricos de las principales perspectivas contemporáneas sobre la
justicia igualitarista, en especial las de Rawls, Cohen y Anderson, así como en
los debates surgidos en torno a aquellos elementos de sus respectivas teorías más
relevantes para mis propósitos. Las aportaciones de cada uno de esos tres autores
han contribuido a denir el perl de las discusiones actuales en torno a la justicia
igualitarista de distintas maneras y han servido como referentes fundamentales
para otras muchas perspectivas. En el caso de mi propuesta, aportan ideas muy
importantes sobre las bases teóricas de la justicia igualitarista y suscitan preguntas
clave para denir sus elementos principales.
Tal y como han sido descritas en esta obra, las teorías igualitaristas de la
justicia contemporáneas constituyen un conjunto amplio de perspectivas en el
que coexisten elementos de consenso y elementos de disputa. La idea fundamental
de consenso entre dichas perspectivas —que permite identicarlas como un
conjunto en primer término— es que el hecho de que las personas tengan igual
valor moral implica que debemos igualar su posición en al menos un ámbito de
la justicia (ya sea la distribución o las relaciones sociales). Es a la hora de denir
las consecuencias de esta idea cuando emergen las disputas entre las diferentes
perspectivas sobre la justicia igualitarista. Una de esas disputas tiene que ver
con la naturaleza de las demandas de justicia derivadas de la igualdad moral
de las personas. En los últimos años, dos corrientes han sido las protagonistas
de ese debate sobre la naturaleza de las demandas de la justicia igualitarista: el
igualitarismo de la suerte y el igualitarismo relacional. Aunque ambas corrientes
comparten la idea de que el igual estatus de las personas desde el punto de
vista moral apoya las demandas políticas necesarias para igualar su posición, la
primera entiende que esa igualdad debe darse con respecto a la distribución de
determinados bienes entre los miembros de la sociedad, mientras que la segunda
considera que esas demandas afectan a las relaciones sociales entre esas personas.

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