La risa de Rousseau. Límites ontológicos del constitucionalismo y democracia sin cuerpos

AutorLuísa Winter Pereira
Cargo del AutorUniversidad de Sevilla
Páginas155-178
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CAPÍTULO SÉPTIMO.
La risa de Rousseau. Límites ontológicos del
constitucionalismo y democracia sin cuerpos 1
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1. INTRODUCCIÓN
Situar el cuerpo en el centro del Parlamento. Esta podría ser la conclu-
sión de este trabajo que parece, a simple vista, sencilla. Al fin y al cabo todas
las personas que ocupan un escaño en cualquier Parlamento –salvo distopías
con inteligencia artificial– poseen una corporalidad. Pero, ¿qué tipo de corpo-
ralidad? ¿Hay una legitimidad corporal para ocupar un escaño en representa-
ción del pueblo? ¿Cómo es el parlamento de los cuerpos?
Hace unos años, desde el feminismo bastardo, María Galindo 3 propuso un
proyecto de transformación social desde lo fronterizo en el marco del proce-
so constitucional en Bolivia. En una Constitución Política Feminista del Estado 4,
construida por las voces que han quedado excluidas de la historia, especial-
mente “las indias, las putas y las lesbianas”, no se apela desde una posición de
víctima, sino desde una mirada de “las que quieran buscar en la sociedad el
punto de quiebre, de ruptura y rebeldía y no la conciliación, el silencio y la
cómoda complicidad con nuestras propias sujeciones”. ¿Cómo construir esas
voces? O, dicho desde otra parte, ¿cómo escuchar esas voces?
En este texto constitucional en el que se dan cita las voces de las excluidas,
encontramos nociones como autonomía, abolición del contrato sexual (ma-
nifestado, por ejemplo, en la abolición de la institución matrimonial, mante-
1 Este texto se ha redactado en el marco del contrato predoctoral FPI (PRE2020-095576) y del pro-
yecto Ciudadanía sexuada e identidades no binarias: de la no discriminación a la integración ciudadana (PID2019-
107025RB-I00) durante una estancia de investigación en la Universidade Federal de Santa Catarina (Brasil)
bajo la tutorización de la profesora Karine de Souza Silva.
2 Universidad de Sevilla.
3 Agradezco a Paula Martínez Redondo el descubrimiento de María Galindo.
4 Puede consultarse en https://hemisphericinstitute.org/es/emisferica-11-1-decolonial-gestu-
re/11-1-dossier/e111-dossier-constitucion-politica-feminista-del-estado-el-pais-imposible-que-construi-
mos-las-mujeres.html [Última consulta: 28/07/23].
Luísa Winter Pereira
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niéndose las uniones libres independientemente del sexo), rotación del trabajo
doméstico, representación directa de la ciudadanía o derecho a no pertenecer
(o el derecho a mezclarse). Pero para su consecución se hace necesario situar
el cuerpo en el centro. Lo que está proponiendo María Galindo es una crítica a
la democracia sin cuerpos y a la política sin cuerpos (Galindo, 2017). Situar el cuerpo
en el centro supone no preguntarse por cómo sumar derechos, sino quién es
el sujeto: el sujeto que queda excluido o incluido, así también por el sujeto que
decide dicha inclusión o exclusión. Se trata de salir de la identidad propia de la
representación (Galindo, 2017: 16). Frente a la idea de Europa de los derechos, por
ejemplo, al situar el eje colonial se transforma en una oferta de inclusión y tole-
rancia a través de derechos (Galindo, 2017: 34-38). Por eso denunciará Galindo
que la mayor inclusión de población indígena en el parlamento de Bolivia no
supone una diversidad de posiciones. En sus palabras,
una de las características históricas de esa agenda parlamentaria es la ausen-
cia de cuerpo. El cuerpo no cuenta, no forma parte de la democracia […].
El problema no es cuántas mujeres, cuántos indígenas, ni cuántos maricones
hay en un parlamento, sino la dinámica y la lógica de representación bajo la
cual se construye esa supuesta ‘participación’ (Galindo, 2017: 95 y 100).
De ahí que la política de la representación puede apostar por la diversi-
dad, pero esta diversidad siempre será entendida como lo otro (Galindo, 2021:
34). Esta política representativa no es más que una política de la sustitución.
Por eso Galindo plantea que “el cuerpo concentra soberanías irrenunciables
y liberadoras que son urgentes de explicitar políticamente” (2017: 106). Por
eso dirá que en el Parlamento de los cuerpos “se respira, se conspira y se trans-
pira” (Galindo, 2021: 102).
Partiendo de esta premisa que nos dibuja María Galindo, en este texto
se pretende plantear desde el caso de estudio de la XIV legislatura española
(2019-2023) cuál es la lógica que hay detrás de la democracia sin cuerpos y
de la representación como sustitución. Para ello, en primer lugar se plantea-
rá la configuración corporal de la XIV legislatura española. Seguidamente,
nos adentraremos en lo que se podría llamar la risa de Rousseau o el sistema
de representación del constitucionalismo moderno/colonial. Este apartado
se centrará en las propuestas teóricas del contrato social, el contrato sexual y
el contrato racial. Así mismo, se propondrá como herramienta de análisis la
idea de contrato corporal para solventar una injusticia ontológica hermenéutica que
actúa como límite del constitucionalismo. Finalmente, las conclusiones nos
llevarán a defender una democracia corporal como principio situado antio-
ligárquico que rompa con un constitucionalismo que, como sostiene David
Sánchez Rubio, está basado en inclusiones abstractas y exclusiones concretas
(Sánchez Rubio, 2018: 107-110).

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