Propuestas para la innovación docente en el Derecho Mercantil: potenciar un lenguaje jurídico claro y efectivo desde el aula
| Autor | Pablo Sanz Bayón |
| Cargo del Autor | Profesor de Derecho Mercantil. Facultad de Derecho. ICADE. Universidad Pontificia Comillas |
| Páginas | 129-150 |
Capítulo quinto
PROPUESTAS PARA LA INNOVACIÓN DOCENTE EN EL DERECHO
MERCANTIL: POTENCIAR UN LENGUAJE JURÍDICO CLARO Y EFECTIVO
DESDE EL AULA
Pablo Sanz Bayón
Profesor de Derecho Mercantil
Facultad de Derecho. ICADE. Universidad Pontificia Comillas
1. INTRODUCCIÓN: LA INNOVACIÓN DOCENTE COMO EJE
ESTRATÉGICO DE LA UNIVERSIDAD
Innovar en el marco de la actividad docente en Derecho representa un gran desafío. No sólo
supone cambiar ciertas metodologías de las disciplinas concretas que se imparten en clase sino ofrecer
un nuevo enfoque de la ciencia jurídica, incorporando una visión renovada de sus fines y metas. En
este sentido, como analizaremos en este trabajo, desde el Derecho mercantil se puede contribuir
decididamente en la generación de un perfil de estudiantes y futuros profesionales competentes, que,
desde el agradecimiento de lo recibido, sean conscientes del papel de servicio que asumen en la
sociedad como profesionales del Derecho comprometidos con la justicia y siendo capaces de tomar
decisiones libres de cualquier otro criterio que no lleve a dicho fin.
Además, teniendo en cuenta que no pocas asignaturas jurídicas se imparten en otras Facultades
o Escuelas, como en el caso de la Universidad Pontificia Comillas sucede con la Facultad de
Empresariales en ICADE o los programas de Ingeniería de ICAI, que constan de al menos una
asignatura jurídica obligatoria, la innovación metodológica también puede revertir en alumnos de
otras disciplinas y perfiles. Para alumnos que se aproximan por primera vez al derecho con una única
asignatura en todo el Grado, esta innovación docente también puede contribuir a mejorar la visión
que estos alumnos no juristas tendrán del derecho, como precisamente hemos podido constatar a
nivel empírico a lo largo de la investigación, a partir de una asignatura de derecho mercantil (Marco
Jurídico de la Empresa) que se imparte en un programa de la Escuela de Ingeniería de ICAI.
A este respecto, la innovación docente realizada en el marco de un proyecto universitario sobre
clarificación de la comunicación jurídica como ha sido el que aquí se ha desarrollado, en el marco de
la Universidad Pontificia Comillas, pivota precisamente sobre la búsqueda de una innovación en la
línea de la formación integral de los estudiantes en el marco de los valores reflejados en el modelo
conjunto Ledesma-Kolvenbach. Por tanto, el objetivo general ha consistido en aplicar
específicamente en la docencia del derecho mercantil una metodología innovadora, que, en el plano
concreto, se ha basado en potenciar la comunicación jurídica clara y efectiva.
Hay que tener en cuenta que el Derecho todavía es percibido por la ciudadanía, mayormente,
como una materia oscura y excesivamente compleja, consecuencia directa del alejamiento que se
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La comunicación jurídica clara y la innovación docente
produce en la sociedad de los ciudadanos y el derecho1. De las aulas de una facultad de Derecho salen
juristas que ocuparán distintas posiciones profesionales, tanto en el sector privado (despachos de
abogados o asesores de empresas, como en los cuerpos de la Administración Pública). También
aquellos alumnos no juristas que reciben alguna asignatura jurídica a lo largo de sus estudios, como
es el caso de la asignatura de Derecho mercantil impartida en Ciencias Empresariales o en Ingeniería,
tendrán que afrontar la relación con el mundo del Derecho a lo largo de su vida profesional, ya sea a
la hora de firmar contratos, cumplir sus obligaciones tributarias o laborales, o ante la Administración
o hacer frente a posibles litigios judiciales.
De este modo, cuanto antes un alumno universitario se familiarice con el lenguaje jurídico,
conociendo y entrenando la comunicación jurídica clara en las aulas, mayor será su aptitud para
desempeñar correctamente su futura profesión con éxito y servir no sólo a sus intereses individuales
sino al de la ciudadanía en general. Un derecho que se comunica con claridad, comprensible y
sencillo, redundará en un mejor conocimiento de nuestros derechos y deberes. Por esta razón, resulta
muy oportuno un proyecto de innovación docente basado en el lenguaje jurídico, cuya reflexión aquí
compartiremos, porque si se implementa a nivel general en los estudios de Derecho, puede contribuir
sin duda a paliar las carencias actuales a este respecto, y proponer soluciones para ampliar acciones
concretas de comunicación clara a implementar directamente en las asignaturas jurídicas.
Además, en un contexto de digitalización de la enseñanza, pero también de los propios servicios
jurídicos, el uso claro del lenguaje jurídico y la mejora de la comunicación jurídica va a adquirir cada
vez una mayor trascendencia. En efecto, el fenómeno de la digitalización y automatización del análisis
jurídico (Legal Tech y Legal Analytics e Inteligencia artificial) está revolucionando los procesos en los
Como indicó el Informe de la Comisión de Modernización del lenguaje jurídico (2011) del Ministerio de Justicia,
un 82% de los ciudadanos que se han relacionado con la Justicia consideraron que tenían dificultades de comprensión
de lo que se les decía o de lo que leían. Los motivos eran, en síntesis, la utilización de tecnicismos, latinismos,
estructuras lingüísticas muy complicadas y desfasadas, y otros elementos, ya conocidos por diversos estudios que se
reiteran en el tiempo. Ese mismo porcentaje del 82% se reiteró años más tarde por otro sondeo, en este caso del
Consejo General de la Abogacía Española al cuestionar la comunicación por los abogados y la comprensión del
Derecho. La citada Comisión encargó a cinco universidades español as que realizaran diversos estudios sobre el
lenguaje del Derecho. En la Universidad Pontificia Comillas, el Grupo de investigación Derecho y lenguaje, dirigió
el estudio denominado: “Políticas Públicas comparadas”, a nivel mundial, encargado por la Secretaría de Estado de
Justicia para dicha Comisión. Gracias al estudio, liderado por la profesora Cristina Carretero González, tanto desde
Comillas como el Ministerio de Justicia español, a través de la mencionada Comisión, se constató el muy bajo nivel
tanto de concienciación por las instituciones como de la adopción medidas tomadas para solucionar esa percepción
de comunicación jurídica oscura y alejada de la realidad que tenía el usuario de la justicia y la sociedad en su conjunto
con respecto al Derec ho. El resultado de los diversos eq uipos de trabajo en España concluyó con el citado Informe
presentado en 2011. En él se incluyeron unas breves recomendaciones dirigidas a los profesionales del Derecho, a las
instituciones y a los medios de comunicación, con el fin de lograr un buen y efectivo uso del lenguaje jurídico. Entre
las recomendaciones a las instituciones se incluyó una mención expresa a la implicación de las universidades, aunque
no se concretó el modo de implementación en el campo de la docencia del Derecho. E ste punto es en el que las
Facultades de Derecho, y en especial, los grados, necesitarían ejecutar acciones concretas de implementación de las
recomendaciones de la Comisión para conseguir una apropiada comunicación del Derecho. Un lugar destacado en
esta materia lo ocupan los trabajos de l a profesora CARRETERO GONZÁLEZ, C., “Comunicación jurídica: ¿Nos
entienden quienes nos leen?”, El notario del siglo XXI, núm. 62, 2015, págs. 70-74; “La claridad y el orden en la
narración del discurso jurídico”, Revista de llengua i dret, núm. 64, 2015, págs. 63-85; “Reflexiones acerca de la
expresión y la comunicación del derecho por los juristas españoles en la actualidad”, Revista Aranzadi Doctrinal, núm.
1, 2015, págs. 229-247; y “La formación lingüística de los futuros juristas en España”, Anuari de Filologia. Estudis de
Lingüística, núm. 7, 2017, págs. 149-171.
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