Políticas públicas e inserción laboral del colectivo femenino

AutorMiguel Gutiérrez Pérez
Páginas39-59
POLÍTICAS PÚBLICAS E INSERCIÓN LABORAL
DEL COLECTIVO FEMENINO
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Profesor Contratado Doctor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la
Universidad de Extremadura. Acreditado a Profesor Titular.
DOI: 10.14679/1423
I. LA SITUACIÓN LABORAL DE LA MUJER COMO PUNTO DE PARTIDA
La situación que presenta el colectivo femenino desde el punto de vista laboral
en la actualidad viene presidida, de acuerdo con el informe OIT 2021: Perspectivas
sociales y del empleo1, por el hecho de que la actual crisis a la que nos enfrentamos,
motivada por la COVID-19, ha provocado que las mujeres hayan sufrido muchas
más pérdidas de empleo, a la vez que ha aumentado su tiempo de trabajo no
remunerado. Si bien es cierto que la perturbación de los mercados laborales ha
tenido consecuencias devastadoras tanto para los hombres como para las mujeres,
el empleo femenino se redujo en un 5 por ciento en 2020, frente a un 3,9 por ciento
en el caso de los hombres. Además, el 90 por ciento de las mujeres que perdieron
su empleo en 2020 abandonaron la fuerza de trabajo, lo que lleva a suponer que
su vida laboral va a verse interrumpida durante un periodo prolongado, a menos
que se adopten medidas adecuadas. Una cuestión transversal, que repercute en las
mujeres de todos los países, sectores, ocupaciones y tipos de empleo, es que la carga
que representa el hecho de que se hayan intensi cado las actividades de cuidado
de los niños y educación en el hogar ha recaído mucho más en ellas, lo cual ha
provocado un aumento del tiempo de trabajo no remunerado para las mujeres que
refuerza los roles de género tradicionales.
1 Informe OIT 2021: Perspectivas sociales y del empleo https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/
public/---dgreports/---dcomm/---publ/documents/publication/wcms_825200.pdf
Miguel Gutiérrez Pérez
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Descendiendo en el análisis de la situación laboral que presenta este colectivo
en clave nacional, esto es, en nuestro mercado de trabajo, debemos tener en cuenta
los datos que se exponen a continuación2.
En 2020, por cuarto año consecutivo, el número de mujeres residentes en
España volvió a registrar su máximo histórico, como consecuencia de la positiva
evolución del saldo migratorio frente a la caída del crecimiento vegetativo. Pese a
ello, por primera vez, el peso del colectivo en el conjunto de la población sufrió un
ligero retroceso debido al mayor incremento interanual del número de varones,
especialmente de aquellos mayores de 45 años. Los principales indicadores del
mercado laboral dibujaron un negativo escenario como consecuencia de la crisis
generada por el COVID-19. La tasa de paro femenina, se incrementó hasta alcanzar
el 18,33 %, cuatro puntos por encima de la masculina, mientras que las tasas de
actividad y ocupación del colectivo se redujeron de forma menos acusada. Esta
situación constituyó un punto de in exión en la positiva tendencia del mercado de
trabajo registrada desde 2013, año en el que se inició la recuperación de la anterior
crisis económica. La evolución interanual del paro conllevó la profundización de la
feminización del desempleo. Las mujeres aportaron el 53,54 % de las personas para-
das del país, el porcentaje más elevado desde 2008. En 2020, su número ascendió a
un total de 1,9 millones de mujeres y casi duplicó al correspondiente a 2007, aunque
se situó lejos del alcanzado en 2013, año en el que se registró la cifra más elevada
de paradas como consecuencia de la anterior crisis económica. La reducción del
número de ocupados afectó de forma similar a ambos sexos y en mayor medida a los
jóvenes. Por el contrario, aumentó la población ocupada entre las mujeres mayores
de 55 años. El retroceso general del volumen de población ocupada repercutió más
entre las jóvenes asalariadas del sector privado con una relación laboral temporal.
La población activa femenina fue el único indicador con un comportamiento
favorable al colectivo. Aunque experimentó una clara desaceleración interanual,
continuó su tendencia al alza, frente al retroceso del número de varones activos,
lo que generó una reducción de las diferencias de género.
La Seguridad Social experimentó en 2020 una reducción del 2,02 % de la
a liación femenina, cuanti cada en 182.170 mujeres, una disminución superior a
la registrada por los trabajadores varones. La minoración del colectivo de mujeres
conllevó la pérdida del 80 % del número de nuevas cotizantes generadas el año
anterior y la ruptura de la tendencia positiva iniciada en 2013 con la recupera-
ción de la anterior crisis económica. Como consecuencia de esta evolución la
representación de las mujeres en el conjunto de la a liación retrocedió ocho
centésimas. A pesar de la caída de la a liación femenina, la Seguridad Social
contó con 706.885 mujeres trabajadoras más que en 2007, gracias a la evolución
positiva de la a liación de las mujeres en los cuatro años anteriores, en los que
se registraron máximos históricos. Para la a liación masculina, sin embargo, la
vuelta a una evolución interanual negativa, tras un período de tendencia al alza,
signi có alejarse de la posibilidad de retomar el volumen de cotizantes perdidos
en la anterior crisis que nunca llegó a recuperar en su totalidad. La destrucción de
2 Informe estatal del mercado de trabajo de las mujeres en 2021 (datos de 2020). https://
www.sepe.es/HomeSepe/que-es-el-sepe/comunicación institucional/publicaciones/publicaciones-
oficiales/listado-pub-mercado-trabajo/informe mercadotrabajo-estatal-mujeres

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