Digitalización, robotización y empleo de las personas jóvenes: un futuro generador de incertidumbres necesitado de perfiles profesionales aún por definir
| Autor | Francisco Javier Hierro Hierro |
| Páginas | 177-205 |
DIGITALIZACIÓN, ROBOTIZACIÓN Y EMPLEO
DE LAS PERSONAS JÓVENES: UN FUTURO
GENERADOR DE INCERTIDUMBRES NECESITADO
DE PERFILES PROFESIONALES AÚN POR DEFINIR
DIGITALIZACIÓN, ROBOTIZACIÓN Y EMPLEO DE LAS PERSONAS JÓVENES: UN FUTURO GENERADOR DE INCERTIDUMBRES...
F J H H
Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Universidad de Extremadura
https://orcid.org/0000-0002-5395-0224
Researcher ID U-9993-2019
DOI: 10.14679/1428
I A MODO DE PRESENTACIÓN: UN ESCENARIO DISTINTO Y SUSCEP-
TIBLE DE GRANDES CAMBIOS
1. Una nueva (e intensa) transformación de las relaciones laborales
El ejercicio de aventurar lo que está por venir, a buen seguro o al menos en un
porcentaje signi cativo, avoca al yerro. Pese a ello, el ser humano se obstina una y
otra vez (más si cabe en la convicción cuasi plena de la ‘ abilidad’ de los resultados
que el uso de las actuales herramientas tecnológicas le proporcionan) en pronosti-
car no solo el mañana, sino también a medio y largo plazo. La capacidad algorítmica
con in nitas variables soportada por las aplicaciones informáticas, los macrodatos
y la supercomputación atribuyen la con anza necesaria, quizá con cierto grado de
soberbia, de adentrarse con voluntarismo de alcanzar la certeza en ese hado de lo
desconocido, de qué sucederá mirando a lo lejos1.
1 Cuesta pensar, sin embargo, que apenas hace dos años cualquiera de las previsiones realizadas
en el orden económico o social incluyera como variable la consecución de una pandemia de orden
mundial con una recesión económica de enorme envergadura y un importante número de pérdida de
vidas humanas. O hace poco más de una década, pese al carácter cíclico de las crisis económicas de las
sociedades modernas, se previera una recesión económico-financiera iniciada en Estados Unidos por
Francisco Javier Hierro Hierro
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En los últimos tiempos han proliferado los estudios cientí cos que se afanan en
vislumbrar cuáles han de ser las consecuencias que la implementación intensiva y
con enorme vitalidad de la digitalización y la robotización en el sector productivo
desplegará sobre el mercado de trabajo. Las incertidumbres, esa situación de vértigo
anidada al cambio, que acompañan a todo proceso de transformación se acrecien-
tan en los tiempos presentes por la vertiginosidad con la que el mismo discurre2,
lo que aumenta ese interés de, al menos, intentar adelantarse, de proyectarse hacia
delante con el n de prever posibles soluciones.
Es lugar común en la doctrina académica la a rmación de que la irrupción de
estos procesos llevará aparejada una metamorfosis de las relaciones laborales tal
y como hoy son concebidas3 (circunstancia que puede expresarse en presente
de indicativo en tanto que ya se encuentra mani esta en numerosos sectores)4.
Sin embargo, y cual efecto pendular, las vacilaciones sobre las ventajas e incon-
venientes que estas aportan se suceden. Así, pueden encontrarse posicionamientos
que se alinean en el ámbito tecno-optimista –mejora de las condiciones de empleo,
incremento de la seguridad y salud, nuevos puestos de trabajo– y, en sentido opues-
to, otros que se instalan en la zona de los tecno-pesimistas –degradación del empleo,
destrucción de puestos de trabajo, precarización laboral...–5.
En esta labor, y con ese ánimo especulativo ante posturas contradictorias, son
recurrentes los estudios que se atreven sin sonrojo incluso a obsequiar con cifras
las hipotecas de alto riesgo que se extendería por todo el mundo con incidencia significada en el viejo
continente, especialmente en España. O, más próxima en el tiempo cuando comienzan a redactarse
estas páginas y durante su desarrollo, tuviera lugar una nueva guerra (militarista –con lanzamientos
de bombardeos masivos– o híbrida como gusta en llamarse ahora por el uso de los ciberataques) en
el este entre países fronterizos por la invasión rusa de Ucrania.
Cuesta creer, en definitiva, en la bondad plena de las proyecciones.
2 Cfr. Mercader Uguina, J. R.: “La robotización y el futuro del trabajo”, TyD, núm. 27 (2017),
pp. 13 y ss., quien señala que “la especialidad de esta transformación en relación con los procesos
anteriores, la virulencia y velocidad con la que esos cambios se instalan ahora en nuestros sistemas
productivos carece, por completo, de precedentes” y Rodríguez-Piñero Royo, M.: “La agenda reguladora
de la economía colaborativa: aspectos laborales y de Seguridad Social”, TL, núm. 138 (2017), p. 127,
aludiendo a “efectos verdaderamente disruptivos”.
3 Cfr. Cruz Villalón, J. : “Las transformaciones de las relaciones laborales ante la digitalización de
la economía”, TL, núm. 138 (2017), p. 15, para quien todas las revoluciones tecnológicas contribuyen
a alterar “claramente el escenario en el que se desenvuelven las relaciones laborales, tanto desde la
perspectiva individual como desde la colectiva”.
4 A título meramente ejemplificativo puede citarse el de las personas ocupadas en el sector
bancario cuya reestructuración ha supuesto no solo la modificación de las actividades desempeñadas,
sino también y de manera acentuada la salida del mercado de trabajo en un número nada desdeñable.
Basta otear las páginas web de diferentes medios de comunicación para contrastar la relevancia de
este hecho; cfr. entre otras muchas, https://www.rtve.es/noticias/20211207/record-salidas-banca-ere-
digitalizacion/2237177.shtml, conceptualizado de manera expresa como los “ERE de la digitalización”
y cifrando en más de 18.000 las personas afectadas en procesos de despido colectivo en este sector en
el año 2021.
5 Llegando incluso a afirmarse que “la figura del ser humano pasará a ser totalmente prescindible,
al menos, por lo que respecta a su consideración como factor de producción”, cfr. Selma Penalva, A.:
“Inteligencia Artificial y Derecho del Trabajo”, Ius et Scientia, vol. 7, núm. 2 (2021), pp. 32, https://
dx.doi.org/10.12795/IETSCIENTIA.2021.i02.03, de marcado carácter tecno-pesimista apuntando a
una hipotética crisis social de dimensiones hasta ahora no conocida.
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