Los partidos y los sistemas de partidos

AutorWilhelm Hofmeister
Páginas31-106
LOS PARTIDOS Y LOS SISTEMAS
DE PARTIDOS
Los partidos son asociaciones de personas que participan en la compe-
tencia política y, en particular, en las elecciones, con el f‌in de ocupar cargos
políticos y ejercer inf‌luencia en las decisiones políticas 1. Los miembros de
un partido persiguen objetivos políticos comunes basados en un programa
y en unos principios compartidos acerca de la conformación deseada de
un orden social. En la mayoría de los países, por lo general solo las perso-
nas físicas pueden ser miembros de un partido. Hasta hace unas décadas,
especialmente en los partidos de los trabajadores, las organizaciones so-
ciales como los sindicatos también eran miembros de un partido. En Rei-
no Unido, eso sigue siendo así en el caso del Partido Laborista.
Los partidos existen dentro de las fronteras de un Estado como parti-
dos nacionales que participan en elecciones en todo el país, o como par-
tidos regionales o locales que solo participan en las contiendas políticas
a nivel regional o en localidades específ‌icas con sus propias listas o can-
didatos. Los partidos y grupos representados en el Parlamento Europeo,
1 Esta descripción resume varias def‌iniciones que son tan numerosas en las ciencias
políticas como los análisis sobre los partidos y su papel en la democracia, sus funciones y
su organización, etc., que no se pueden enumerar todas aquí. En las siguientes secciones,
solo se hacen referencias aisladas y resumidas a obras básicas o a la literatura adicional
que se ha consultado. El objetivo aquí no es comprometerse con la literatura académica.
Entre los estudios más importantes sobre los partidos recomendamos las siguientes obras:
DUVERGER, 1963; LIPSET, 1959; LIPSETY ROKKAN, 1967; PANEBIANCO, 1988; LIJPHART, 1999;
KATZ y MAIR, 1994; 1995; DIAMOND y GUNTHER, 2001; SARTORI, 2005; SCARROW, WEBB y PO-
GUNTKE, 2017.
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como el Partido Popular Europeo o la Alianza Progresista de Socialdemó-
cratas, etc., son asociaciones de organizaciones de partidos nacionales sin
af‌iliación individual de personas físicas. Sin embargo, a continuación nos
ocupamos principalmente de los partidos nacionales.
Los partidos y la democracia moderna o contemporánea están inextri-
cablemente unidos. En sentido estricto, la formación de partidos precedió
a la democracia, pues ya en el Parlamento británico del siglo XVII existían
formaciones partidarias de parlamentarios que perseguían los mismos
intereses (Katz, 2020: 2016). Sin embargo, el sistema parlamentario de
gobierno en ese momento no era una democracia. Los primeros partidos
que representan la estrecha conexión entre los partidos y la democracia
son aquellos que se fundaron al margen de los parlamentos en el curso del
siglo XIX y que exigían la participación política de sectores más amplios
de la población.
Es cierto que existe otro tipo de organizaciones sociales, como las fe-
deraciones y las asociaciones, que también persiguen objetivos políticos
y tratan de inf‌luir en las decisiones políticas. Pero solo los partidos par-
ticipan en las elecciones y tratan de que sus representantes ocupen los
puestos políticamente decisivos en los distintos niveles del Estado para
materializar sus ideas sobre cómo organizar la sociedad y resolver los pro-
blemas pendientes. En Europa, los representantes de los partidos también
ocupan los cargos más importantes de la Unión Europea.
Una de las características típicas de los partidos es su «carácter comba-
tivo», es decir, su voluntad de acción política y de confrontación mediante
la que muestran su aspiración de querer asumir y af‌irmar el poder guber-
namental. El objetivo de la competición política es la conquista del poder
político. Este es el requisito indispensable para ocupar cargos políticos y
traducir así las propias ideas y programas en acciones gubernamentales,
ya sea en un municipio o en un gobierno nacional. Esto también supone
un gran incentivo para militar en un partido político y los hace particu-
larmente atractivos si están involucrados en un gobierno. La voluntad de
conquistar el poder político es una característica esencial que distingue a
los partidos de otro tipo de organizaciones de la sociedad civil.
PODER
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LOS PARTIDOS Y LOS SISTEMAS DE PARTIDOS 33
En el curso de los dos últimos siglos, las democracias y los partidos
se han transformado signif‌icativamente. Sin embargo, estos procesos de
transformación no han sido congruentes. En muchos lugares, la democra-
cia y los partidos han cambiado de manera diferente. Aquellos partidos
que no reconocieron el cambio social y sus consecuencias para el sistema
de partidos, o reaccionaron incorrectamente, se vieron abrumados por el
cambio. Algunos de ellos no lo han sobrevivido.
Para comprender el carácter de los partidos, nos preguntaremos ante
todo por qué existen y qué motiva su aparición en diferentes partes del
mundo. A esto le sigue la pregunta de qué funciones deberían desempe-
ñar en una democracia y cómo cumplen estas expectativas. Todo esto
nos conduce a plantearnos varias preguntas. ¿Qué cambios han expe-
rimentado los propios partidos en las últimas décadas? ¿Qué tipo de
partidos caracteriza el sistema político de un determinado país? ¿Existe
algún tipo de partidos en particular —o una conf‌iguración determinada
del sistema de partidos— que tienda a favorecer o a perjudicar la de-
mocracia en general? Aunque no sea posible profundizar en el tema, un
breve panorama del desarrollo de los partidos en diversas regiones del
mundo puede abrirnos una perspectiva comparativa que revela una serie
de características estructurales que muestran que, a pesar de todas las
diferencias individuales, existen también algunos patrones generales de
comportamiento.
¿QUÉ ES LA POLÍTICA?
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