Fortalecer las leyes, gobernar por el bien de la mejor causa

AutorSan Miguel Pérez, Enrique
Páginas43-55
3. FORTALECER LAS LEYES, GOBERNAR POR EL BIEN DE LA
MEJOR CAUSA
“¿Cómo debía dictar sentencia un juez en la
Europa prefeudal de principios del siglo IX? Su primer
deber era interrogar los textos: compilaciones roma-
nas, si el proceso tenía que ser decidido por las leyes
de Roma; costumbres de los pueblos germánicos, casi
en su totalidad fijadas, poco a poco, por escrito; y, por
último. edictos legislativos que los soberanos bárbaros
promulgaron en gran número”36.
Marc Bloch, el gran historiador de Estrasburgo, el mejor
historiador, no albergaba la menor duda acerca de la dificul-
tad, cuando no la casi imposibilidad de abordar el ejercicio ju-
risdiccional en un tiempo en que diversos sistemas de fuentes,
además presentes de manera fragmentaria, se hacían presentes
en medio de un entorno denotado por la inestabilidad, el des-
orden y la inseguridad. Un entorno en donde el legado roma-
no representaba la nostalgia de un modelo político y jurídico,
pero también la memoria de una vida más dulce. Un mundo
en el que la administración de justicia comportaba la evoca-
ción del orden y de la institucionalidad.
36 BLOCH, M.: La sociedad feudal. Madrid. 2011, p. 130: “Donde estos
monumentos eran explícitos, no había más que obedecer, pero la tarea no era
siempre tan simple... Por ello, junto al Derecho escrito, existía ya una zona de
tradición puramente oral. Uno de los caracteres más importantes del período que
siguió -... de la edad en que se constituyó de manera efectiva el régimen feudal-
fue que este margen creció desmesuradamente, hasta el punto, en algunos países,
de invadir por completo el terreno jurídico”.

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