El derecho al honor y a la buena fama

AutorPedro Martín Rodríguez
Páginas219-284
CAPÍTULO V
E        
El derecho a la buena fama y al honor es un principio fundamental dentro
del ámbito del Derecho y la protección de los derechos humanos. Está estrecha-
mente relacionado con el derecho a la dignidad y a la privacidad de las personas.
El reconocimiento y protección de este derecho se basa en la idea de que todas
las personas tienen derecho a mantener una reputación indudable y a ser trata-
das con respeto y consideración.
El derecho a la buena fama se refiere al derecho de cada individuo a ser
reconocido y valorado por su reputación y buenas acciones. Esto implica que las
personas deben ser protegidas de la difamación, la calumnia o cualquier acto
que pueda dañar su reputación y perjudicar su imagen pública. La buena fama
está estrechamente ligada a la reputación y al prestigio de una persona en su en-
torno social, laboral y personal.
Por otro lado, el derecho al honor se refiere a la protección de la dignidad
y el respeto hacia la persona. Incluye el derecho a ser tratado de manera justa y
equitativa, sin sufrir humillaciones, ofensas o ultrajes que menoscaben la autoes-
tima y la integridad moral. El derecho al honor también involucra la protección
frente a la difamación, la injuria y la calumnia, ya que estas acciones atentan con-
tra la reputación y la imagen de una persona.
Es importante destacar que el derecho a la buena fama y al honor no es ab-
soluto y puede entrar en conflicto con otros derechos y libertades, como la liber-
tad de expresión tan exaltada en estos momentos históricos. En estos casos, los
Pedro Martín Rodríguez
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tribunales y las legislaciones suelen realizar un equilibrio entre los derechos en
juego, estableciendo límites y regulaciones para proteger los derechos de todas
las partes involucradas.
Observamos que el ejercicio legítimo de la libertad de expresión no debe
servir como excusa para atentar contra el derecho a la buena fama y al honor de
las personas. Si bien la libertad de expresión es fundamental en una sociedad
democrática, tiene límites establecidos para prevenir abusos y proteger otros de-
rechos fundamentales. La difamación deliberada y la divulgación de informa-
ción falsa con el propósito de dañar la reputación de alguien no se consideran
ejercicios legítimos de la libertad de expresión.
El derecho a la buena fama y al honor no solo se refiere a la protección de
la reputación de las personas en el ámbito público, sino también en el privado.
Esto implica que los individuos tienen derecho a ser tratados con respeto y con-
sideración en todas las esferas de su vida, ya sea en su entorno laboral, familiar,
educativo o comunitario. Cualquier acto o declaración que atente contra la ima-
gen positiva y la integridad moral de una persona puede constituir una violación
de este derecho.
En caso de que se produzca una violación del derecho a la buena fama y al
honor, las personas afectadas tienen derecho a buscar reparación y justicia. Esto
puede implicar la presentación de demandas legales por difamación, la solici-
tud de rectificación de información errónea o dañina, o incluso la obtención de
compensación por los daños sufridos.
En conclusión, el derecho a la buena fama y al honor es esencial para sal-
vaguardar la dignidad y la integridad de las personas. Reconoce que la reputa-
ción y la imagen pública son valores fundamentales que merecen protección y
establece límites a la libertad de expresión cuando se utilizan para difamar o
denigrar injustamente a alguien. Garantizar el respeto y la preservación de este
derecho contribuye a fomentar una sociedad justa, equitativa y respetuosa de los
derechos humanos.
5.1. REFLEXIONES ACERCA DE LOS CONCEPTOS DE LA BUENA FAMA
Y EL HONOR
Al recurrir al Diccionario de la Real Academia Española encontramos que
tanto la fama como el honor tienen diversas acepciones; no obstante, nos hare-
mos eco de la más válida para el tema al que nos referimos:
¿Presuntos culpables? La presunción de inocencia en la iglesia
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• Fama:eslaopiniónquesetienedealguienodealgo;portanto,labue-
na fama es la buena opinión que la gente tiene de alguien o de algo625.
• Honor:cualidadmoralquellevaalcumplimiento delospropiosde-
beres respecto del prójimo y de uno mismo. Gloria o buena repu-
tación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones heroicas, la
cual trasciende a las familias, personas y acciones mismas de quien se
las granjea. Buena opinión granjeada por la honestidad y el recato.
Dignidad626.
No podemos obviar que, más allá de la verdad y de la falsedad, hay bienes
humanos que están implicados en el lenguaje; ya se trate de lenguaje oral, escri-
to o de los hechos y los gestos: son el honor y la fama. Es cierto que en muchas
ocasiones confundimos el honor y la fama, pero el derecho al honor y el dere-
cho a la buena fama no son lo mismo, aunque sean similares; son como las dos
caras de una misma moneda.
Semánticamente hablando, del honor se puede hablar en sentido subjetivo
y en sentido social. Subjetivamente, el honor es la percepción que cada persona
tiene de su propia dignidad y valor. En sentido social, es el reconocimiento del
valor de alguien, dirigido a su presencia; en este sentido hablamos de honra o
deshonra de una persona627.
La fama, a diferencia del honor, hace referencia a lo que los demás pien-
san de una persona, a lo que dicen de esta cuando no está presente. También
existen referencias a aspectos negativos que rompen la fama y el honor.
Podemos entender la fama en varios sentidos; en concreto, puede ser entendi-
da en sentido básico o en sentido positivo. Desde este punto de vista, la fama
es el respeto social mínimo al que toda persona tiene derecho. Este comporta
abstenerse de sentimientos o juicios negativos. La fama en sentido positivo es
la reputación que ha adquirido una persona en el ambiente social, la cual pue-
de ser buena o mala628.
Como ya hemos advertido, la fama es un bien social. En nuestra sociedad
las personas, las empresas, las instituciones valoran la fama de las personas. No
podemos ocultar que cuando falta la buena fama se instaura la calumnia y la
difamación como un arma arrojadiza, gravemente inmoral para destruir a las
personas, a las instituciones o para alcanzar intereses personales, políticos o
económicos.
625 Cfr. Diccionario de la Real Academia Española. Disponible en: https://dle.rae.es/fama.
626 Cfr. Diccionario de la Real Academia Española. Disponible en: https://dle.rae.es/honor.
627 Cf. RODRÍGUEZ LUÑO, A.: Ética general. Eunsa, 6ª ed. Pamplona, 2010, pp. 250-253.
628 Cf. RODRÍGUEZ LUÑO, A.: La difamación. Rialp, Madrid, 2015, pp. 27-30.

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