Críticas a la aplicación de las ciencias del comportamiento. Casos prácticos
| Autor | Santiago A. Martín Nájera |
| Páginas | 105-199 |
CAPÍTULO IV
CRÍTICAS A LA APLICACIÓN DE LAS CIENCIAS
DEL COMPORTAMIENTO. CASOS PRÁCTICOS
Hasta ahora se ha venido presentando en este documento una serie de
evidencias y hechos. Por un lado, acerca de la aplicación o no de las normas
jurídicas; por otro, en el presente capítulo se han desarrollado los principales
hallazgos conductuales puestos de manifiesto.
Surgen dos cuestiones. En primer lugar: ¿de verdad los hallazgos conduc-
tuales pueden ser los medios o palancas que puedan ayudar a que las nor-
mas cumplan sus objetivos? ¿Son una herramienta consistente o una simple
moda o aspecto a considerar exclusivamente por los expertos? Y, en segundo
lugar, ¿qué papel pueden jugar las ICEX en la utilización de esas herramien-
tas? Se pretende dar respuesta a la primera de estas cuestiones en el presente
apartado y a la segunda en el siguiente capítulo.
Cualquier cambio de paradigma en una disciplina no es sencillo, sobre
todo cuando es tan radical como el abandonar el comportamiento racional
por parte de los seres humanos. Su planteamiento ha tenido como conse-
cuencia la inmediata reacción de estudiosos que han señalado los puntos
débiles de la nueva concepción. Lejos de ser una señal de falta de coherencia
o fuerza de los planteamientos, el mero hecho de estar sometidos a crítica y
verificación constante forma parte del método científico, y ha de saludarse
como un aspecto más de la evaluación de las técnicas a utilizar, la misma
evaluación que se predica en la sistemática que se pretende defender.
I. DIFICULTADES TEÓRICAS Y PRÁCTICAS DE LAS CIENCIAS
DEL COMPORTAMIENTO
Las críticas a la aplicación de los hallazgos conductuales han sido muy
variadas y desde diferentes ámbitos. Algunas se han centrado en el modelo
propuesto por Cass Sunstein y su paternalismo libertario y los nudge. Otras
106 Las Instituciones de control, el análisis conductual y el derecho a la buena regulación
son de carácter más general y pretenden negar la mera posibilidad de que los
estudios conductuales hayan cambiado algo acerca de la elección humana.
Finalmente hay estudios específicos que intentan analizar las actuaciones
conductuales de los Estados frente a marcos normativos (constituciones),
cuestiones filosóficas (confusión entre medios y fines) o en aspectos norma-
tivos concretos (medioambiente, por ejemplo).
Se va a realizar una exposición detallada de las que se consideran las prin-
cipales críticas al planteamiento conductual de la elección humana, seña-
lando su fundamentación e intentando respetar los planteamientos de los
autores.
1. Problemas prácticos en la aplicación de los nudge
De acuerdo con Mullane y Sheffrin (2012) las recientes discusiones so-
bre las finanzas públicas y su regulación han incorporado cada vez más los
hallazgos conductuales en un intento de diseñar políticas más sólidas. De
particular importancia son los nudge, que son cambios en el diseño de cómo
se presentan las elecciones humanas, de modo que se puede inducir a las
personas a tomar ciertas decisiones, al tiempo que mantienen su libertad de
elección. En este sentido, los nudge se consideran un enfoque suave de la re-
gulación, en lugar de «empujones» o enfoques paternalistas duros 1.
La esperanza es que los nudge pueden producir mejores resultados para
la política, evitando el paternalismo rígido y reduciendo potencialmente los
costes de las regulaciones. El libro de Thaler/Sunstein, Nudge, y una vasta li-
teratura en desarrollo ilustran la plausibilidad de estos prospectos y demues-
tran la popularidad de este concepto. Estas contribuciones describen sus
aplicaciones en el mundo real y brindan explicaciones plausibles sobre cómo
están conectados los fallos en la planificación o implantación de políticas, los
fallos del mercado y las tendencias de comportamiento. Por ejemplo, en Nud-
ge se discute cómo las tendencias conductuales de la aversión a las pérdidas,
la miopía y las reglas heurísticas pueden, en principio, explicar los fallos en
los mercados financieros (Thaler y Sunstein) 2. Estos trabajos también discu-
ten cómo estas conexiones se pueden utilizar para diseñar políticas, teniendo
en cuenta el conocimiento de las tendencias conductuales, en el desarrollo de
regulaciones.
Pero los autores consideran que todavía no está claro exactamente cómo
funcionan esas actuaciones en la práctica. Es importante destacar que hay
poca evidencia sobre los efectos de las regulaciones específicas de nudge.
Existen pruebas contundentes de la existencia de sesgos conductuales que
influyen en los resultados económicos, pero no hay pruebas concluyentes
de que estos sesgos se puedan manipular sistemáticamente para incurrir en
resultados económicos específicos. Indiscutiblemente, el comportamiento
1 M. MULLANE y S. SHEFFRIN, White Paper. Regulatory Nudges in Practice, Department of eco-
nomics and the Murphy Institute, Tulane University, February 2012.
2 R. H. THALER y C. R. SUNSTEIN, Nudge: Improving Decisions About Health, Wealth, and Hap-
piness. Revised and Expanded Edition, London, Penguin Books, 2009.
Críticas a la aplicación de las ciencias del comportamiento. Casos prácticos 107
influye en los resultados de los mercados y de las iniciativas regulatorias
diseñadas tradicionalmente. Por ejemplo, los avisos de mercurio para ma-
riscos que se impusieron para promover la salud, tuvieron la consecuencia
involuntaria de tener un impacto general negativo en la salud. En parte, este
hallazgo puede explicarse por la poca preocupación acerca de las consecuen-
cias conductuales en el diseño del aviso (Shimshack y Ward, 2010) 3. Pero,
por lo general, es más fácil sacar conclusiones sobre qué tendencias conduc-
tuales causaron que las políticas tengan ciertos resultados, que demostrar
que estas tendencias conductuales pueden usarse de manera efectiva para
crear los resultados deseados a través de su implementación en el diseño de
políticas.
Los autores realizan una revisión selectiva de algunas regulaciones federa-
les actuales, e identifican cuatro preocupaciones temáticas que surgen sobre
el uso de nudge.
A. Líneas borrosas
Como cuestión previa es necesario plantear que a menudo hay una línea
borrosa entre la regulación dura y suave. Los nudge dirigidos a individuos
tienden a estar acompañados por regulaciones de línea dura para sociedades
e instituciones. Por ejemplo, si quiero que el consumidor tenga una determi-
nada información acerca del contenido de un elemento en un producto, se
necesita una regulación dura con sanciones a las empresas que incumplan
esos mandatos. Un primer análisis desmonta esa pretendida diferencia entre
la regulación blanda o soft paternalism y la regulación dura.
B. Validez empírica
La primera preocupación acerca de la validez empírica de los nudge y
sus consecuencias involuntarias tiende a tomar una de dos formas: un nudge
puede empeorar una situación o un nudge puede no tener ningún impacto.
Por ejemplo, análisis acerca de las consecuencias de la regla por defecto para
la suscripción de planes de pensiones muestran que la tendencia global es a
un menor ahorro efectivo por las personas, mostrando que puede existir un
efecto perverso al desincentivarse otros tipos de ahorro 4.
Además, hay preguntas persistentes sobre el apoyo empírico subyacente
con respecto a la efectividad de los nudge. Con frecuencia, la evidencia de que
los estímulos específicos son efectivos es ambigua, y se detecta una tendencia
de los analistas conductuales a aplicar estándares más bajos para evaluar la
eficacia de sus recomendaciones que la que aplican para analizar la situación
precedente.
3 J. P. SHIMSHACK y M. B. WARD, «Mercury advisories and household health trade-offs», Jour-
nal of Health Economics, vol. 29, Issue 5, September 2010, pp. 674-685.
4 B. MADRIAN y D. SHEA, «The power of suggestion: Inertia in 401(k) participation and
savings behavior», The Quarterly Journal of Economics, vol. 116, núm. 4, November 2001,
pp. 1149-1187.
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