Capítulo 11. Origen del Brexit, retirada del Reino Unido y modelos alternativos para regular las futuras relaciones bilaterales
| Autor | Raúl Lafuente Sánchez |
| Páginas | 265-282 |
C
ORIGEN DEL BREXIT, RETIRADA DEL REINO UNIDO Y
MODELOS ALTERNATIVOS PARA REGULAR
LAS FUTURAS RELACIONES BILATERALES
I. PLANTEAMIENTO
A. El proyecto europeo y el Reino Unido
B. Origen del Brexit
II. LA RETIRADA VOLUNTARIA DE LA UNIÓN EUROPEA
A. El artículo 50 del Tratado de la Unión Europea
B. Algunas cuestiones controvertidas sobre este proceso
C. Procedimiento seguido
III. POSIBLES MODELOS PARA REGULAR LAS RELACIONES ENTRE EL REINO
UNIDO Y LA UNIÓN EUROPEA
A. Integración en el Espacio Económico Europeo a través de la Asociación Europea
de Libre Comercio
B. Pertenencia a la Asociación Europea de Libre Comercio fuera del Espacio
Económico Europeo
C. Integración en una Unión Aduanera
D. Negociación de un acuerdo bilateral de libre comercio
E. Acuerdo multilateral negociado en el marco de la Organización Mundial del
Comercio
I. PLANTEAMIENTO
A. El proyecto europeo y el Reino Unido
Existe una percepción generalizada de que el escepticismo ha sido el elemento
central que ha tutelado siempre las relaciones del Reino Unido con la Unión Europea.
Sin embargo, esta idea debe ser matizada. En primer lugar, porque los hechos de-
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muestran que en los albores de la creación de la Comunidad Económica Europea el
Reino Unido se encontraba plenamente implicado en la construcción de una Europa
más fuerte donde la paz y la prosperidad fuesen sus signos distintivos y, en segundo
lugar, porque esa actitud escéptica hacia la unidad en Europa que ha cristalizado en
el Brexit no es exclusiva del Reino Unido, pues no olvidemos que durante las dos úl-
timas décadas ese sentimiento ha ido creciendo entre una parte de la ciudadanía de
la Unión dando lugar a consultas populares que se han manifestado en contra de una
integración europea más amplia y estrecha.
En ese sentido, conviene recordar que en el año 2005 Francia y Países Bajos re-
chazaron la propuesta de Constitución Europea; en diciembre de 2015 Dinamarca
rechazó en referéndum aumentar la cooperación en Justicia y Seguridad con la
Unión Europea; en el año 2008, Irlanda celebró un referéndum, –fue el único Esta-
do miembro que lo hizo– sobre el Tratado de Lisboa; en abril de 2016 los ciudadanos
holandeses se manifestaron en referéndum en contra de la ley que reconoce el Acuer-
do de Asociación entre la Unión Europea y Ucrania; y en octubre de 2016 en Bélgica
el Parlamento Valón bloqueó temporalmente el acuerdo comercial CETA entre la
Unión Europea y Canadá.
Pues bien, con anterioridad a su adhesión a las Comunidades Europeas en el año
1973, y desde su “espléndido aislamiento” respecto al continente, el Reino Unido ya
había dado signos inequívocos de la necesidad de crear una Europa unida y fuerte
apostando desde el principio por el proyecto europeo. Así, en junio de 1940 Winston
Churchill, siendo primer ministro del Almirantazgo, propuso una unión con Francia,
un Estado franco-británico con una ciudadanía común y un Gobierno conjunto; y en
el año 1942 presentó su plan para la creación de un Consejo de Europa como germen
de los Estados Unidos de Europa.
Pero, sin duda, fue el 9 de septiembre de 1946, liderando entonces la oposición
en el Reino Unido, en su famoso discurso pronunciado en la Universidad de Zurich,
donde Winston Churchill lanzó su idea de los Estados Unidos de Europa para lo cual
Francia y Alemania debían asociarse como primer paso para llevar a cabo este pro-
yecto. Sin embargo, el papel que el Reino Unido –junto a la British Commonwealth
of Nations– Estados Unidos y Rusia debían desempeñar era el de meros “sponsors”
de esta nueva Europa. De este modo, algo ambiguo, se planteaba por parte del Rei-
no Unido la creación de la idea de Europa, tal vez porque Churchill no quería dar la
impresión de pretender el control de Europa y consideraba que debían ser los otros
países los que invitasen al Reino Unido a participar en el proyecto.
Un año después, el 14 de mayo de 1947, tuvo lugar la presentación pública
del denominado Movimiento para Europa Unida fundado por Churchill y que, en
denitiva, pretendía ser un grupo de presión para la creación de una Unión Europea.
Fue en el Royal Albert Hall de Londres donde Churchill expuso el papel decisivo que
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