Aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación a la enseñanza del derecho. Nuevas oportunidades y nuevos retos
| Autor | Diego Cruz Rivero |
| Cargo del Autor | Universidad de Sevilla |
| Páginas | 327-345 |
CAPÍTULO 21
APLICACIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA
INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN
A LA ENSEÑANZA DEL DERECHO.
NUEVAS OPORTUNIDADES Y NUEVOS RETOS
DIEGO CRUZ RIVERO
Universidad de Sevilla
1. INTRODUCCIÓN
1.1. CUESTIONES PREVIAS
Tal como es generalmente aceptado, la revolución tecnológica aconte-
cida desde la última década del siglo XX y a lo largo del siglo XXI ha
transformado radicalmente la forma en la que trabajamos y nos comuni-
camos, afectando a todas las facetas de nuestra vida, profesional y per-
sonal. La docencia universitaria y el aprendizaje en este nivel educativo
no es, obviamente, una excepción. Hoy día y desde hace ya algunos años
son ampliamente empleados los medios electrónicos de comunicación
como instrumentos para la interacción entre profesores y alumnos. For-
man parte ya del trabajo cotidiano de los docentes el uso del correo elec-
trónico para resolver dudas de los alumnos o el apoyo de la docencia en
plataformas de enseñanza virtual. Estas últimas han ido incorporando
cada vez más funcionalidades, permitiendo ya, más allá del mero sumi-
nistro de información –a modo de tablón de anuncios– la impartición de
docencia y tutorías por videoconferencia y la realización, corrección y
evaluación de actividades de los alumnos, por ejemplo. Junto a estas,
poco a poco van extendiéndose otras herramientas para la docencia y
evaluación y que permiten también la comunicación entre profesores y
alumnos dentro y fuera del aula: turnitin, moodle, kahoot, etc. (Tapia,
2020).
Por otra parte, la excepcional situación sanitaria acaecida desde 2020 ha
sido un acicate para la incorporación de herramientas de docencia –y en
ocasiones incluso de evaluación– telemáticas (Blanco, 2020). Afortuna-
damente, en los cursos siguientes hemos podido volver a la docencia
presencial. Sin embargo, la experiencia vivida por docentes y alumnos,
no ya solo en el desarrollo de aquella docencia, sino en su propia vida
personal con el confinamiento, ha supuesto un cambio de paradigma.
De vuelta a la normalidad –o al menos insertos en la llamada nueva nor-
malidad– es posible aprovechar algunos de los hábitos y técnicas asu-
midos antes por necesidad, nuevas destrezas y competencias desarrolla-
das por profesores y alumnos.
En particular, las tecnologías de la información y la comunicación per-
miten romper la barrera del espacio, facilitando el trabajo colaborativo
de personas distantes geográficamente. Ello habilita la posibilidad de
que alumnos de distintas universidades puedan interactuar para desarro-
llar un proyecto común.
Esta idea puede aplicarse a cualquier disciplina, pues la ciencia y el co-
nocimiento trascienden fronteras. De hecho, la experiencia que se pre-
senta en este trabajo es precisamente en el ámbito de la docencia y el
aprendizaje del Derecho, quizás el campo en el que se reconozca una
mayor dificultad para exportar o importar conocimientos, habida cuenta
de la diversidad normativa entre las Comunidades Autónomas y, obvia-
mente, entre los distintos estados.
Ahora bien, la aproximación a las distintas instituciones jurídicas me-
diante el método del Derecho comparado permite a los alumnos contem-
plar las diversas soluciones posibles –de hecho, adoptadas– para la re-
solución de los problemas sociales y económicos, fomentando el análisis
crítico de la normativa aplicable en España (Sánchez, 2021). Aunque
obviamente no es posible seguir este método como regla general, no solo
por el esfuerzo que requeriría para el profesor sino también por la cons-
tante falta de tiempo para impartir los temarios, aportar a los alumnos,
si es posible, una actividad que recoja este enfoque puede tener un gran
valor didáctico (Ospina, 2016).
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