La 'ventana' internacional de las FARC. Crisis de las Autodefensas
| Autor | Jaime Contreras |
| Páginas | 359-371 |
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CAPÍTULO 21.
LA “VENTANA” INTERNACIONAL DE LAS FARC. CRISIS DE LAS AUTODEFENSAS
Tras el acuerdo de los Pozos, sin embargo, el triunfo de las posiciones políticas, en la reanudación de las negociaciones, duro poco y se vio, enseguida los límites de lo que era solo un espejismo. Es verdad que, en el nuevo clima de “entendimiento” se logró un acuerdo, negociado entre el Alto Comisionado y el mismo Tiro Fijo, de intercambio humanitario por el cual las FARC devolvían a algunos secuestrados por razones de salud y, a cambio, el gobierno entregaba unos cuantos guerrilleros; la proporcionalidad fue favorable al gobierno que consiguió la devolución de unos 150 soldados y policías a cambio de unos 15 milicianos de la guerrilla. Para sorpresa del Comisionado Gómez Alzate, en el acuerdo, la organización terrorista, en esta ocasión, prefirió no mencionar el complejo asunto del canje, aunque exigió que los actos de intercambio se hiciese en varios momentos, con la mayor resonancia internacional posible (presencia de la Cruz Roja Internacional y una parte importante del cuerpo diplomático) y siempre con la mayor cobertura publicitaria que pudiera conseguirse; era incomprensible que, en tales ocasiones, las FARC, desaprovecharan la posibilidad de presentarse como organización de conocimiento público y respetuosa del Derecho Internacional Humanitario; una posibilidad importante para conseguir el ansiado estatuto de beligerancia; objetivo político esencial.; efectivamente los liberados, de uno y otro lado, todos con problemas de salud, fueron saliendo en grupos paulatinamente a lo largo de casi todo el año de 2001431, ocupando siempre los principales tiempos de los noticiarios televisivos.
En estos momentos, con la Mesa abierta y ejerciendo de caja de resonancia pública, resultaba comprensible que la organización jugase sus bazas en el espacio internacional especialmente en Iberoamérica y en la Comunidad Europea, donde sus propuestas “sociales” eran escuchadas con cierta atención. Y así, con el consentimiento implícito del gobierno, las FARC convocaron una conferencia internacional abierta donde, según declaró Raúl Reyes, pudieran debatirse las implicaciones que, en ese espacio, tenía
431Esbozo Histórico de las Farc-Ep…, op. cit., pp. 227-228.
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el proceso de negociación. Para la organización, dentro de su estrategia política, se buscaba convertir la Mesa en un marco de intercambio, en el que las dos partes, gobierno y guerrilla, estuvieran asistidos por la comunidad internacional; ello permitiría disponer, a la guerrilla, de una importante caja de resonancia al margen del gobierno.
La mencionada Conferencia tuvo lugar en los Pozos el 8 de marzo de 2001 con asistencia de 25 países de América Latina y la Comunidad Europea. Allí las FARC tuvieron ocasión de “explicar” cuál era la naturaleza del conflicto y cuáles eran las propuestas de la organización para solucionarlo. El encargado de hacerlo fue, Alfonso Cano, como principal ideólogo de la guerrilla (véase fotografía nº 5); naturalmente este jefe guerrillero no desaprovechó la ocasión para ofrecer todo un recital sobre el programa político de la organización, que era, entonces, el asunto principal. Cano se dirigió a los asistentes asegurándoles el compromiso de las FARC con el éxito “de este proceso inédito” que solo se puede realizar siguiendo las “vías políticas”. Se trata de solucionar “un conflicto social y armado que desangra Colombia” y que tiene derivaciones externas que “afectan a la estabilidad de la región”, por lo cual nadie de los allí asistentes, representantes de una gran comunidad de países, podían sentirse ajenos, dijo Alfonso Cano. Pero el proceso tiene enemigos que no “cesan en su ofensiva contra la paz”, lo que significa que pugnan por eliminar “la zona de despeje, la existencia misma de la Mesa y el ritmo de conversaciones”. Estos enemigos, con ser muchos, se estructuran en torno a tres singulares fenómenos: el paramilitarismo, el narcotráfico y las políticas neoliberales que conducen a la miseria de la población y ahogan al estado con la soga de la deuda.
El paramilitarismo, indicó Alfonso Cano, conlleva la guerra sucia, cuya finalidad es “acallar, a través del terror, las alternativas políticas democráticas o revolucionarias”; es un fenómeno insertó en la realidad violenta que ha vivido este país desde hace más de 50 años. A este legado histórico debe añadirse la estrategia nacida de la doctrina norteamericana de la Seguridad Nacional, “enseñada y trasmitida en las escuelas de formación militar y que pretende erigirse en tabla de salvación de unas instituciones” corruptas. Las lecturas sobre esta lacra gravitan en la Mesa de diálogos porque muestran la “existencia de hilos entrecruzados de la Fuerza Pública con los ejecutores de masacres, de expropiaciones de fincas y del terror generalizado”. Tras este fenómeno se esconden, señala Cano para escándalo de algunos asistentes, los grandes negocios del narcotráfico y las corruptelas “de los gamonales de siempre”. En conclusión, explicó, el paramilitarismo es “hijo ilegítimo y vergonzante del Estado Colombiano”. Para acabar con este problema, sentenció el orador, se concluyó el acuerdo de los Pozos y se consiguió el respaldo de la “dirigencia política nacional”.
El segundo gran enemigo de este proceso son los problemas que, para el país, plantea “la siembra de coca, amapola y marihuana” algo que impacta, dice Cano eludiendo directas responsabilidades, en la economía y política mundiales. Por consiguiente, Colombia no puede, por sí sola, solucionar este grave problema y necesita ayuda para llevar a cabo tal tarea: la de “erradicar los cultivos ilícitos por la vía de la persuasión y los acuerdos con las comunidades”. Y, llegados a este punto, Alfonso Cano indicó que los famosos cultivos de “coca y amapola” se estaban erradicando con el uso de la violencia contra los cultivadores campesinos y practicando, de manera desmedida, las fumigaciones; de tal modo, a través de la simpleza de tales argumentos, Cano se convertía, así, en campeón del medio ambiente, de los recursos humanos y
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FARC-EP: INSURGENCIA, TERRORISMO Y NARCOTRÁFICO EN COLOMBIA
de la biodiversidad de la Amazonía, porque, ante todo, lo principal, como indicó con insistencia, era desterrar las fumigaciones porque suponían “una agresión contra más de 350.000 familias pobres que no tienen alternativa”; y aquí la política de los gringos ha supuesto un notorio fracaso: más drogadictos, más sustancias consumidas, más hectáreas cultivadas, más corrupción y más dinero para los traficantes, “un verdadero desastre, manejado con la doble moral de la gran potencia”, aseveró el autor. Por eso las FARC se identifican más con la posición, en este punto, de la Comunidad Europea que ha entendido que la erradicación no es, solo, un problema colombiano, sino un problema “hemisférico y mundial” que requiere de una planificación colectiva que integre a las comunidades campesinas; estamos de acuerdo, dijo, con estas reflexiones; tal es el programa que nosotros hemos diseñado para Cartagena de Chairá, expresó Cano, sin explicar ni los detalles ni las consecuencias, ni las intenciones del mismo.
Por último, añadió el conferenciante, el otro gran enemigo de los diálogos es la política neoliberal, que el presidente Gaviria, de mal recuerdo, aplicó para este país siguiendo los intereses de la política norteamericana. Colombia, dice Cano, ha de dedicar la tercera parte de su presupuesto nacional para el pago de la deuda, y entre los muchos efectos negativos de esta realidad, permítaseme, pide el autor experto en temas agrarios, que indique que “anualmente estamos importando 8 millones de toneladas de alimentos que producíamos antes del desastroso gobierno del señor Gaviria”. Tal es el efecto de esa política; esa y la constatación de que “la tenencia de la tierra en Colombia –explica Alfonso Cano, siguiendo las líneas de una dominante corriente de sociología universitaria de la que él es, a la par, autor y discípulo– es una monstruosa criatura semifeudal que retrasó y trancó el desarrollo económico de todo nuestro sistema productivo y generó una república señorial, asentada en el gamonalismo como forma de las relaciones políticas”432.
Tal fue la lección inaugural de aquel Foro que tenía, para la guerrilla, claros objetivos políticos. Y a decir verdad muchas de las ideas que había expuesto el conferenciante fueron “comprendidas” por muchos de sus oyentes, principalmente por el conjunto de los países que formaban la Unión Europea, donde las posiciones “políticas” de las FARC habían encontrado una sorprendente comprensión. Para la Unión Europea, casi siempre liderada en los temas colombianos por la posición de Francia, el Plan Colombia partía de una concepción equidistante de las partes y, por ello, era sospechoso, en el análisis del proceso, victimizar a la guerrilla por su carácter militarista, lo que implicaba que era necesario “comprender” por igual, a todas las “partes en conflicto”; lo contrario, decían los europeos, era apoyar la posición norteamericana, la cual presentaba muchos perfiles partidistas hacia las políticas gubernamentales, que, por otra parte, no siempre habían sido respetuosas con las víctimas y con los derechos humanos.
Tal fue la declaración, sorprendente, del Parlamento Europeo, el 1 de febrero de 2001, cuando expresó la imposibilidad de la Unión de colaborar con un Plan tan manifiestamente “dirigido” por la política de los EE.UU. En este punto debe reconocerse que, la diplomacia insurgente de Raúl Reyes y Olga Marín, sus dos principales repre-432Todas las anteriores citas están extraídas de “Propuestas concretas de las FARC_EP a la comunidad internacional. Intervención en la reunión con representación de 25 países de Europa y América Latina”. Marzo 8 del 2001. Los Pozos, en San Vicente del Caguán. C. A. Lozano Guillén Reportajes desde El Caguán…, op. cit., pp...
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