La sinergia entre Universidad y empresa ¿Es posible una relación ganar-ganar?
Autor | Juan Carlos Serrano-Soria |
Páginas | 217-234 |
CAPÍTULO X
217
La sinergia entre Universidad y empresa
¿Es posible una relación ganar-ganar?
Juan Carlos Serrano-Soria
1. Introducción
La Universidad y la empresa han de entenderse necesariamente en una re-
lación sinérgica ganar-ganar. Ambas instituciones tienen objetivos distintos, pero
también puntos de encuentro en una sociedad cambiante a la que se han ido adap-
tando. No son pocas la barreras y dicultades, como veremos, pero son muchas
más oportunidades de encuentro y las vías de colaboración aún inexploradas. La
Universidad es uno de los lugares por excelencia para la formación, y no necesa-
riamente sólo para una etapa de la vida, sino que ha de descubrir su función como
agente formador a lo largo de toda la vida.
Las cátedras de empresa, las OTRI (Ocinas de Transferencia de Resul-
tados de Investigación), los contratos de investigación, desarrollo e innovación
(I+D+i), el reconocimiento mutuo de títulos y certicaciones, las prácticas externas
curriculares, son algunos ejemplos de sinergia ente la Universidad y la empresa que
iremos descubriendo a lo largo del capítulo.
2. Universidad y empresa: orígenes distintos
que convergen en una relación sinérgica
La Universidad y la empresa tiene orígenes distintos, pero ambas institu-
ciones, desde su nacimiento, han dado respuestas a planteamientos, situaciones
POLÍTICAS, UNIVERSIDAD E INNOVACIÓN: RETOS Y PERSPECTIVAS
GUSTAVO TOLEDO LARA (Coordinador)
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y problemas que han ido surgiendo en la sociedad. Consideramos que es en la
Edad Media, donde ambas instituciones adquieren cierta estructura orgánica que
ha perdurado en el tiempo y tiene semejanzas con las que conocemos hoy. En el
caso de la empresa con las transformaciones de los gremios medievales en em-
presas familiares, y en el caso de la Universidad con la organización formal de las
universidades de Bolonia, Paris y Oxford en el siglo XI.
Las necesidades de las sociedades se han ido transformando y las funciones
originarias de las universidades se han ido igualmente adaptando para dar res-
puestas a los entornos nuevos (Pineda, 2011). Las empresas han seguido también
un camino de adaptación, y el benecio y resultado económico ha dejado de ser
el único valor a tener en cuenta; desde nales del siglo XX, la empresa ha ido
descubriendo su función social y su nuevo rol en la sociedad (Renouard, 2010), y
la responsabilidad social corporativa es para muchas empresas, algo más que un
apartado en su memoria anual. Este camino paralelo de adaptación a las nuevas
demandas sociales ha ido conuyendo hasta crear sinergias en las que ambas ins-
tituciones salen beneciadas.
Centrándonos en la Universidad y su proceso de transformación e innova-
ción iremos viendo cómo sus funciones primigenias se han ido adaptando hasta
conuir en relaciones sinérgicas con la empresa. Parece obvio decir que la primera
función de la Universidad ha sido, y es, la formación. El ser humano ha sentido la
necesidad de adquirir conocimientos, desde una perspectiva más extensa y profun-
da si cabe, desde un nivel de estudios superiores, y de transmitir esos conocimien-
tos en el tiempo. Más adelante descubriremos que esa transmisión no se produce
únicamente en las aulas, sino también en las empresas y en lo que se ha dado en
denominar la «transferencia de conocimiento».
Es a principios del siglo XIX (1818), en la Universidad de Berlín, donde se
consolida una segunda función, vital hoy en día, que es la investigación. Bajo el im-
pulso de Guillermo de Humboldt, la Universidad busca no sólo el conocimiento
aceptado, sino también demostrar cómo se ha llegado a él, cómo se ha producido
(Moncada, 2008). No signica que antes no hubiera habido investigación, por su-
puesto que sí, pero es a partir de este momento cuando la Universidad la hace suya,
de manera orgánica e institucional, y la indagación, la búsqueda del conocimiento
y las repercusiones que éste comenzaba a tener en la nueva sociedad industrial.
El tercer pilar que asienta los cimientos funcionales de la actual Universidad
es en el que mejor se aprecia las sinergias entre la Universidad y la empresa: la ex-
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