'Ready Player One'. Propuesta de algunos valores ético-jurídicos y análisis de la tributación de las criptomonedas y de los servicios digitales
| Autor | David Carrión Morillo |
| Páginas | 13-34 |
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“Ready Player One”.
Propuesta de algunos valores ético-jurídicos
y análisis de la tributación de las criptomonedas
y de los servicios digitales
David C M
Catedrático de Derecho Financiero y Tributario.
Universidad Europea de Madrid
Abogado
Sumario:
1. Introducción: del sedentarismo a la inteligencia artificial
2. Sinopsis y breve comentario no jurídico de esta obra cinematográfica y literaria
3. Algunos valores ético-jurídicos para el siglo XXI que se desprenden de “Ready
Player One”
4. Análisis jurídico-tributario de esta obra cinematográfica y literaria
4.1. Tributación y obligaciones fiscales de las criptomonedas
4.2. Tributación de los servicios digitales: un problema tributario aún sin resolver
5. Algunas breves reflexiones finales
6. Bibliografía
1. INTRODUCCIÓN: DEL SEDENTARISMO A LA INTELIGENCIA
ARTIFICIAL
El ser humano ha ido cambiando a lo largo de toda su historia. Sabemos
que hace unos 10.500 años ocurrió una de las mayores revoluciones económi-
cas y sociales de todos los tiempos, a la que se llamó Neolítico. Es cuando el
Homo Sapiens deja de ser nómada y se convierte en sedentario, deja de vivir sin
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techo para hacerlo en cuevas, deja de cazar y se dedica a plantar semillas dis-
frutando de las comodidades de tener una, aunque precaria, vivienda. Como
señaló Bermúdez, J. (2021, p. 286), “la caza fue sustituida por el cuidado de
rebaños de ovejas y cabras, entre otros animales domésticos, y por el cultivo
de los cereales que hoy en día vemos en nuestros campos”. El ser humano
abandona el nomadismo para acoger el sedentarismo y ya no se caracterizará,
a partir de entonces, por ser cazador, sino, por el contrario, por ser agricultor.
Esta evolución de la historia del ser humano ha pasado por diversas fases
hasta llegar a la última globalización, donde comienza a despuntar la inteli-
gencia artificial. Debemos aclarar que nosotros entendemos el concepto glo-
balización tal como lo hace Sachs, J.D. (2021, p. 22), que señala que el término
globalización “se refiere a las interrelaciones de sociedades diversas a través de
grandes áreas geográficas. Estas interrelaciones son tecnológicas, económi-
cas, institucionales, culturales y geopolíticas, y se producen entre sociedades
de todo el mundo a través del comercio, las finanzas, las empresas, la inmi-
gración, la cultura, los imperios y la guerra”. En función del planteamiento
de este mismo autor, como ya comenté en un trabajo anterior (Carrión, D.,
2022b, p. 25), han existido las siguientes fases (o edades, como las denomina
Sachs) a lo largo de la Historia de la humanidad:
“La Edad Paleolítica (70.000-10.000 antes de la era común), que es
nuestra prehistoria; la Edad Neolítica (10.000-3.000 antes de la era
común), cuando despunta la agricultura; la Edad Ecuestre (3.000-
1.000 antes de la era común), cuando se consigue domesticar al
caballo y desarrollar la protoescritura; la Edad Clásica (1.000 a. e.
c.-1.500 era común), cuando aparecieron los primeros grandes
imperios; la Edad Oceánica (1.500-1.800), cuando los imperios co-
menzaron a expandirse utilizando los océanos; la Edad Industrial
(1.800-2.000), cuando algunos países, como Gran Bretaña, marca-
ron el inicio de la economía industrial; y la Edad Digital (siglo XXI),
nuestro tiempo actual, en el que la mayoría de la población está
interconectada de forma instantánea a través de los datos digitales”.
En fin, con todo lo que ha sucedido, y lo que está sucediendo en estos
momentos de múltiples transformaciones en nuestras vidas, se puede decir
sobre nuestra época digital, como señala Sachs, J.D. (2021, p. 216), que “en el
siglo XXI, el mundo ha llegado a la omniconectividad. Y tendremos aún más
conectividad con los avances en la cobertura y las capacidades de internet y
los sistemas digitales relacionados, como el 5G. La revolución digital es tan
profunda que podemos considerar justamente nuestra era como una nueva y
séptima edad de la globalización”.
Aquellos que tenemos memoria, y que nacimos cuando no existía aún el
teléfono móvil, ni internet ni tan siquiera los ordenadores domésticos, tene-
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