Pasivos financieros
| Autor | Salvador Marín Hernández - Esther Ortiz Martínez |
| Páginas | 235-270 |
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La empresa que tiene un pasivo financiero tiene una obligación, lo que significa que tiene que entregar dinero u otro activo financiero.
Por ejemplo:
• La empresa ALFA ha pedido prestado dinero a un banco.
Esta empresa ha pedido un préstamo a un banco y tiene un pasivo financiero que es una deuda.
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• La empresa ALFA ha pedido prestado dinero a otra empresa.
Esta empresa ha emitido un empréstito (títulos de deuda), y tiene un pasivo financiero que es una deuda frente a otra empresa.
Para contabilizar los pasivos financieros se clasifican según para qué se hayan obtenido, es decir, su finalidad, al igual que sucede con los activos financieros.
El Plan General de Contabilidad distingue 3 tipos de pasivos financieros:
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Débitos y partidas a pagar.
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Pasivos financieros mantenidos para negociar.
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Otros pasivos financieros a valor razonable con cambios en Pérdidas y Ganancias.
Los débitos y partidas a pagar son deudas u obligaciones que se tienen por diversos motivos pero cuyo fin último es
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devolverlas, es decir, pagarlas para cancelar la deuda, para dejar de deber.
Esta deuda se puede haber contraído derivada de la compra de bienes y servicios, es decir, por actividades comerciales normales de la empresa, cuando la empresa compra y no paga en ese momento, y por lo tanto se genera o contrae una deuda (por ejemplo: proveedores, acreedores, etcétera).
Y, esta deuda, también se puede haber generado o contraído a partir de operaciones que no derivan de la actividad comercial de la empresa (como por ejemplo pedir un préstamo al banco o emitir un empréstito por parte de la empresa).
Este tipo de pasivo financiero es el único del que vamos a estudiar su valoración en este tema.
Los pasivos financieros mantenidos para negociar son como los activos financieros especulativos.
Por tanto son deudas que se tienen pero de las que se va a perseguir obtener las máximas ganancias a corto plazo.
El tercer tipo de pasivo financiero no lo vamos a desarrollar en este tema.
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Dentro de los débitos y partidas a pagar podemos encontrar principalmente los siguientes:
• Deudas con entidades financieras.
• Títulos emitidos por la empresa.
• Deudas con proveedores de activos no corrientes.
• Fianzas y depósitos recibidos.
Las deudas con entidades de crédito (de forma común se suele utilizar el término bancos, en lugar de entidades de crédito, dado que son las más comunes entre ellas) es la forma más normal para conseguir financiación ajena por parte de la empresa.
La financiación ajena es el dinero que consigue la empresa fuera de ella, de terceros, que no es dinero que se gana en la empresa o que aportan los socios o empresarios.
Estos pasivos financieros se recogen principalmente en los subgrupos 17 y 52 del Plan General de Contabilidad.
Normalmente estas deudas son préstamos o pólizas de crédito.
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En el préstamo, la entidad financiera presta cierta cantidad de dinero (será el prestamista) a la empresa (que será el prestatario).
El prestatario tiene la obligación, además de pagar unas comisiones (gasto), de devolver el dinero prestado (que se llama principal del préstamo), más unos intereses, según las condiciones que se hayan acordado o pactado en el préstamo.
En la póliza de crédito la entidad financiera (prestamista) pone a disposición del prestatario un límite de dinero máximo pactado por un plazo determinado, generando unos intereses a pagar por el prestatario según la cantidad de dinero que haya utilizado o dispuesto.
Los títulos de deuda emitidos por la empresa son una parte de una deuda, como su nombre indica.
Cuando una empresa necesita financiación puede pedir el dinero prestado a terceros (otra empresa, el público en general, etcétera) vendiendo unos títulos, que representan partes de la deuda.
Estos títulos son principalmente:
• Obligaciones y bonos, representados por las cuentas 177 o 500, dependiendo de que sean a largo o corto plazo.
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• Obligaciones y bonos convertibles, representados por las cuentas 178 o 501, dependiendo de que sean a largo o corto plazo.
• Deudas representadas en otros valores negociables, representadas por las cuentas 179 o 505, dependiendo de que sean a largo o corto plazo.
El caso más común es el de las obligaciones.
Las obligaciones son títulos o valores negociables que representan una parte de un empréstito (deuda).
La empresa que emite el empréstito está pidiendo dinero prestado, por lo tanto tiene un pasivo financiero, y esta deuda la divide en obligaciones, que también se denominan títulos de deuda o de renta fija.
Aquél que ha comprado obligaciones tiene una posición de activo, porque tiene un activo financiero, la empresa que ha emitido el empréstito, que ha emitido las obligaciones, le debe dinero.
Un obligacionista es un acreedor de la empresa que ha emitido estos títulos de deuda.
Los obligacionistas no son accionistas de la empresa, ya que poseen títulos de deuda.
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Un obligacionista tiene derecho a que le devuelvan el dinero prestado, lo que se denomina reintegro del nominal, y al cobro de unos intereses, que será su ganancia por haber prestado ese dinero.
Estos intereses dependerán de lo pactado, y pueden ser explícitos, un tipo de interés concreto, que se calcula sobre el valor nominal.
O también pueden ser intereses implícitos, en los que no existe un tipo de interés concreto, porque la ganancia que consigue el obligacionista por haber prestado dinero se expresa de otra manera: a través de una prima de emisión o de una prima de reembolso.
Prima de emisión sería pagar menos al adquirirlos y prima de reembolso sería recibir más al vencimiento.
Cuando hay prima de emisión el obligacionista presta una cantidad inferior al valor nominal del título.
Es decir presta menos dinero del que vale el título, porque lo que vale el título es lo que finalmente le van a devolver a él.
El valor de emisión del título será el valor nominal menos la prima de emisión.
Valor nominal - Prima de emisión = Valor de emisión
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Valor nominal menos Prima de emisión es igual al Valor de emisión
Esa prima de emisión son los intereses que cobrará el que compre las obligaciones (obligacionista).
Cuando hay prima de reembolso el obligacionista presta una cantidad de dinero y luego le devuelven una cantidad mayor, por encima del valor nominal.
Por lo tanto, en este caso, el valor de reembolso es superior al valor nominal.
Valor nominal + Prima de reembolso = Valor de reembolso
Valor nominal más Prima de reembolso es igual a Valor de reembolso.
En este caso la prima de reembolso son los intereses que cobrará el que compre las obligaciones (obligacionista).
Las deudas con proveedores de activos no corrientes
son pasivos financieros que aparecen cuando se compran elementos de inmovilizado y se dejan sin pagar.
Son pasivos derivados de la financiación obtenida de los suministradores de bienes de inmovilizado, que se denominan proveedores de inmovilizado.
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Las cuentas que se utilizan en este caso son la 173 o 523, dependiendo de que la deuda sea a largo o corto plazo, cuando se trata de deudas con proveedores de inmovilizado en factura.
La cuenta 523 se llama proveedores de inmovilizado a corto plazo y la cuenta 173 se llama proveedores de inmovilizado a largo plazo.
Cuando se trata de deudas con proveedores de inmovilizado recogidas en instrumentos formales de pago como pueden ser la letra de cambio o el pagaré, las cuentas que se utilizan son la 175 o 525, de nuevo dependiendo de que sea la deuda a largo o corto plazo.
La cuenta 175 se llama efectos a pagar a largo plazo y la cuenta 525 se llama efectos a pagar a corto plazo.
Las deudas transformables en subvenciones son cantidades concedidas por una Administración pública o un organismo que no sea público, que normalmente se deben devolver, y por eso son deudas, y sólo si finalmente se cumplen unas condiciones se convertirán en subvenciones.
Pero mientras estén recogidas en esta cuenta serán una deuda, un pasivo financiero.
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Se recogerán en las cuentas 172 o...
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