El igualitarismo de la suerte

AutorJahel Queralt Lange
Páginas127-155
CAPÍTULO IV
EL IGUALITARISMO DE LA SUERTE
El igualitarismo de la suerte es una familia de teorías igualitarias que com-
parten el objetivo de neutralizar el impacto distributivo de la suerte en la vida
de las personas o, lo que en este contexto viene a ser lo mismo, lograr que la
situación de cada individuo, respecto al distribuendum relevante, sea sensible
a sus decisiones e insensible a sus circunstancias. A los igualitaristas de la
suerte, en tanto que igualitaristas, les indignan las grandes desigualdades que
existen en nuestras sociedades. Ahora bien, lo que les repugna no es la mera
existencia de una brecha importante entre quienes tienen más y quienes tienen
menos, sino la génesis de la misma, el hecho de que la situación de ventaja o
desventaja en la que se encuentran los individuos se deba, en muchos casos, a
factores por los que ellos no son responsables, como su herencia genética o su
origen social. Esta preocupación por la responsabilidad individual no represen-
ta, según ellos, un compromiso con la idea de igualdad sino que es un aspecto
esencial de la mejor manera de interpretar este ideal. Corregir la desigualdad
que emerge entre dos individuos como consecuencia de decisiones que ambos
han tomado libremente en un contexto de igualdad de oportunidades, implica
obligar al mejor situado a hacerse cargo del coste de las decisiones del peor
situado. Si para que desaparezca la desigualdad que resulta como consecuencia
de que A decide hacer horas extra y B opta por no hacerlas —supongamos que
A entre ambos,
situamos a A en una posición de desventaja. La igualdad de resultados y la
concepción rawlsiana ordenan transferencias a individuos que están peor que
otros debido a decisiones que han tomado voluntariamente y, de este modo, tal
  -
fuerzo de otros. Los igualitaristas de la suerte se distancian de ambas concep-
ciones porque, en palabras de
DWORKIN,
consideran que «no hay nada que decir
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a favor de un mundo en el que quienes optan por estar ociosos, pudiendo traba-
jar, son recompensados con el fruto de los trabajadores (
DWORKIN
, 2000: 2).
Recortar la brecha entre ricos y pobres no implica, a su juicio, necesariamente
más justicia.
Dentro del igualitarismo de la suerte existen profundas discrepancias so-
bre diversas cuestiones. La que más discusión ha generado es la referida al
estándar de comparaciones interpersonales, pero el desacuerdo se extiende,
como veremos, al criterio de justicia —igualdad o prioridad—, al objeto de
los principios de justicia y al mismo concepto de justicia. Estas divergencias
hacen que sea razonable cuestionar el sentido de elaborar una única categoría
general que abarque estas concepciones pos-rawlsianas. El afán por hallar
dicha categoría ha tendido a predominar más bien entre quienes se han mos-
trado escépticos frente a la intuición básica del igualitarismo de la suerte 1.
Quienes han defendido y desarrollado esta intuición no lo han hecho pensan-
do en cómo encajan sus propuestas en una concepción más general 2. Este
capítulo asume la tesis mínima de que lo que comparten las distintas versiones
del igualitarismo de la suerte es la idea de que las distribuciones justas son
aquellas que son sensibles a la responsabilidad individual. Esta convicción, a
la que podemos referirnos como la intuición básica del igualitarismo de la
suerte ha generado un intenso debate acerca de qué lugar debe ocupar la res-
ponsabilidad individual en la justicia igualitaria. Elisabeth
ANDERSON
y otros
liberales igualitarios, han considerado que los igualitaristas de la suerte se
equivocan en este sentido. La importancia que otorgan a las elecciones indi-
viduales sitúa sus propuestas más cerca del ideal libertario de lo que puede
           
relevante (
ANDERSON, 1999
a). Este capítulo no trata de reproducir el debate
entre los igualitaristas de la suerte y sus críticos sino que se centra en una
  -
cultades del igualitarismo de la suerte para realizar el ideal de sociedad bien
ordenada analizado en el capítulo primero. Veremos que tiene problemas
para: a) ser una concepción política, b) ser una concepción pública, y c) gene-
rar un sentido de justicia a partir de la reciprocidad. Si resulta satisfactoria,
       
igualitaristas de la suerte de que
RAWLS
 
a sus intuiciones básicas, un criterio distributivo basado en la responsabilidad
individual es errónea. Segunda, dado que, como vimos en su momento, la
sociedad bien ordenada es un ideal social valioso, tenemos razones para pre-
ferir un criterio de justicia que contribuya a realizarlo, como los principios
-
litarismo de la suerte. Antes de entrar en esta cuestión principal, conviene
1 Véase
ANDERSON
, 1999a;
HURLEY
, 2003; y
SCHEFFLER
, 2003 y 2005.
2 Una excepción sería
ARNESON
. Véase,
ARNESON,
2004a y 2011.

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